De sueldos y blindajes

El pulso entre el antiguo equipo directivo de L'Alian?a, encabezado por Ram¨®n Carranza y Susanna Mart¨ªn, y la entidad, intervenida por la Generalitat el pasado 14 de marzo, se escenific¨® ayer en el Juzgado de lo Social n¨²mero dos de Barcelona.

El caso que tiene sobre la mesa el juez Luis Mart¨ªn de Nicol¨¢s Mu?oz no entra en la facturaci¨®n irregular detectada en la principal mutua de Catalu?a, desencadenante de la intervenci¨®n y que, seg¨²n declar¨® ayer el administrador de L'Alian?a nombrado por la Generalitat, Enric Mangas, 'todav¨ªa contin¨²a'. Tampoco entra en la delicada situaci¨®n financiera de la entidad, con m¨¢s de 200.000 socios, en la que se bas¨® el Gobierno catal¨¢n para intervenirla.

Carranza renunci¨® a indemnizaciones de m¨¢s de 90.000 euros pero se subi¨® el sueldo

El juez debe decidir si el cese de ambos ex directivos, junto con los de Xavier Caufap¨¦, Francesc ?vila y Miguel D¨ªaz S¨¢nchez, fue un despido t¨¢cito que deriv¨® en improcedente, como sostuvo su abogada Sylvia Parcerisas.

En juego, las indemnizaciones. La prevista en el contrato de Carranza es de 90.151 euros (15 millones de pesetas), tras renunciar a cantidades superiores previstas cuando accedi¨® al cargo en 1996. Pero, a cambio, Carranza lo compens¨® con una significativa subida de sueldo. Sumando la parte fija y la parte variable, su retribuci¨®n pas¨® de los cerca de 222.374 euros percibidos en 1997 a 306.516 euros a partir del a?o 1998.

En el caso de Susanna Mart¨ªn, ex directora general adjunta de la filial de hospitales Carsa y presidenta del consejo de L'Alian?a, ambas partes discreparon sobre el importe, a partir de la interpretaci¨®n de las f¨®rmulas que posibilita su contrato (45 d¨ªas por a?o o tres a?os de sueldo). La cantidad va de los 540.910 euros que sostiene Mart¨ªn a los 799.346 que sostiene la mutua. El consejero de Econom¨ªa, Francesc Homs, habl¨® en el Parlament de un blindaje de 900.000 euros.

A preguntas del abogado de la mutua, Ramon Vallb¨¦, Mart¨ªn hizo valer su antig¨¹edad de 17 a?os en la empresa para explicar que cobrara mucho m¨¢s que su superior jer¨¢rquico en Carsa, Xavier Caufap¨¦ (en 2000, 32 millones de pesetas frente a 21 millones).

Pero la l¨ªnea argumental de Vallb¨¦, en representaci¨®n de L'Alian?a, va m¨¢s all¨¢ de cuant¨ªas: los demandantes habr¨ªan tejido en provecho propio 'una red de complicidades' simultaneando su presencia en el consejo de L'Alian?a con su condici¨®n de empleados de sus empresas participadas (Carsa y Gecesa). Ello les habr¨ªa permitido saltarse el consejo de administraci¨®n de la entidad y no informarle sobre sueldos ni blindajes.

Los ex directivos lo negaron de plano. Insistieron, por ejemplo, en que Mart¨ªn hab¨ªa cambiado de tareas al pasar a ser directora adjunta de Carsa en lugar de serlo de L'Alian?a en diciembre de 1999, pocos d¨ªas antes de convertirse en presidenta del consejo de la mutua. En favor de Mart¨ªn, cuyo despacho estaba entre el de Carranza y el de Caufap¨¦ (ex responsable de Carsa) no jug¨® la declaraci¨®n del director de personal de la mutua, Sebasti¨¤ Castells. Dijo que las tareas eran las mismas y que participaba 'en un mismo equipo'.

Los ex directivos alegaron tambi¨¦n que estas acusaciones no son nuevas, ya que fueron objeto de una inspecci¨®n en 2000 que dio por bueno el organigrama directivo. Pero los contratos que Econom¨ªa tuvo en sus manos ten¨ªan borradas las retribuciones, lo que imped¨ªa calcular el coste de las indemnizaciones. Mart¨ªn y Carranza se hab¨ªan resistido a desvelar los sueldos al representante de CC OO en el consejo de L'Alian?a, Antoni Tu¨¤, que ayer compareci¨® como testigo.