Econom¨ªa y esc¨¢ndalos
Cuatro a?os lleva el canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der gobernando el pa¨ªs en coalici¨®n con Los Verdes. Y ning¨²n periodo durante este tiempo ha sido tan negativo para su equipo como el a?o en curso. La mayor¨ªa de los institutos alemanes (entre ellos Forsa, Allensbach, Emnid y Forschunggruppe Wahlen), que presumen de no haberse equivocado al anticipar los resultados en las elecciones de 1998, valoran como muy negativa para el SPD la influencia de los ¨²ltimos acontecimientos pol¨ªticos y financieros en el pa¨ªs.
El propio SPD lo confirm¨® ayer. Hace 10 d¨ªas, Schr?der apareci¨® muy irritado en una rueda de prensa para anunciar en pocos segundos la destituci¨®n fulminante del titular de Defensa, Rudolf Scharping.
El ministro fue retirado del cargo por la sospecha de cobros ilegales. Nunca en la historia alemana tras la Segunda Guerra Mundial hab¨ªa sido destituido un ministro tan cerca de unas elecciones. Sin embargo, la rapidez con la que el canciller se enfrent¨® a la situaci¨®n formaba parte de la estrategia del SPD para mantener la buena imagen del canciller.
Durante 2001, el Gobierno rojiverde ha sufrido varios reveses. El primer golpe de impacto para los votantes tuvo que ver con la educaci¨®n: los alumnos del pa¨ªs obtuvieron el puesto n¨²mero 21 en el Programa Internacional para la Evaluaci¨®n Estudiantil (conocido como estudio PISA), coordinado por la OCDE en 31 pa¨ªses. El segundo, con el paro: la Oficina Federal de Empleo hab¨ªa estado inflando las cifras del n¨²mero de desempleados recolocados. En primavera se produjo la derrota electoral del SPD en uno de los Estados m¨¢s afectados por el paro, el de Sajonia-Anhalt, situado en Alemania oriental, y comenzaron a brotar los desastres financieros. En apenas unos meses se produjeron suspensiones de pagos de varias empresas estrella, entre ellas, el centenario fabricante alem¨¢n de bienes de equipo Babcock Borsig, en la cuenca del Ruhr, o el grupo de comunicaci¨®n Kirch.
Las esperanzas de Schr?der se centraron siempre en la mejora de las cifras del paro (una de las grandes promesas en la anterior campa?a electoral).
En junio aument¨® y el porcentaje se coloc¨® en el 9,5% (3.954.000 desempleados), por encima de las existentes en 1998. Los rumores de que el informe del mes de julio va a ser todav¨ªa m¨¢s negativo (rondar¨ªa los 4,1 millones de parados) han comenzado ya a aparecer. Luego se produjo la destituci¨®n de Ron Sommer y todo el asunto sobre la gesti¨®n y las deudas de la empresa Telekom, compa?¨ªa en la que invierten tres millones de peque?os accionistas.
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