Schumacher y su gente

El aurea que envuelve todo lo relacionado con Ferrari en el mundo de la f¨®rmula 1 no impidi¨® que la marca de Maranello estuviera 21 a?os sin ganar un t¨ªtulo. Desde el surafricano Jody Scheckter (1979) al primer t¨ªtulo en rojo de Michael Schumacher (2000) hubo un largo recorrido en el que las alegr¨ªas fueron escasas, a pesar de que la inversi¨®n sigui¨® siendo abundante.

Sin embargo, el dinero no basta. Y ¨¦ste es un concepto que Luca de Montezemolo, presidente de Ferrari, tiene bien asumido. En 1994, fue ¨¦l quien decidi¨® dar un vuelco a toda la estructura del equipo de F-1 e incorporar con m¨¢ximas responsabilidades al franc¨¦s Jean Todt. Este ex copiloto de rallies que acab¨® dirigiendo el equipo de rallies de Peugeot, puso como ¨²nica condici¨®n poder trabajar con libertad e incorporar a las personas que ¨¦l decidiera.

Lo que hace a un equipo campe¨®n es que el trabajo de los talleres se refleje en la pista

El equipo se fue configurando con la perspectiva de poder ofrecer un proyecto ganador al que Todt consideraba el mejor piloto del mundo, Michael Schumacher. Se incorporaron dos piezas fundamentales: el dise?ador surafricano Rory Byrne y el director t¨¦cnico Ross Brawn. La evoluci¨®n de la escuder¨ªa qued¨® patente en una temporada. Pero los t¨ªtulos tardaron algunos a?os en llegar.

Pero exist¨ªa una confianza ciega en Schumacher. 'Que ¨¦l conduzca un Ferrari', confes¨® una vez Todt en Barcelona, 'supone ganar medio segundo por vuelta'. Los tres t¨ªtulos consecutivos que Schumacher ha dado a Ferrari confirman el acierto de Montezemolo. Lo que realmente convierte a un equipo en campe¨®n no es s¨®lo el dinero, sino, sobre todo, la cohesi¨®n interna y la ilusi¨®n que se genera al comprobar que todo el trabajo de los talleres queda reflejado en la pista. Y ¨¦se aspecto aglutinador, potenciado a¨²n m¨¢s por los continuos reconocimientos p¨²blicos hacia el equipo, es la mayor aportaci¨®n de Schumacher a la marca de Maranello.

Lo que ahora todo el mundo se pregunta es hasta cu¨¢ndo sobrevivir¨¢ la incre¨ªble uni¨®n de los hombres que componen el equipo Ferrari. Montezemolo se sinti¨® minimizado hace unos meses cuando Fiat decidi¨® vender el 34% de Ferrari a un banco sin comunic¨¢rselo. Todt estuvo a punto de dejar el equipo hace dos a?os. Y Schumacher concluye su contrato en 2004. El qu¨ªntuple campe¨®n mundial no se and¨® con remilgos al afirmar que desde Montezemolo hasta el ¨²ltimo mec¨¢nico todos eran indispensables.

'Michael no es s¨®lo un fant¨¢stico piloto, sino tambi¨¦n un catalizador', asegura Brawn. Incluso los enemigos comprenden las dificultades que plantea encontrar un sustituto a Schumacher. '?D¨®nde est¨¢ el hombre con el carisma necesario para liderar un equipo tal como ¨¦l lo hace?', se pregunta Flavio Briatore, que birl¨® a Michael a Eddie Jordan en 1991 para incorporarle a Benetton. 'No hay nadie', se responde. 'Ferrari deber¨¢ agotar todas sus armas para retenerle si ¨¦l decide dejar de pilotar'.Damon Hill, uno de sus peores rivales hace algunos a?os en las pistas de la F-1, coment¨® recientemente que sab¨ªa con certeza que Schumacher se retirar¨ªa al concluir esta temporada si ganaba su quinto t¨ªtulo. Pero el alem¨¢n se limit¨® a sonre¨ªr cuando supo estos comentarios. 'Todo el mundo sabe que Damon es mi mejor amigo y sabe mis intenciones', ironiz¨®. 'Honestamente, no s¨¦ cuando voy a retirarme, porque no he pensado todav¨ªa en ello. El momento de dejarlo es cuando ya no te sientes motivado. Y a mi me gusta mucho a¨²n todo esto. ?Por qu¨¦ no vamos a ir a por el sexto t¨ªtulo?'.La cuesti¨®n que se est¨¢n planteando una buena parte de los pilotos del circo de la F-1 es si realmente el sexto t¨ªtulo es un reto suficientemente ilusionante para un piloto que ya lo ha conseguido todo y al que todos reconocen como el mejor del mundo. 'Llega un momento, tal como le ocurri¨® a Jackie Stewart, en que seguir coleccionando trofeos ya no tiene ning¨²n sentido', asegura el piloto brit¨¢nico Eddie Irvine, ex compa?ero del alem¨¢n en Ferrari. 'Pero, ?qu¨¦ m¨¢s puede plantearse, Michael? ?Ir a Minardi y convertirla en una escuder¨ªa ganadora? Es bueno, pero no tanto'.

La continuidad de Schumacher se presenta como indispensable para que se mantenga la estabilidad interna en la escuder¨ªa y ninguno de los talentos que forman la c¨²pula del equipo actual acepte otras ofertas. Schumacher es el sustento, la columna vertebral de este gran proyecto.