Ni igualdad real ni adopci¨®n
La medida anunciada ayer por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallard¨®n se circunscribe al ¨¢mbito de competencias auton¨®mico. Concretamente, ci?e la equiparaci¨®n de las parejas de hecho, sea cual sea su orientaci¨®n sexual, exclusivamente a los 'derechos que la legislaci¨®n de derecho p¨²blico de la Comunidad de Madrid reconoce a las parejas que han contra¨ªdo matrimonio'. Esta circunstancia impide una equiparaci¨®n plena, de tal modo que no se reconoce la adopci¨®n ni el matrimonio a los homosexuales (la primera competencia no ha sido traspasada y la segunda requiere cambiar el C¨®digo Civil).
La posibilidad de que el Gobierno regional permitiera la acogida est¨¢ avalada por un estudio que la comunidad encarg¨® a la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad de Sevilla y al Colegio de Psic¨®logos de Madrid sobre el desarrollo de los ni?os en familias formadas por gays o lesbianas. Las conclusiones del informe, que se present¨® el pasado d¨ªa 4, se?alaban que los ni?os que se educaban con gays o lesbianas 'presentan una autoestima de nivel medio-alto, as¨ª como un buen ajuste emocional y una buena integraci¨®n'. 'No existen apenas diferencias entre los hijos e hijas de familias compuestas por parejas heterosexuales', conclu¨ªan los autores del informe, que encarg¨® el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro N¨²?ez Morgades.
Para la presidenta del Colectivo de Gays y Lesbianas de Madrid (Cogam), Boti Garc¨ªa Rodrigo, la ley de Ruiz-Gallard¨®n revela las insuficiencias que a¨²n hay en Espa?a respecto a la equiparaci¨®n de las parejas de homosexuales. 'Somos menos iguales que los heterosexuales', afirma. Para empezar, sigue sin reconocerse a nivel estatal el matrimonio entre homosexuales, la gran demanda de los grupos de gays, lesbianas y transexuales. 'Con ello no har¨ªan falta tantas leyes auton¨®micas', afirma. 'Adem¨¢s, se pide un tiempo de convivencia de un a?o para poder inscribirse en el registro. Esto es tan rid¨ªculo como si a un matrimonio se le exigiera que mantuviera relaciones prematrimoniales durante un a?o antes de ir al juzgado', ironiza.
Tambi¨¦n las condiciones para romper la relaci¨®n son distintas. Las parejas pueden pactar su r¨¦gimen econ¨®mico, lo que puede ser 'injusto' para una de las partes, que acepta la situaci¨®n con tal de reconocer su estatus.
La profesora de Derecho Civil de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia, Teresa Bendito, apunt¨® que esta situaci¨®n tambi¨¦n 'podr¨ªa tener ventajas'. 'Para romper una relaci¨®n basta con que uno de los miembros tome la decisi¨®n', explic¨®. Boti Garc¨ªa contesta: 'Es como decir que nuestras parejas son menos importantes'.
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