Chaves y Marruecos

Alguien que debe estar pas¨¢ndolo estos d¨ªas perfectamente mal es Manuel Chaves. La crisis de Perejil le ha pillado entre todos los fuegos posibles y de nada le han servido sus denodados esfuerzos por llevar a cabo una pol¨ªtica diferenciada con Marruecos. Desde enero est¨¢ suspendido el mayor proyecto de cooperaci¨®n (7.847 millones de pesetas en cuatro a?os), dentro del Programa de desarrollo transfronterizo, que se sumar¨ªa a las cuantiosas inversiones que, de todos modos, el Gobierno andaluz ejecuta desde mucho antes, hasta en siete provincias del norte del pa¨ªs vecino; electrificaci¨®n rural, tratamiento de aguas, rehabilitaci¨®n de espacios p¨²blicos, construcci¨®n de centros de salud, programas de formaci¨®n... El nuevo protocolo, que deber¨ªa aunar y mejorar todo eso, ser¨ªa gestionado por la Fundaci¨®n de las Tres Culturas, uno de los proyectos m¨¢s queridos del presidente andaluz, y que tampoco acaba de despegar. Tomar¨ªa cuerpo entonces esa dif¨ªcil pol¨ªtica de mediaci¨®n y apaciguamiento en la zona m¨¢s caliente del Mediterr¨¢neo, y Andaluc¨ªa recuperar¨ªa un papel al que parece destinada por la historia. Lo malo es que tambi¨¦n deber¨ªa contar con el apoyo de la UE, a la que Chaves, desde el Comit¨¦ de las Regiones, se ha dirigido reiteradamente en demanda de fondos descentralizados, tal como ocurre con los pa¨ªses de Europa Central y Oriental. Pues nada. Nada de eso es posible. La crisis detonante de la actual situaci¨®n, que fue el desacuerdo de pesca, en abril de 2001, arruin¨® todas esas expectativas. Por si faltara algo, los intentos de negociaci¨®n por separado fueron objeto de sonoras burlas de parte del acostumbrado triunvirato, Ca?ete, Arenas y Mart¨ªnez: 'Chaves est¨¢ haciendo el m¨¢s espantoso rid¨ªculo', etc¨¦tera.

Tampoco el correoso rey de Marruecos se lo ha puesto f¨¢cil. Ni un verdadero gesto de gratitud por las numerosas ayudas antes citadas, hacia una regi¨®n, Andaluc¨ªa, a la que tampoco es que le sobre el dinero. Es m¨¢s, que mantiene una balanza comercial claramente deficitaria para la comunidad aut¨®noma, pese a que el 20% de las empresas espa?olas all¨ª radicadas son de capital andaluz. Mohamed VI debe pensar que todo eso son cosillas de la relaci¨®n bilateral entre dos gobiernos socialistas, el andaluz y el suyo (qu¨¦ remedio). Mejor que tengan donde entretenerse, mientras ¨¦l se dedica a la alta pol¨ªtica con sus amigos franceses y norteamericanos.

En este punto muerto estalla la crisis de Perejil. Marruecos toma la iniciativa, con un acto de provocaci¨®n estrat¨¦gica, y Aznar cae en la trampa. En lugar de reconocer desde el principio que Espa?a no tiene ning¨²n t¨ªtulo veraz sobre el islote, nos mete de cabeza en la espiral patri¨®tica. Y Zapatero detr¨¢s, respondiendo con extra?o automatismo al inveterado s¨ªndrome del 'consenso nacional patri¨®tico contra el moro', en definici¨®n de Goytisolo. No s¨®lo eso, sino tomando posiciones para desmarcarse en la cuesti¨®n del S¨¢hara. Y Chaves, en medio, mientras nos llegan los ni?os saharauis, adem¨¢s de pateras y oleadas de veh¨ªculos marroqu¨ªes en tr¨¢nsito, desde Francia. Nunca un silencio como el que ha mantenido estos d¨ªas ser¨¢ tan elocuente.