Un sue?o asequible

Juan Hurtado es un hombre forjado a s¨ª mismo en la b¨²squeda de un sue?o. Hacer realidad su ilusi¨®n desde que empez¨® a trabajar en una planta catalana de carrocer¨ªas le ha llevado toda una vida. Ahora, con 59 a?os, disfruta junto a su familia del comienzo del ¨¦xito de su idea, crear su propio modelo de coche, inspirado en los roadster descapotables de los a?os cincuenta, que tanta gente tach¨® de peregrina durante demasiado tiempo.

Hurtado naci¨® en Abla, Almer¨ªa, en 1943. Con apenas diez a?os emigr¨® con su familia a Catalu?a y, al poco, empez¨® a trabajar en Tarrasa, en la planta de una empresa auxiliar de Seat que montaba las carrocer¨ªas del modelo 800 de cuatro puertas. ?se fue su primer contacto con el mundo del motor, al que ya ligar¨ªa el resto de su vida.

'Preparamos coches inspirados en los Morgan, los Jaguar y los Lotus, pero siempre conservando el aire retro', asegura.

'Volv¨ª a Andaluc¨ªa a mediados de los sesenta, despu¨¦s de hacer el servicio militar en Cartagena. Conoc¨ª a mi mujer y me establec¨ª en Granada', recuerda Hurtado. Ese dato de su vida personal, accidental quiz¨¢s en su trayectoria profesional, fue determinante para la posterior creaci¨®n de una empresa que ahora, en Maracena, no s¨®lo da empleo a sus cuatro hijos sino que ocupa a 14 personas m¨¢s.

'En Guadix, en 1967, abr¨ª mi primer taller de reparaciones. Y ya luego, cre¨¦ Talleres Hurtado, en Granada'. Por necesidad, repar¨® coches. Su sue?o, siempre fue crearlos. 'Pero en aquella ¨¦poca, la burocracia no era lo que es ahora. Nunca nadie me dio facilidades ni crey¨® en mi proyecto. Pero yo siempre tuve un departamento de dise?o en mi taller, en el que echaba horas perfilando los detalles del coche con el que so?aba', se?ala Hurtado, quien, por si acaso, y como demostraci¨®n de que no era tan f¨¢cil hacerle renunciar a su ilusi¨®n, registr¨® Hurtan como marca comercial en 1968.

Con su negocio convencional m¨¢s o menos consolidado -'no mucho, pero es que se me hac¨ªa tarde si no', puntualiza-, Juan Hurtado se lanz¨® en los ochenta a dise?ar el que ser¨ªa su sue?o hecho realidad, un peque?o descapotable inspirado en los coches cl¨¢sicos, de ¨¦poca, de mitad de siglo.

Pero, con su primer coche ya construido, volvi¨® a encontrar el mismo problema que dos d¨¦cadas antes: nadie apostaba por la idea de fabricar un coche de lujo en Espa?a.

El empresario granadino tuvo que esperar hasta 1996 para ver luz al final del t¨²nel. Entonces, un amigo suyo le anim¨® a llevar su prototipo, el primer Hurtan, que a¨²n conserva, al expositor que aqu¨¦l mont¨® en la Feria de Muestras de Granada. 'Caus¨® sensaci¨®n, y empezaron a llegarnos los encargos. Cuando homologamos los modelos, uno de dos plazas y otro de cuatro, empezamos a venderlos en 1997. Y ya hay 300 ejemplares en la calle', cuenta orgulloso el padre de la criatura.

Cinco a?os despu¨¦s, Hurtan SL es una realidad empresarial que factura 1,4 millones de euros y vende entre 60 y 80 veh¨ªculos por a?o. 'Y eso que no tenemos suficiente respaldo financiero como para producir por adelantado. S¨®lo podemos atender encargos'.

Todo en el Hurtan es artesanal: carrocer¨ªa, tapicer¨ªa, instalaci¨®n el¨¦ctrica. Los coches montan motores Renault. 'Son los del primer Cl¨ªo y los ¨²ltimos R 5'. Con una potencia de entre 60 y 80 caballos, y entre 1.100 y 1.400 cent¨ªmetros c¨²bicos, alcanzan velocidades m¨¢ximas de 160 kil¨®metros por hora y se venden desde 16.800 euros. El cliente puede elegirlo, menos el motor, casi todo. Color, n¨²mero de plazas, tapicer¨ªa, capota r¨ªgida o m¨®vil, faros exteriores o integrados. Hasta el color de los relojes indicadores del salpicadero.

Junto a Hurtado, en la empresa trabajan sus hijos Francisco, Juan Ignacio, Rosa y Sonia, de entre 31 y 25 a?os. Ellos son los que, adem¨¢s de trabajar en el dise?o y fabricaci¨®n de los coches, suplen la ausencia de una estructura comercial para viajar por toda Espa?a y Europa, de muestra en muestra, dando a conocer su producto.

Hurtado cuenta que hay muchos famosos entre su clientela, pero que mantiene en ese asunto tanta discreci¨®n como mimo en la elaboraci¨®n de los veh¨ªculos. El modesto empresario anda enfrascado en dise?ar nuevos modelos, que montar¨¢n los motores del Cl¨ªo 2002. Conservando el aroma que tienen los sue?os hechos realidad.