El Congreso de EE UU expulsa a uno de sus miembros por aceptar sobornos

A James Traficant se le ha acusado de todo menos de ser poco original. Congresista desde hace casi 20 a?os y populista como ninguno, la C¨¢mara de Representantes de EE UU le ha retirado su esca?o y le ha expulsado del Capitolio por corrupto. Traficant espera sentencia en un juzgado de Cleveland por los 10 delitos de soborno que se demostraron en el juicio. El pol¨ªtico dem¨®crata trat¨® de convencer a los congresistas de su inocencia, pero s¨®lo logr¨® en su favor uno de los 421 votos de la C¨¢mara. La pr¨®xima semana puede ser condenado a m¨¢s de siete a?os de c¨¢rcel.

'Estoy listo para ir a la c¨¢rcel. Lo prefiero antes que dimitir y aceptar algo que no he hecho', dijo Traficant en su discurso final. A estas alturas, este pol¨ªtico de Ohio era el ¨²nico ajeno a las pruebas y testimonios en su contra que avalan m¨²ltiples acusaciones contra ¨¦l por sobornos y corruptelas.

A Traficant le hab¨ªa precedido su pol¨¦mica antes incluso del desembarco en el Capitolio en el a?o 84. Antes de ser elegido congresista hab¨ªa ejercido como sheriff. Fue acusado de aceptar 163.000 d¨®lares en sobornos pagados con dinero negro de la mafia, pero su verborrea logr¨® convencer a un jurado de su inocencia. Lanzado por este ¨¦xito personal, dio el salto a la pol¨ªtica con un programa que ni ¨¦l mismo conoc¨ªa, aunque se defin¨ªa b¨¢sicamente como un luchador anti- establishment.

Cada una de sus intervenciones en la C¨¢mara era como la actuaci¨®n del buf¨®n local. Parec¨ªa haberse prometido a s¨ª mismo que nunca se peinar¨ªa para ir al Capitolio e incluso presum¨ªa del aspecto rid¨ªculo de su peinado. Vest¨ªa trajes de poli¨¦ster con pantal¨®n de pata ancha, y en sus arengas contra el Gobierno siempre inclu¨ªa citas de los personajes de Star Trek.

En las ¨²ltimas semanas hab¨ªa demostrado un apego a su sill¨®n s¨®lo superado por su af¨¢n de notoriedad: se neg¨® a renunciar voluntariamente a su esca?o y prometi¨® entrar en la C¨¢mara andando como John Wayne o bailando como Michael Jackson si los congresistas segu¨ªan adelante con el proceso de expulsi¨®n. No cumpli¨® ninguna de estas promesas, pero pocas veces hab¨ªa tantos congresistas en el Capitolio como en el momento de su intervenci¨®n final antes de que se votase su expulsi¨®n.

Con su discurso, s¨®lo convenci¨® a un congresista de su inocencia, uno que tiene poco que perder: Gary Condit, que se despedir¨¢ de su esca?o en noviembre porque el caso Chandra Levy (la becaria asesinada con la que mantuvo un romance) ha acabado con su carrera pol¨ªtica. Cuatrocientos veinte congresistas certificaron la expulsi¨®n, que es la primera desde al a?o 1980, tambi¨¦n por un caso de soborno. Antes de estos dos casos, s¨®lo hab¨ªa habido otros 3 en los 213 a?os de historia de la C¨¢mara de Representantes, los tres vinculados a acusaciones de traici¨®n durante la guerra civil.

El pr¨®ximo martes se dicta sentencia contra Traficant, que incluso obligaba a su personal a trabajar para ¨¦l en sus granjas. El ex pol¨ªtico se march¨® convencido de que todo es un montaje del Gobierno contra ¨¦l como respuesta a su postura eternamente cr¨ªtica con todos y con todo.