La moda
La moda, esa suave violencia es el t¨ªtulo de una parte del trabajo de investigaci¨®n de Rosa Mart¨ªnez, una antrop¨®loga sevillana, sobre las representaciones sociales del cuerpo como reflejo de las tensiones sociales y de una ideolog¨ªa.
Son muchos los temas interesantes que trata, partiendo de la base de que el traje significa independientemente de la voluntad de comunicar que tenga quien lo lleve puesto; significa, por ejemplo, la mayor o menor integraci¨®n del portador en la sociedad en la que vive, y representa as¨ª los valores de esa sociedad. Y si los representa tambi¨¦n los puede manipular desde una ideolog¨ªa hasta hacer aparecer como realidad lo que s¨®lo es simulaci¨®n.
Siempre ha habido una diferencia social y sexual en la indumentaria, y es a finales del XVI cuando, seg¨²n la autora, comienza la 'ideologizaci¨®n y personalizaci¨®n del traje en hombres y mujeres con corpi?os y artificios barrocos, sin que ello afecte a las clases populares, desde luego. Tras la Revoluci¨®n Francesa se reacciona contra la ostentaci¨®n y la ¨¦tica protestante presenta modelos austeros diferenciando ambos g¨¦neros. En el XIX los hombres visten uniformados y las mujeres evolucionan de nuevo hacia la incomodidad de cintas, pliegues y sombreros. Las dos guerras mundiales incorporan a la mujer al trabajo con ropa c¨®moda. Y en el XX hemos tenido de todo, fajas y cors¨¦s, a?os libertarios, y una nueva presi¨®n de la moda femenina con apariencia juvenil'.
La autora cita a Baudrillard para afirmar que nos encontramos en la Era de la Simulaci¨®n, la era en la que las personas desean parecerse a las im¨¢genes que funcionan como modelos, una consecuencia de la sociedad de consumo. Pero como ese modelo suele ser inalcanzable, por perfecto y por inexistente, lo que se genera es una situaci¨®n de insatisfacci¨®n personal que arrastra, sobre todo a las mujeres, a la anorexia y a terminar con el cuerpo cortado, cosido y relleno. No deja de ser un modo de violencia de la moda, quiz¨¢ sin deliberada perversi¨®n, sino aprovechando la sumisi¨®n a la que hombres, y mucho mayor n¨²mero de mujeres, han sido sometidos durante siglos. Violencia y sumisi¨®n que s¨®lo son posibles si son consentidas.
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