Las contradicciones de un Estado laico
M¨¦xico ha cambiado sustancialmente desde que el Papa de las transiciones lo visitara por primera vez, en 1979, siendo presidente Jos¨¦ L¨®pez Portillo, jefe del Partido Revolucionario Institucional (PRI), r¨¦gimen durante 71 a?os. Esta corporaci¨®n pol¨ªtica estableci¨® la laicidad del Estado, la doble moral y las contradicciones en las relaciones con la Iglesia, y fue vencida electoralmente, en julio de 2000, por un empresario, Vicente Fox, que exhibi¨® su acatamiento al vicario de Cristo bes¨¢ndole p¨²blicamente el anillo la tarde del martes.
Juan Pablo II hab¨ªa sido recibido en sus cuatro anteriores visitas ¨²nicamente como hu¨¦sped distinguido o jefe de Estado, y a pesar de que L¨®pez Portillo instal¨® una capilla en la residencia oficial de Los Pinos para facilitar el culto de su madre, ninguno de los presidentes del PRI dispens¨® a Juan Pablo II una bienvenida m¨¢s all¨¢ de la cortes¨ªa oficial. Siempre evitaron divulgar sus eventuales credos religiosos.
En 1991, Carlos Salinas de Gortari aprob¨® las relaciones diplom¨¢ticas con el Vaticano, y al a?o siguiente, la C¨¢mara de Diputados, controlada por el partido surgido de la revoluci¨®n de principios del siglo XX, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto P¨²blico. Las persecuciones concluyeron, las libertades fueron abri¨¦ndose paso y el jefe de Gobierno, que activ¨® una nueva pol¨¦mica besando el anillo del obispo de Roma, termin¨® con decenios de simulaci¨®n oficial e hipocres¨ªa, seg¨²n portavoces del Ejecutivo. '?Y el Estado laico?', titul¨® ayer en portada La Jornada.
Fox es cat¨®lico practicante y le acompa?an, en el Congreso, en algunas carteras y en la fe, pol¨ªticos tolerantes del conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN) y otros que brindan con agua bendita y censuran textos de Carlos Fuentes o Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez.
La magnitud de los cambios pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos ocurridos en M¨¦xico, fundamentalmente la ca¨ªda del PRI hace dos a?os, apenas han alterado la mayoritaria profesi¨®n de fe cat¨®lica de los mexicanos, en torno al 90%, y el respeto a las diferentes confesiones es un hecho desde hace a?os. Obligado a la conciliaci¨®n para acelerar la lenta transici¨®n en curso, Vicente Fox proclam¨® su respeto a la neutralidad del Estado e incorpor¨® a ateos y agn¨®sticos en su Administraci¨®n. Paralelamente e impelido por los fracasos de los sucesivos Gobiernos y la justicia social pendiente, una parte significativa del clero nacional se escor¨® hacia la izquierda, asumiendo tareas de poderosa ONG.
El senador del PAN Javier Corral admite que el debate se centra ahora sobre la participaci¨®n en el culto de los hombres del Estado. 'Pasamos de la etapa en que un presidente confes¨® haber perdido la fe cuando ley¨® a Hegel, a otro presidente que se confiesa creyente y se proclama cat¨®lico'. El reto, agrega Ricardo Monreal, gobernador de Zacatecas, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), izquierda, es evitar que la demanda social de una cultura ¨¦tica sea aprovechada por la extrema derecha para instaurar en M¨¦xico alguna modalidad de Estado confesional, fan¨¢tico y autoritario.
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