Oposiciones: nepotismo
La degradaci¨®n de nuestra democracia es un hecho alarmante. Un caso: las oposiciones llevadas a cabo en la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico de Madrid. Concretemos: el Tribunal de la Especialidad de Dramaturgia.
1. Elecci¨®n del tribunal: a dedo. La ley dice que 'los vocales ser¨¢n designados por sorteo p¨²blico entre el profesorado de la misma especialidad, del mismo cuerpo o de otras administraciones educativas'. Pues bien, dos vocales de este tribunal son profesoras de canto. No poseen la titulaci¨®n requerida, ni idoneidad y conocimientos adecuados. El hecho es grave, dado que existe otro profesorado que s¨ª posee la capacidad, titulaci¨®n y competencia probada, al que se ha excluido del sorteo y la designaci¨®n, como son catedr¨¢ticos y titulares de la propia RESAD, de la Universidad o de la ense?anza secundaria.
Una de las tres plazas ha sido dada a una compa?era de conservatorio de dos vocales, profesora a su vez de canto italiano. ?Sus conocimientos teatrales? Una tesis sobre Pirandello, autor que cay¨® en la primera prueba. Esta opositora ha recibido notas m¨¢ximas en todas las pruebas. En publicaciones, por ejemplo, tiene el doble de puntuaci¨®n que el que suscribe. Sorprendido, acud¨ª a los servicios inform¨¢ticos de la biblioteca de la RESAD para conocer las publicaciones de esta opositora: ni una sola. Puls¨¦ mi nombre y aparecieron 48 entradas de mis 20 a?os de publicaciones teatrales.
2. Car¨¢cter p¨²blico y transparencia: ninguna. El tribunal estableci¨® la norma de que a las sesiones p¨²blicas podr¨ªa acudir cualquier ciudadano menos los opositores. S¨®lo los tribunales militares franquistas ten¨ªan esa potestad. Para comprobarlo, me present¨¦ a la lectura p¨²blica del ejercicio de la citada 'opositora'. El presidente del tribunal me expuls¨® de la sala. Dado que exist¨ªan testigos, entregu¨¦ de inmediato un escrito de impugnaci¨®n. La justicia dir¨¢. Un m¨ªnimo de dignidad democr¨¢tica me obliga llevar este caso a los tribunales. Transigir con atropellos as¨ª debilita nuestra democracia, cada vez m¨¢s parecida a la democracia org¨¢nica franquista. Que el miedo a represalias ate la lengua de muchos profesores y opositores es todav¨ªa m¨¢s preocupante.- Santiago Tranc¨®n. Madrid.
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