Huberman: 'Los fen¨®menos sociales pueden estudiarse como las mol¨¦culas'
Investigador de HP en Palo Alto, este profesor de Stanford ha desarrollado programas cifrados para permitir la negociaci¨®n comercial sin que las partes desvelen sus intenciones y m¨¦todos para mejorar las predicciones
Bernardo A. Huberman, profesor de Stanford, trabaja en los laboratorios de HP en Palo Alto, en California. F¨ªsico de formaci¨®n, ha dedicado estos ¨²ltimos a?os a estudiar comportamientos colectivos en la Red para definir las leyes de la web, los patrones de lo que denomina 'ecolog¨ªa de la informaci¨®n'.
En 2001 public¨® un libro en el MIT titulado The laws of the web. 'Lo trabaj¨¦ mucho porque los editores me prohibieron que incluyera ninguna f¨®rmula matem¨¢tica; ten¨ªa que explicar mis tesis para que las pudieran entender todos los ciudadanos'.
Es un libro pol¨¦mico, en el que los argumentos est¨¢n sustentados por estudios matem¨¢ticos que se citan pero no se exponen, en el que se acerca a los fen¨®menos sociales con la convicci¨®n de que 'pueden ser estudiados como las mol¨¦culas'. M¨¢s all¨¢ de los respetables c¨ªrculos cient¨ªficos, se habl¨®, y mucho, de Huberman, cuando public¨® un estudio sobre Gnutella en el que desvelaba que en estos sitios P2P, adornados con una l¨ªrica sobre el Internet cooperativo, '¨²nicamente el 4% aporta archivos musicales. El resto se dedica s¨®lo a descargarlos para s¨ª mismos'. Hace unas semanas dict¨® una conferencia en el Museo de la Ciencia de La Caixa en Barcelona.
Todo, a cuatro clics
'El fen¨®meno de la web nos permite estudiar comportamientos humanos. La gente del P2P se enfad¨® mucho con este estudio. Pero s¨®lo demuestra algo que ya sabemos. La contribuci¨®n al bien p¨²blico no es algo que se planteen muchos ciudadanos. En un pa¨ªs donde los impuestos fueran voluntarios, nadie pagar¨ªa, esperar¨ªan a que otros lo hicieran'.
En el libro analiza la conducta del internauta cuando detecta congesti¨®n en la Red. La conducta m¨¢s habitual y l¨®gica es desconectar y esperar a otro momento. 'Es un acto solidario porque ayuda a descongestionarla, pero la motivaci¨®n personal no es ¨¦sta, sino la impaciencia de estar conectado a una red que va lenta. Es como cuando quieres ir a la playa, ves el tr¨¢fico de la carretera y desistes de hacerlo. Con tu decisi¨®n haces hueco a otro para que vaya a la playa, pero lo que la motiva es evitar el atasco. No hay ning¨²n altruismo en ello'.
Los modelos matem¨¢ticos desarrollados por el equipo de Huberman permiten dise?ar modelos de crecimiento de la web (la media del n¨²mero de p¨¢ginas por sitio, por ejemplo), aunque la tecnolog¨ªa XML que crea p¨¢ginas cuando las llama el navegante trastorna estas proyecciones. 'De todos modos, el mecanismo de la conducta es el mismo: t¨² miras porque tiene valor para t¨ª y este valor se revela cuando llegas a la p¨¢gina'. Tambi¨¦n el esfuerzo para llegar a la p¨¢gina id¨®nea es medible y presenta sus constantes -existe la teor¨ªa de que todo est¨¢ a cuatro enlaces de distancia-. 'En este caso, descubrimos el fen¨®meno antes de medirlo en la Red'.
