Atapuerca se informatiza gracias a las tecnolog¨ªas inal¨¢mbricas
Los paleont¨®logos sustituyen los cuadernos por agendas electr¨®nicas
Al borde de un corte de una docena de metros de altura, en el nivel TD-10 del yacimiento de la Gran Dolina, un grupo de paleont¨®logos se afanan con peque?as palas, brochas y pinceles sobre el terreno, apretujados en un espacio de 50 metros cuadrados y 300.000 a?os de antig¨¹edad.
Bajo sus pies se acumulan como capas de hojaldre hasta un mill¨®n de a?os de historia, bajo el terreno en forma de restos ¨®seos, rudimentarias herramientas y frugales despojos alimenticios. Unos metros por encima del yacimiento, en medio de la sierra de Atapuerca, se divisan los campos burgaleses.
Los paleont¨®logos parecen realizar un trabajo tedioso, acostados sobre el terreno, que cepillan cuidadosamente con sus pinceles. A su ritmo, en cada campa?a anual de verano, que dura dos meses, despejan una capa de 15 cent¨ªmetros del terreno. La nueva tecnolog¨ªa donada por IBM, actualmente en pruebas, pretende agilizar las labores de campo y el an¨¢lisis de los datos de cada uno de los peque?os f¨®siles.
Un cuaderno electr¨®nico
Cada vez que uno de los investigadores da con un registro paleontol¨®gico debe anotar una serie de datos, como su posici¨®n, su orientaci¨®n, el tipo de objeto, las dimensiones, etc¨¦tera.
Hasta ahora se hac¨ªa en un cuaderno y se escrib¨ªan los mismos datos en una etiqueta que se colocaba en la bolsa donde se guardaba el objeto. A partir de ahora los investigadores podr¨¢n consignarlos en los asistentes electr¨®nicos (PDA) en el mismo momento de desenterrarlo. 'El a?o pasado', dice Eudald Carbonell, director cient¨ªfico del yacimiento, 'fue especialmente fruct¨ªfero, el equipo hall¨® 20.000 registros f¨®siles'. En un d¨ªa normal, explica un investigador, pueden obtenerse un millar de ellos.
Sobre tablones de madera que se cruzan de un lado a otro en el yacimiento se reparten una decena de asistentes digitales. Una amplia cuadr¨ªcula trazada con cuerdas tirantes cubre el terreno y sirve para localizar los hallazgos; otros cordones de referencia penden de una amplia cubierta met¨¢lica que protege el yacimiento. La profundidad del f¨®sil se determina con un nivel l¨¢ser.
De las herramientas l¨ªticas que se desentierran a las novedosas redes wireless, las tecnolog¨ªas desplegadas sobre el terreno no dejan de sorprender.
Despu¨¦s que un investigador introduce la informaci¨®n en el asistente, ¨¦sta salta a trav¨¦s de una conexi¨®n inal¨¢mbrica a una peque?a impresora (de las dimensiones de un walk-man) que proporciona una etiqueta identificativa y a un port¨¢til donde queda almacenada en una base de datos.
De esta manera, explica un paleont¨®logo, se ahorran la tarea posterior de introducirlos a mano. Unos 130 investigadores se reparten entre los siete yacimientos.
Duplicar el ritmo
El sistema permitir¨¢ agilizar la tarea en el yacimiento, hasta duplicar el ritmo de trabajo. 'Creemos que se puede reducir el tiempo necesario para la toma de datos manual el 50%', asegur¨® la presidenta de IBM Espa?a, Amparo Moraleda, en la presentaci¨®n del proyecto.
Es una contribuci¨®n a la preservaci¨®n de la cultura dentro de las actuaciones sociales de IBM, seg¨²n Moraleda, que considera esto 'una muestra de lo que la tecnolog¨ªa inal¨¢mbrica nos va a permitir a todos'.
A 15 kil¨®metros de Burgos, el yacimiento de Atapuerca salt¨® a la fama en 1994 tras el hallazgo de restos de ancestros humanos de 800.000 a?os de antig¨¹edad, un nuevo eslab¨®n desconocido en la historia de la humanidad al que se bautiz¨® Homo anteccesor.
La Fundaci¨®n Atapuerca, encargada de las tareas de investigaci¨®n, est¨¢ constituida por la Universidad Rovira i Virgili, la Universidad Complutense y el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, entre otras instituciones.
Tres saboressin cables
Conexi¨®n infrarroja, bluetooth y wi-fi (802.11b): tres sabores inal¨¢mbricos diferentes para enlazar todos los elementos tecnol¨®gicos repartidos en uno de los yacimientos en Atapuerca. Los t¨¦cnicos de IBM han conectado los asistentes digitales (PDA) con las peque?as y resistentes impresoras mediante infrarrojos, ya que estar¨¢n justo al lado cuando acudan a recoger la etiqueta. El asistente se comunica con un repetidor (pasarela) en las inmediaciones mediante una conexi¨®n bluetooh (una tarjeta wi-fi har¨ªa m¨¢s voluminoso el artilugio y consumir¨ªa m¨¢s bater¨ªa). Mediante una red wireless LAN (802.11b) el repetidor enlaza con el port¨¢til que act¨²a como servidor y donde se almacena la base de datos de los registros f¨®siles. El software y todo el hardware es de International Business Machines.
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