Las amazonas de Peter Stein

Doce a?os despu¨¦s de participar en el desaparecido y a?orado Festival Internacional de Teatro de Madrid con Titus Andr¨®nicus, la descomunal tragedia de Shakespeare, Peter Stein vuelve a Espa?a con una Pentesilea concebida para grandes escenarios. La obra de Heinrich von Kleist, que se representa del 2 al 7 de agosto en el anfiteatro romano de M¨¦rida, tiene como protagonistas a Maddalena Crippa y a un coro de 30 int¨¦rpretes, entre ellas, seis espa?olas.

Stein (1937), uno de los cinco mayores directores de nuestro tiempo, explica por qu¨¦ escogi¨® esta obra: 'Pentesilea concilia el inter¨¦s de los productores con el de Maddalena, mi mujer, que deseaba interpretar a la reina de las amazonas. Por mi parte, al releer el texto, descubr¨ª cosas que no hab¨ªa visto hace treinta a?os. Montarlo supon¨ªa dos retos: uno, el del idioma, pues al traducirlo al italiano se pierden buena parte de los valores po¨¦ticos del lenguaje de Von Kleist, que es complicado incluso para los alemanes; el otro reto ha sido montarlo al aire libre, en teatros griegos y en anfiteatros romanos. Eso me ha obligado a, valga la palabra, rehelenizar la pieza con una producci¨®n coral, pues esos enormes espacios est¨¢n pensados para poner en juego un coro. El nuestro no habla mucho, pero canta, mima y muestra todo lo que se cuenta en los fragmentos que he cortado'.

?Y por qu¨¦ un coro femenino?

'Porque est¨¢ claro que las amazonas son lo verdaderamente interesante de esta obra. Ellas hacen la guerra para conseguir hombres y cumplir anualmente el ritual de la fecundaci¨®n. Pero Pentesilea no se contenta con hacer el amor con cualquiera, comienza a vivir una pasi¨®n con un hombre en particular, con Aquiles, y eso crea problemas cada vez mayores. Finalmente, la historia entra en crisis, ella lucha a muerte con su amado, lo vence, practica con ¨¦l un ritual de canibalismo, y el coro queda espantado con lo ocurrido. Cuando ve lo que ha hecho, Pentesilea prepara su suicidio y las amazonas la siguen, al comprender que su sistema de valores no sirve'.

La acci¨®n de Pentesilea sucede durante la guerra de Troya, cuando las amazonas atacan a los griegos que sitian la ciudad: 'Es una obra muy directa. A Von Kleist le gusta ir m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites: a trav¨¦s de situaciones extremas describe la realidad del ser humano. En este caso, muestra el peligro de los sentimientos amorosos y sexuales cuando no se es consciente de que tienen componentes letales. El problema de los dos partenaires de esta historia de amor es que est¨¢n totalmente separados. Las amazonas viven aisladas, y se hacen fecundar por la fuerza. En el otro extremo, la organizaci¨®n social de los griegos se basa en el machismo: quieren a las mujeres s¨®lo para poseerlas. Von Kleist crea una inversi¨®n de roles que hoy es muy interesante, pues ense?a que un cambio de papeles no basta para eliminar los problemas de base entre los sexos. El deseo de fundirse con otro que alberga cada ser humano no es realizable. Salvo en la fantas¨ªa'.

El director, que mont¨® El pr¨ªncipe de Homburg hace tres d¨¦cadas, en la Schaub¨¹hne, considera que Von Kleist (1777-1811) 'anticip¨® que la soledad y el aislamiento ser¨ªan el problema b¨¢sico del hombre de hoy. Es el autor alem¨¢n que dio voz a los ¨ªncubos, las pesadillas y los grandes agujeros de la conciencia'. Antes de cumplir 30 a?os, Stein se labr¨® un enorme prestigio en la M¨¹nchner Kammerspiele, de donde pas¨® a la Schauspielhaus de Bremen. All¨ª trabaj¨® con un grupo de actores (Bruno Ganz y Edith Clever, entre ellos) con los que en 1970 desembarc¨® en la Schaub¨¹hne de Berl¨ªn, donde puso en marcha un modelo autogestionario -todos, artistas y t¨¦cnicos, participaban en la toma de decisiones-, y dio a luz montajes que ya forman parte de la historia granade del teatro. Despu¨¦s de 1990 no ha vuelto a dirigir en esa casa: 'Yo la refund¨¦, viv¨ª cerca de 20 a?os consagrado a ella, y vali¨® la pena, pero al hacerse uno mayor es imposible mantener una situaci¨®n tan l¨ªmite. Cuando entr¨¦, la Schaub¨¹hne ten¨ªa 300.000 euros de subvenci¨®n. Hoy tiene 14 millones. ?se es el resultado de mi trabajo. Pero ya no tengo nada que ver con ese teatro. Para m¨ª no existe. Desde hace tres a?os vivo en Italia, en Umbr¨ªa, a una hora de Roma, y me siento absolutamente libre: no dependo de los fondos del estado, puedo reunir dinero de la empresa privada, u organizar mi trabajo sin necesidad de dinero'.