Negociar sin traicionarse
Otro campo de trabajo que puede tener repercusiones, un caso, en el comercio electr¨®nico es un sistema que agiliza las negociaciones entre comprador y vendedor sin necesidad de que manifiesten, de entrada, lo que se quieren gastar o lo que quieren ganar. 'En la vida real se acude a un tercero. Por ejemplo, le digo al agente inmobiliario el presupuesto que tengo para adquirir una vivienda y ¨¦l busca dentro de la oferta de este segmento. En una relaci¨®n bilateral de compraventa en Internet no existe esta tercera persona y las negociaciones previas pueden alargarse si nadie quiere desvelar sus intenciones sobre el precio. En la gran pol¨ªtica se acude a un mediador, por ejemplo el presidente de Estados Unidos. Pero para comprar un coche no llamaremos a Bush. La soluci¨®n es un programa cifrado en el que el vendedor comunica su expectativa m¨ªnima de precio y el comprador la cantidad m¨¢xima que est¨¢ dispuesto a pagar sin revelar los valores al otro. El programa informa a las partes si vale la pena que sigan negociando o no. Si lo que uno est¨¢ dispuesto a pagar es una cifra m¨¢s baja que el m¨ªnimo por el que el otro est¨¢ dispuesto a vender... no es preciso que prosigan'.
En su laboratorio han realizado pruebas de predicci¨®n del futuro usando grupos de personas participando en un mercado. 'Si HP quiere predecir el futuro de una tecnolog¨ªa consultar¨¢ a expertos, pero no a una secretaria que, sin embargo, puede tener informaci¨®n muy ¨²til. Nuestro m¨¦todo consiste en reunir a distintas personas de una organizaci¨®n y dise?ar mecanismos para extraer informaci¨®n y agregarla. En el m¨¦todo son b¨¢sicos los incentivos. Por ejemplo, uno puede preguntar a las personas si ma?ana llover¨¢ o no. Conociendo la pulsi¨®n por el riesgo de cada una de ellas, para corregir su predicci¨®n, se puede llegar a una conclusi¨®n. Pero ¨¦sta ser¨¢ m¨¢s fiable si digo al grupo que los acertantes cobrar¨¢n 100 euros y los que hayan fallado el pron¨®stico pagar¨¢n 50. Las personas del grupo se esmeran m¨¢s en afinar'.
'En Estados Unidos, el 90% del zumo de naranja que bebemos procede de naranjas de un condado de Florida. Por tanto, el tiempo en esta zona influye decisivamente en el precio. Pues bien, la mejor manera para conocer el tiempo que se espera durante la pr¨®xima cosecha es consultar las cotizaciones del mercado de futuros de la naranja en la zona. Quien ha arriesgado su dinero... ha procurado acertar'.
Laboratorios de empresa
Huberman habla con pasi¨®n de sus investigaciones. Desde Europa sorprende que su laboratorio est¨¦ mantenido por HP y no por una universidad. En Europa, las empresas raramente subvencionan lo que no son trabajos de tecnolog¨ªa aplicada, ¨²til de manera inmediata para su l¨ªnea de productos. 'El rol de la investigaci¨®n en una empresa es crear opciones. Nosotros inventamos una tecnolog¨ªa que a veces no tiene nada que ver con lo que hace HP, pero le doy la opci¨®n de hacerlo. El ordenador personal se invent¨® en Xerox, pero Xerox no opt¨® por ello. La presidenta de HP, Carly Fiorina, dice que el papel de la investigaci¨®n es crear dilemas positivos. HP es una compa?¨ªa que se ha reinventado varias veces y ser¨ªa bueno que lo siguiese haciendo'.
Encuestas an¨®nimas y cifradas
Uno de los aspectos que m¨¢s preocupa a Huberman es el de la privacidad. Hay que entrar en un c¨¢lculo de costo/beneficio sobre la privacidad que queremos conservar en la Red. Para facilitar un uso de Internet con m¨¢s respeto a la privacidad de cada cual, Huberman ha dise?ado un mecanismo de encuestas, basado en el cifrado de mensajes, en el que quien responde mantiene siempre el anonimato. 'Imag¨ªnese que yo le hago una pregunta cuya respuesta s¨®lo puede ser s¨ª o no. Cada pregunta est¨¢ contenida en una caja y usted las devuelve abiertas, pero se queda la llave de la caja con la respuesta que usted prefiere. Recibo nuevamente las dos cajas y hago una segunda pregunta que deposito en una de las cajas sin conocer cu¨¢l ha sido su primera respuestas. Usted s¨®lo podr¨¢ abrirla si es la caja de la que se guard¨® la llave y, en este caso, me remitir¨¢ la respuesta. Yo recibo las cajas con respuestas pero no s¨¦ qui¨¦n me las ha enviado'.
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