Seis ni?os mueren en Holanda en un incendio causado por su padre

Seis hermanos de edades comprendidas entre los 4 y los 12 a?os fallecieron ayer en el incendio de su domicilio en la ciudad de Roermond, al sur de Holanda. Todo apunta a que el siniestro, que ha conmocionado al pa¨ªs, pudo haber sido provocado por el compa?ero de la madre, herida grave al saltar por una ventana huyendo de las llamas. Otra de sus hijas, de nueve a?os, es la ¨²nica superviviente.

Esta ni?a se alojaba en casa de unos parientes cuando ocurrieron los hechos. La familia ten¨ªa problemas hac¨ªa tiempo y recib¨ªa ayuda de los servicios sociales. La tragedia empez¨® a fraguarse hacia las tres de la madrugada. El compa?ero de la madre que, seg¨²n los vecinos, es tambi¨¦n el padre de los ni?os, regres¨® a esa hora ebrio. La pareja se enzarz¨® en una fuerte discusi¨®n mientras los peque?os dorm¨ªan y el var¨®n abandon¨® el domicilio dando un portazo. Minutos despu¨¦s la casa entera ard¨ªa y los vecinos vieron asomarse a la ventana a los hijos mayores gritando envueltos en llamas. 'Vi a una de las ni?as. Lloraba y ped¨ªa ayuda y ninguno pod¨ªamos ayudarla. Ha sido espantoso', dijo una de las testigos, que pas¨® el resto de la noche sin poder regresar a su hogar.

Los bomberos de Roermond acudieron de inmediato, pero los seis ni?os hab¨ªan fallecido asfixiados en sus habitaciones cuando llegaron hasta ellos. La madre, de 35 a?os, sufri¨® heridas muy graves al saltar por la ventana. El ¨²nico de sus hijos, de ocho a?os, que pudo ser rescatado con vida, muri¨® poco despu¨¦s en el hospital. En cuanto al compa?ero, de 34 a?os, volvi¨® al barrio en pleno fuego y empez¨® a golpear a los agentes y a los enfermeros de las ambulancias estacionadas frente a la casa. Ayer permanec¨ªa detenido en una c¨¢rcel 'alejada de la ciudad', para evitar represalias por parte de otros reclusos. La fiscal¨ªa, que espera los informes de la polic¨ªa, barajaba anoche tres posibles cargos: asesinato, homicidio o incendio provocado.

Problemas de pareja

'Roermond entero est¨¢ de duelo. Nuestros pensamientos est¨¢n con los familiares de los fallecidos en una tragedia que nadie pod¨ªa prever', dijo ayer con voz entrecortada Herman Kaiser, alcalde de la ciudad. Su propia esposa, que trabaja como voluntaria en los servicios sociales locales, hab¨ªa visitado a menudo a la familia. Los asistentes sociales no han querido dar explicaciones, pero los vecinos han se?alado que la madre ten¨ªa problemas de adicci¨®n al juego y el padre era un alcoh¨®lico. Los siete hijos estaban a menudo solos y, cuando les invitaban, com¨ªan con conocidos del barrio.

Una hora despu¨¦s de declararse el incendio, el alcalde convoc¨® a un grupo de expertos en estr¨¦s postraum¨¢tico para atender tanto a los bomberos como a los enfermeros y vecinos que presenciaron lo ocurrido. Desolado, uno de los bomberos tuvo que ser confortado por los psic¨®logos poco despu¨¦s de que los cad¨¢veres de los ni?os fueran sacados de la casa. Varios de sus colegas permanecieron sentados largo rato en la acera con la mirada perdida y acudieron luego al polideportivo de la ciudad, donde les esperaban los psic¨®logos. 'Mucha gente necesitar¨¢ ayuda en los pr¨®ximos d¨ªas', a?adi¨® el alcalde. Tambi¨¦n ser¨¢ analizada la actuaci¨®n de los servicios sociales.