Desleninizaci¨®n
El nuevo Gobierno de Aznar presenta una clara tendencia a la desleninizaci¨®n que ha costado el puesto a las se?oras Birul¨¦s y Celia Villalobos, ha debilitado la posici¨®n ministerial de Piqu¨¦ y s¨®lo queda Pilar del Castillo donde estaba, como musa de lo que fue la fracci¨®n leninista del centrismo espa?ol. Birul¨¦s, Villalobos, Piqu¨¦, Del Castillo, se formaron pol¨ªticamente en la izquierda universitaria, en aquellos tiempos en los que sus futuros compa?eros del PP se preparaban a la conquista del Estado por la v¨ªa de las oposiciones, de la herencia del abuelo o de la mayor¨ªa natural y no formaba parte de sus obsesiones la de tocarle nada, absolutamente nada, a lo que quedaba de franquismo. Cada ¨¦poca construye sus ruinas, y la del franquismo la constru¨ªan sus hijos y nietos a comienzos de la d¨¦cada de los setenta.
El nuevo Gobierno presenta la aportaci¨®n deslumbrante de la se?ora De Palacio, ministra de Exteriores y hermana de Loyola de Palacio, que es ya una venerada aunque activa reliquia de la pol¨ªtica espa?ola, con m¨¢s motivos, yo creo, incluso que el brazo incorrupto de santa Teresa, ap¨¦ndice en paradero injustamente desconocido. Los hermanos Karamazov, los hermanos Goytisolo y ahora las hermanas De Palacio demuestran que la herencia gen¨¦tica crea camadas fraternas de genios, porque a las De Palacio todav¨ªa les queda otra hermana; los Karamazov no eran tres, sino cuatro, y varias veces soport¨® Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo la broma de que ten¨ªa un cuarto hermano escondido que escrib¨ªa, de momento, clandestinamente y mejor que ¨¦l, Juan o Luis.
El nuevo Gobierno es m¨¢s aznarista que el anterior y refuerza la posici¨®n de Rajoy, que ser¨¢, sin duda, un gran ministro portavoz, porque el poli y megapol¨ªtico gallego controla el ritmo que regula la relaci¨®n entre pensamiento y palabra. Si la fracci¨®n leninista presente en el anterior Gobierno hay que contemplarla como un exceso oportunista calculado, aunque algo desmesurado (ni en tiempos del Frente Popular, dirigido por Largo Caballero o Negr¨ªn, hubo tantos leninistas en el Gobieno espa?ol), Rajoy enmienda el exceso posbeatle que representaba P¨ªo Cabanillas, a manera de Peter Pan anclado en tiempos contraculturales, inaceptables en la nueva l¨®gica de la mayor¨ªa natural.
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