La ley del ¨¦xito
Quiz¨¢s la culpa la tiene la calor. El calor sofocante que entre San Jaime y la Virgen de Agosto anonada o irrita por estos pagos. Ser¨¢ esa la raz¨®n por la cual, desde Gandia, nos llegaron, acaloradas, la imagen y la voz del l¨ªder del PSOE. Eran una voz y una imagen como de mitin electoral en una reuni¨®n de militantes de su partido. Y habl¨® Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero de educaci¨®n y de esa Ley de Calidad de la Ense?anza que el Gobierno central acaba de aprobar. Una ley que se llama de calidad como se podr¨ªa llamar de cualquier otro modo, y que seg¨²n sus redactores intenta poner un poco de orden en nuestro sistema escolar. La dichosa ley, cuya financiaci¨®n queda oscura, ha destapado la caja de los truenos y la jarra de Pandora a un tiempo. Su discusi¨®n, y en su caso aprobaci¨®n en las Cortes, ser¨¢ una tormenta de verano que se prolongar¨¢ sin duda el pr¨®ximo oto?o. Pero retomemos la voz y la imagen acalorada del l¨ªder de la oposici¨®n en tierras valencianas. Rodr¨ªguez Zapatero indicaba con ¨¦nfasis que deseaba un sistema educativo que diera como resultado un mayor n¨²mero de j¨®venes hispanos con el bachillerato hecho, con un formaci¨®n profesional hecha, y sobre todo con una calidad de la que, por supuesto, carece el proyecto del Gobierno. Ese proyecto segrega, discrimina y es antisocial. Ni qu¨¦ decir tiene que los buenos deseos del l¨ªder socialista, la mejor ense?anza para el mayor n¨²mero de j¨®venes, son compartidos por casi toda la ciudadan¨ªa. Lo de la segregaci¨®n, discriminaci¨®n o car¨¢cter antisocial de un proyecto que modifica la LOGSE, ley que regula actualmente nuestro sistema educativo, est¨¢n todav¨ªa por ver. Porque segregar es diferenciar y distinguir una cosa de otra; discriminar es dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos sociales, religiosos, pol¨ªticos o de sexo; y antisocial es cuanto act¨²a contra todos, y especialmente contra los m¨¢s d¨¦biles. Cuesta creer, a pesar del calor, que un gobierno, por muy de derechas que sea hoy en d¨ªa, proyecte en un texto legal la segregaci¨®n y la discriminaci¨®n. A lo peor tiene otros motivos, como es el fracaso en determinados aspectos b¨¢sicos de una ley como la LOGSE. Basta con observar cuanto est¨¢ sucediendo en tantos y tantos centros p¨²blicos de Educaci¨®n Secundaria valencianos. Los privados o concertados son otra cosa. Pero con respecto al car¨¢cter antisocial o social del proyecto de ley de marras, la memoria le evoca a uno el relato, escrito de forma autobiogr¨¢fica, del berlin¨¦s Peter Weiss sobre los repetidores. A un adolescente le entregan su cartilla de notas a final de curso: no ha aprobado y debe repetir curso. Temeroso y asustado por la posible reacci¨®n de sus padres -la sociedad- deambula por las calles y piensa incluso en embarcarse como poliz¨®n y partir hacia Am¨¦rica. Su libro de notas era su pesadilla. Se decide por fin a entrar en casa y los padres le piden con mirada seria que les d¨¦ las calificaciones. Saca de la mochila el libro de notas y, cuando va a d¨¢rselo a su padre, lo coge al vuelo un amigo de la familia que estaba en ese momento en el hogar. El amigo empieza a re¨ªr y a darle golpecitos en la espalda al muchacho y jocosamente exclama que tiene que repetir curso, que eso es una suerte, que ¨¦l tuvo que repetir tambi¨¦n dos veces curso. El p¨¢nico y el susto ante sus padres desaparecieron en ese momento. El amigo de la familia del muchacho era un hombre conocido en la ciudad por sus ¨¦xitos econ¨®micos y sociales... Y aqu¨ª seguimos mezclando itinerarios y repeticiones con lo social y de forma acalorada.
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