Reinas destronadas
De entre los nuevos museos de arte contempor¨¢neo, el rasgo diferencial de Artium es la intensa programaci¨®n de exposiciones de producci¨®n propia o en colaboraci¨®n con el Centro Jos¨¦ Guerrero de Granada y con el Marco de Vigo. Un ejemplo de lo que puede dar de s¨ª esta colaboraci¨®n es la muestra con la que ha inaugurado Artium, Melodrama.
A trav¨¦s de una serie de obras de 34 artistas de diferentes continentes (Melikian, MacLeod, Pettibon, Jankowski, Moffatt, Fontcuberta, Simpson o Sugimoto), la comisaria de la exposici¨®n, Doreet LeVitte Harten, pretende mostrar la idea de 'melodrama' y recuperarla para calificar algunas manifestaciones de la producci¨®n art¨ªstica ¨²ltima.
En cuanto a g¨¦nero, el melodrama se encuentra asociado peyorativamente a la tradici¨®n popular de un romanticismo de mal gusto. Es, por tanto, un subg¨¦nero degradado del drama heroico, una versi¨®n populachera de algunas posiciones que fueron sublimes en la alta cultura, pero que han sido readaptadas para el consumo masivo. Reclamar la categor¨ªa 'melodrama' para calificar algunas de las obras (o de los artistas) actuales supone plantear una tesis fuerte y asumir un alto riesgo cr¨ªtico.
MELODRAMAMELODRAMA
Colectiva de instalaciones Museo Artium Francia, 24. Vitoria Hasta el 22 de septiembre
Si esta colecci¨®n de obras puede ser calificada de melodram¨¢tica: ?qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando hoy con el arte?, ?supone esto que se han abandonado las tesis conceptualistas y el lenguaje herm¨¦tico en beneficio del populismo?, ?sucede con las artes como con la televisi¨®n, que aquello que m¨¢s aceptaci¨®n tiene es la basura? Infinidad de preguntas de este tipo se sit¨²an alrededor de la idea de un triunfo de lo melodram¨¢tico sobre la elegancia del minimalismo y sobre el intelectualismo conceptualista. Estas preguntas pueden conducir a un replanteamiento de las premisas sobre las que se apoyaba tanto la idea decimon¨®nica de melodrama como el camino que sigue el arte m¨¢s actual.
El melodrama al que se refiere esta exposici¨®n reivindica algunos valores est¨¦ticos que hab¨ªan sido relegados por el revisionismo reduccionista de las posvanguardias. As¨ª, a trav¨¦s del conjunto de estas obras se pretende la recuperaci¨®n de valores como la grandilocuencia, la espectacularidad, la sorpresa, la narratividad, la paradoja o la complejidad, resituando el gusto, la elegancia o el intelectualismo que, desde el urinario de Duchamp, pasando por el arte povera y ciertas manifestaciones sexuales y escatol¨®gicas surgidas despu¨¦s del pop art, han colocado al arte contempor¨¢neo en un terreno escurridizo.
La indudable calidad de muchas de las obras aqu¨ª expuestas y el inteligente montaje hacen que la chispa sentimental y la perplejidad salten en el espectador ocasional, pero tambi¨¦n motiva al experto y al cr¨ªtico a plantearse preguntas sobre cu¨¢l es el papel del arte en el mundo actual. Por eso, algunas de estas obras, formalmente alejadas de intelectualismos y academicismos, son un reflejo de la sociedad, responden al tipo de vida que inevitablemente llevamos, aunque sea en clave de parodia o de contradicci¨®n.
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