Fracasos de Ortega y Finito

Tercer domingo consecutivo en la Monumental con cambios en el cartel debido a los numerosos heridos y lesionados. Esta vez fue Francisco Rivera Ord¨®?ez el que no pudo acudir a la cita por no hallarse recuperado todav¨ªa de su lesi¨®n en el codo y fue sustituido por el sevillano-catal¨¢n Antonio Barrera.

Despu¨¦s de haber sido muy bien banderilleado por Curro Cruz, el primero de la tarde lleg¨® a la muleta desarrollando sentido, por lo que a Ortega Cano se le acab¨® pronto la decisi¨®n con que comenz¨® el trasteo, rematado con prontitud y eficacia. Bravo en el caballo el primer jandilla, segundo del lote de Ortega Cano, muy castigado en este tercio, a pesar de lo cual lleg¨® a la muleta con muchos pies y sin fijar, por lo que desbord¨® a un Ortega otra vez muy desconfiado, que demostr¨®, en definitiva, no estar en condiciones de abordar cierto tipo de compromisos, dando un bochornoso espect¨¢culo y escuchando los tres avisos.

Horrendo bajonazo

Finito de C¨®rdoba salud¨® capoteramente con hondura al casta?o y bien armado segundo, que lleg¨® al ¨²ltimo tercio muy cerca de la invalidez y, consiguientemente, a la defensiva, por lo que el muleteo s¨®lo se bas¨® en voluntad e intentos, eso s¨ª, jaleado por espectadores que parec¨ªan no haber pagado la entrada, invitados por la cadena que televisaba en directo el festejo y que incluso aplaudieron el horrendo bajonazo que puso fin a la vida del animal.

De gran presencia el quinto, lidiado en cuarto lugar, manse¨® ostensiblemente en los primeros tercios esperando en banderillas y llegando muy avisado a la muleta por lo que Finito no se dio coba con ¨¦l y lo liquid¨® en cuanto pudo. En el que cerraba plaza, que mat¨® en sustituci¨®n de Barrera y que fue bien lidiado por Curro Molina, Finito, tampoco muy sobrado de ¨¢nimo ante un animal incierto, renunci¨® a cualquier tipo de esfuerzo en cuanto la res se le col¨® una vez, poniendo fin, despu¨¦s de escuchar dos avisos a una tarde a olvidar.

Muy suelto de salida el tercero, no se entreg¨® en ining¨²n momento y al poco del inicio del muleteo se le col¨® a Antonio Barrera y lo prendi¨® aparatosamente, hiri¨¦ndolo y pasando a la enfermer¨ªa. Ortega Cano, con el apoyo de sus subalternos Curro Cruz y Pepe Castilla, extrem¨® las precauciones, pasando un calvario y mostrando su impotencia para acabar dignamente con el pajarraco.

El equipo m¨¦dico del doctor Jordi Olsina apreci¨® en la enfermer¨ªa que Antonio Barrera sufr¨ªa una herida inciso-contusa en la cara interna y anterior del muslo derecho con orificio de entrada y de salida, que secciona el m¨²sculo vasto interno en 10 cent¨ªmetros de longitud, calificada de pron¨®stico menos grave.