Con el hombre y la naturaleza
En los ¨²ltimos a?os de los sesenta se produjo un quiebro sustancial en la pr¨¢ctica art¨ªstica que provoc¨® una s¨²bita redefinici¨®n del arte, lo que origin¨® una serie de manifestaciones y tendencias que han pasado de la cr¨ªtica a la historiograf¨ªa bajo t¨ªtulos como land art, arte conceptual, minimalismo o arte povera. Cuando ahora utilizamos estos vocablos estamos estereotipando unas ideas y unas acciones que han quedado condicionadas por aquellos nombres que el mercado del arte ha encumbrado como im¨¢genes de marca del quehacer de la ¨¦poca, ensombreciendo a otros. ?ste es el caso de Roger Ackling (Londres, 1947), quien ha quedado parcialmente eclipsado por la figura de Richard Long.
ROGER ACKLING
Galer¨ªa Elvira Gonz¨¢lez. General Casta?os, 3. Madrid Hasta el 29 de julio
La obra de Ackling responde, sin embargo, como muy pocas al esp¨ªritu de una ¨¦poca. Es minimalista en cuanto que en ella aparecen l¨ªneas tersas y rectas que conforman figuras primarias, pertenece al land art ya que el artista trabaja sobre viajes y paseos en los que anota incidentes y recoge objetos, es povera en cuanto que esos objetos sobre los que trabaja son piezas de desecho y se puede considerar conceptual ya que su trabajo responde a un ideario que hunde sus ra¨ªces en la filosof¨ªa zen. Pero, a pesar de poder rastrear en el arte de Ackling todas estas referencias, no se trata de una obra ecl¨¦ctica, sino de un trabajo muy personal basado en una ejecuci¨®n artesanal que probablemente nadie m¨¢s podr¨ªa realizar.
Desde 1974 sus obras est¨¢n formadas por peque?os fragmentos de madera, que han sido erosionados por el paso del tiempo y por el uso, sobre los que el artista graba unas finas l¨ªneas paralelas que genera quemando sus superficies con el calor producido por una lupa. En este sentido, estas obras son el testimonio de un proceso, de un hacer en el que hombre y naturaleza se al¨ªan en una producci¨®n art¨ªstica.
T¨¦cnicamente estas obras podr¨ªan ser grabados, concretamente pirograbados, pero parecen querer mostrar la ambig¨¹edad en la que han ca¨ªdo los g¨¦neros en la posmodernidad al situarse entre la escultura, a la que pertenecer¨ªa por su condici¨®n volum¨¦trica y material, y la pintura, cuya esencia es mostrar im¨¢genes superficiales.
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