El amargo lenguaje del exilio
Quiz¨¢ toda la literatura surja en realidad de una sensaci¨®n de exilio y de una movilidad de la letra que no quiere ni puede fijarse. Existe desde luego una alta porci¨®n de poes¨ªa inscrita bajo el signo del vagabundeo, poes¨ªa del exilio, que se declara en trashumancia permanente respecto a las fronteras, los lugares asentados, las jerarqu¨ªas.
Pero si en un libro anterior de la poeta uruguaya Cristina Peri Rossi -Descripci¨®n de un naufragio (1975)- el nomadismo ten¨ªa un rostro marcadamente geopol¨ªtico y una significaci¨®n ideol¨®gica clara, en el que ahora reedita Lumen -Di¨¢spora, publicado por primera vez en 1976- el hecho crucial del destierro se encara de un modo m¨¢s ¨ªntimo y tambi¨¦n, parad¨®jicamente, de manera m¨¢s literaria y hasta m¨¢s ontol¨®gica.
DI?SPORA
Cristina Peri Rossi Barcelona. Lumen, 2002 103 p¨¢ginas. 11,42 euros
El pasaje, el ¨¦xodo parecen la condici¨®n humana por naturaleza y, ante todo, se han vuelto una circunstancia tan com¨²n, que el exilio no resulta ya la experiencia del estar fuera de lo propio, sino el sentimiento de lo propio mismo, componente ineludible suyo.
Ahora bien, cada migraci¨®n tiene sus protocolos. Conviene, por tanto, dilucidar la peculiaridad que alcanza en la obra de Peri Rossi y, sobre todo, en qu¨¦ campos de batalla se dirime. Porque, en su caso, exilio equivale a p¨¦rdida en una acepci¨®n general y desgarrada del t¨¦rmino.
De ah¨ª, se deriva la irremediable
nostalgia del tono, nostalgia, no obstante, atemperada por la iron¨ªa. La escritura de Peri Rossi sabe circular a medias de la caricia y el zarpazo y, lo que es m¨¢s interesante y se?alaba de ella ?ngel Rama, a medias del antiesteticismo por ideolog¨ªa y de la est¨¦tica por inclinaci¨®n. Sus poemas combinan as¨ª la nota letrada y la posici¨®n disidente. Y es probable que sea en este punto donde el libro ha envejecido contra la opini¨®n de su autora. Lo ha hecho en detalles circunstanciales, en ciertos motivos literarios -la rebeld¨ªa de Alejandra Pizarnik, la defensa en ese instante l¨®gica del lesbianismo, la pedofilia escandalosa para los biempensantes de Lewis Carroll- que, invocados entonces, parec¨ªan ofrecer a aquellos a?os un aire a?adido de subversi¨®n culta o de marginalidad cosmopolita.
Esos peque?os anacronismos no consiguen entorpecer la radiograf¨ªa del exilio que es su mayor valor. En concreto, dos son los frentes en los que el an¨¢lisis que postula se ejerce: en el terreno doble del lenguaje y del amor, en la distancia que ambos constatan y de la que ambos est¨¢n compuestos: distancia entre el ser y su nombre en el primer caso y entre el que ama y lo que se ama en el segundo.
Si esta ¨²ltima ruptura resulta una condena ineludible, la escisi¨®n del vocablo y su referente no lo es menos. El lenguaje se piensa aqu¨ª como exilio del sentido, un significado improbable que se ha ausentado tambi¨¦n para siempre y que es inalcanzable con la fr¨¢gil complicidad de las palabras. Di¨¢spora se hace eco de esa falta y la constataci¨®n que de ello realiza se ha convertido ya en esencial para la poes¨ªa tr¨¢nsfuga de nuestro tiempo.
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