Tres directivos ir¨¢n a juicio por abrir el 'e-mail' de un empleado
Petici¨®n de 5 a?os de c¨¢rcel para altos cargos del Deutsche Bank
Tres directivos del Deutsche Bank en Espa?a ser¨¢n juzgados pasado el verano en Barcelona, acusados de un delito continuado de descubrimiento y revelaci¨®n de secretos presuntamente cometido al interceptar y reproducir el contenido de los mensajes electr¨®nicos que envi¨® desde su puesto de trabajo un empleado que acab¨® siendo despedido por este motivo. La acusaci¨®n solicita cinco a?os de prisi¨®n para cada uno.
La titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Barcelona, Eugenia Canal, ha abierto juicio oral contra los tres directivos al atender la petici¨®n del abogado de la acusaci¨®n, Carlos S¨¢nchez Almeida, pues el fiscal siempre ha solicitado el archivo de la causa. Las tres personas que se sentar¨¢n en el banquillo son Juan Cruz Alcalde, director de recursos humanos del Deutsche Bank en Espa?a; Jos¨¦ Antonio Soler Le¨®n, director de relaciones laborales, y Alberto Faul¨ªn, responsable de inform¨¢tica de la entidad. La magistrada pide a los acusados que abonen una fianza de 30.000 euros (cinco millones de pesetas) para asegurar las responsabilidades civiles derivadas del proceso.
En la causa estuvieron inculpados otros dos directivos del banco que finalmente han quedado exculpados: Juan Carlos Garay, consejero delegado de la entidad, y Fernando Miguel Olalla, quien tambi¨¦n fue jefe de recursos humanos. Gregorio Gim¨¦nez Rom¨¢n, el empleado, fue despedido a ra¨ªz de estos hechos, que arrancan del mes de noviembre de 1999, cuando los directivos del banco, seg¨²n el abogado del trabajador, 'decidieron interceptar su correo electr¨®nico con el fin de obtener pruebas con las que sustentar un eventual despido'. En la ¨¦poca en que ocurrieron los hechos Gim¨¦nez impulsaba un sindicato de empleados del banco.
Despedido
El caso es que la direcci¨®n del banco pudo probar que Gim¨¦nes envi¨® 140 e-mails en dos meses a diversas direcciones electr¨®nicas, que fueron le¨ªdos por los acusados sin comunic¨¢rselo al trabajador. Gim¨¦nez acab¨® siendo despedido y los correos electr¨®nicos fueron empleados como prueba de la direcci¨®n, pero la justicia dio la raz¨®n al trabajador y orden¨® su readmisi¨®n al considerar que se hab¨ªa vulnerado su libertad sindical. Sin embargo, la empresa recurri¨® ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, que aval¨® el despido y lo justific¨®, entre otros motivos, por el tiempo que el trabajador emple¨® en enviar los e-mails. Gim¨¦nez recurri¨® entonces ante el Tribunal Supremo, que desestim¨® su pretensi¨®n, y ahora ha acudido al Tribunal Constitucional.
Al margen de la v¨ªa laboral, el empleado decidi¨® querellarse contra la direcci¨®n del banco y esa iniciativa ha concluido ahora con la apertura de juicio oral contra los directivos. Gim¨¦nez llevaba trabajando en el banco desde 1971 y nunca hab¨ªa sido sancionado. Desde el despido, padece un trastorno depresivo y est¨¢ en tratamiento psiqui¨¢trico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.