'No me tomo muy en serio a m¨ª mismo'
En sus comienzos le llamaron imitador de Marlon Brando y sucesor de James Dean. Demasiado guapo para ser un verdadero actor. Sin embargo, a sus 77 a?os, Paul Newman tiene un lugar propio en la historia de Hollywood.
'Llevo a?os intentando jubilarme y no lo logro. He vuelto a las carreras y quiero hacer otro filme'
En sus comienzos le llamaron imitador de Marlon Brando y sucesor de James Dean. Demasiado guapo para ser un verdadero actor. Sin embargo, a sus 77 a?os, Paul Newman tiene un lugar propio en la historia de Hollywood, no s¨®lo como una de sus mayores estrellas, con t¨ªtulos como El golpe o El color del dinero, sino como uno de los mayores fil¨¢ntropos al frente de la empresa alimentaria Newman's Own, cuyos beneficios est¨¢n ¨ªntegramente dedicados a obras ben¨¦ficas. El estreno -ayer en EE UU y en septiembre en Espa?a- de Camino de perdici¨®n, de Sam Mendes, en la que act¨²a Tom Hanks y que se centra en una familia de g¨¢nsteres en la ¨¦poca de la Depresi¨®n estadounidense, es la ¨²ltima muestra de su talento. Con toda esta carrera a sus espaldas, lo ¨²nico que se toma en serio es la pol¨ªtica actual.
'No quiero ni empezar a hablar del tema, pero me preocupa que el clima de debate, el mayor sost¨¦n de una democracia, est¨¦ seriamente en peligro. La mera sugerencia por parte del Gobierno de EE UU de que un debate pueda ser antipatri¨®tico es un comentario muy peligroso, y me sorprende que la prensa no est¨¦ ofendida por algo as¨ª. Claro que la culpa tal vez sea suya por no exponer las cosas claras. Todos los d¨ªas llenamos las primeras p¨¢ginas con los miles de acres perdidas en los incendios de Colorado y Arizona, pero nadie presta atenci¨®n a que ya se han perdido cuatro millones de acres forestales en Alaska por culpa del efecto invernadero'.
Pregunta. ?Considera su activismo social como una responsabilidad como estrella?
Respuesta. No se trata de ser famoso, sino de ser responsable con la sociedad en la que vives. Lo que me asombra es la cortedad de miras de algunas instituciones y personas. En 1987 el sueldo medio de un presidente de una compa?¨ªa sol¨ªa ser 70 veces el de sus empleados. Ahora es 410 veces mayor. Y lo cierto es que hay personas a las que les cabe tanto dinero en la cartera. Estamos acabando con la clase media y, como dijo Arist¨®teles, el mejor gobierno es el que tiene el menor n¨²mero de gente en ambos extremos. Por eso no es nada excepcional o noble ser un fil¨¢ntropo.
P. ?Ve con este mismo pesimismo la industria de Hollywood?
R. Me tem¨ªa una pregunta as¨ª y no tengo respuesta. Si tienes una buena audiencia, tendr¨¢s un buen filme, pero si la audiencia s¨®lo est¨¢ preocupada por esas pel¨ªculas que s¨®lo apelan a sus sentidos, si s¨®lo esperan una explosi¨®n cada vez m¨¢s grande, eso es lo que tendr¨¢n.
P. En este ambiente, ?qu¨¦ es lo que le mantiene en activo?
R. No tengo la menor idea. Supongo que me atrae que el filme aspire a algo que ayude. O que tenga algo original. Que sea un reto para m¨ª como actor. Pero no tengo ni idea de lo que me atrae. Todo es un capricho.
P. ?Le atrae la interpretaci¨®n tanto como cuando comenz¨®?
R. Probablemente no, porque no tengo que trabajar tanto. Puedo tomar atajos para conseguir lo que quiero y no cometo tantos errores como antes, supongo que se ha vuelto un trabajo m¨¢s f¨¢cil.
P. No es lo que recuerda Tom Hanks, quien asegura que trabajar a su lado fue una experiencia ¨²nica, admirado de su inter¨¦s en los ensayos.
R. Siempre insisto en un periodo de dos semanas de ensayo, que hago gratuitamente, una costumbre que he mantenido en casi todas las pel¨ªculas que he hecho desde 1954. Uno descubre muchas cosas cuando empieza a poner en pie el personaje y, si no ensayas, lo que pasa en la pantalla es puro accidente.
P. ?C¨®mo describir¨ªa su trabajo con Tom Hanks?
R. Tiene un gran talento y es un tipo directo. No tiene nada de vanidad. Creo que los dos compartimos algo de lo que me siento orgulloso, y es que ninguno de los dos nos tomamos muy en serio.
P. ?Ni siquiera cuando le reconocen por la calle?
R. Hace 25 a?os no pod¨ªa ni salir sin que me reconocieran. Ahora puedo ir casi a cualquier sitio sin que me pregunten por mis pel¨ªculas o por mis salsas, porque no saben qui¨¦n soy. Me pongo mi gorra y salgo a pasear. Y no sabe lo feliz que soy.
P. Pero no puede negar que es una leyenda del cine.
R. Eso lo dicen los cr¨ªticos. Mi nieto no piensa as¨ª. Tiene tres a?os y el otro d¨ªa me dijo que su obsesi¨®n es El submarino amarillo. ?A saber lo que me dice cuando tenga seis a?os! No creo que mis logros en la pantalla tengan nada que ver conmigo. De todos los personajes que he interpretado, s¨®lo se me han pegado un par de cosas, y por desgracia fueron de Rocky Graciano (el boxeador de Marcado por el odio). Con ¨¦l me acostumbr¨¦ a escupir por la calle y a blasfemar, algo que odia mi esposa.
P. ?Qui¨¦nes ser¨ªan sus ¨ªdolos?
R. Marlon Brando, Lee J. Cobb, Lawrence Olivier... Muchos. De hecho, me olvido de muchos m¨¢s que merecen estar. Mi esposa, Joanne Woodward, est¨¢ entre ellos. Me matar¨ªa si no lo dijera.
P. ?Se toma m¨¢s en serio su negocio de salsas? Va a cumplir el 20? aniversario de la empresa.
R. Fue un negocio que comenz¨® de broma y luego cobr¨® vida propia. Si llego a saber que iba a hacer tanto dinero, me lo hubiera quedado. Lo digo en broma, pero s¨ª es cierto que nuestra ¨²nica meta fue intentar hacer buenos productos y mantener un cierto sentido del humor. Lo gracioso es que s¨®lo un 30% de los compradores saben que el dinero que pagan va a obras de caridad, as¨ª que las salsas deben de ser mejor de lo que pensaba.
P. ?Para cu¨¢ndo la jubilaci¨®n?
R. Me temo que llevo a?os intent¨¢ndolo y no lo consigo. Hab¨ªa dejado el mundo de las carreras y he regresado. Iba a dejar la empresa de salsas en manos de otros y ah¨ª estoy. Acabo de finalizar la primera obra de teatro en 35 a?os y ha sido como ponerme un rifle en la boca. Y a¨²n quiero hacer una nueva pel¨ªcula con Joanne. As¨ª que no parece muy probable que me vaya a retirar.
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