EL DANUBIO CURA SUS HERIDAS DE LA GUERRA
Los tres puentes sobre el Danubio en Novi Sad quedaron arrasados por los explosivos de la OTAN en un bombardeo inexplicable y se hundieron en un r¨ªo legendario que ha sido testigo de la historia de Serbia. Ahora se draga el Danubio y se reconstruyen los puentes con dinero de la Uni¨®n Europea. El r¨ªo y los habitantes de sus riberas recobran poco a poco la normalidad
Todas las tardes Perisa Djukic, alf¨¦rez jubilado del Ej¨¦rcito de Yugoslavia,que ya con 17 a?os luchaba con los partisanos de Tito contra los nazis, sube a lo que queda del puente Sloboda (Libertad) en Novi Sad y camina hasta el punto donde se desploma en el r¨ªo. Djukic, de 75 a?os, se sienta all¨ª y permanece largo rato contemplando en silencio el paso del Danubio. Es una tarde de verano de un calor sofocante, por encima de los 35 grados. En el lecho del r¨ªo se mueven con pereza gr¨²as flotantes que sacan escombros. En la ribera del Danubio, al lado mismo de la parte rota del puente, en una playa artificial con arena y todo, chicos y chicas juegan al f¨²tbol, madres pasean a sus beb¨¦s en sus cochecitos y muchos toman caf¨¦ o cerveza en alguno de los chiringuitos all¨ª plantados.
'Destruir as¨ª la herencia civilizadora de un pueblo s¨®lo se le ocurre a una mente trastornada'
'La recuperaci¨®n del Danubio es un inter¨¦s prioritario para la Uni¨®n Europea', dice el embajador Barrett
El puente Sloboda y los otros dos puentes que en Novi Sad cruzan el Danubio quedaron destruidos por las bombas de la OTAN en los primeros d¨ªas de abril de 1999, al comienzo de la llamada guerra de Kosovo. Novi Sad, segunda ciudad de Serbia, capital de la provincia de Voivodina, se encuentra a 80 kil¨®metros al norte de Belgrado y a unos 500 de Kosovo. Por eso, incluso hoy d¨ªa, tres a?os despu¨¦s, nadie se explica la utilidad b¨¦lica del bombardeo de sus tres puentes sobre el Danubio.
A la pregunta de qu¨¦ piensa de la destrucci¨®n de los puentes, Djukic responde: '?Qu¨¦ voy a pensar? Todo lo peor. Un puente tan bonito. Parece un aeropuerto. No tengo ni idea de por qu¨¦ lo hicieron. Nadie lo sabe. No era un objetivo militar. No hab¨ªa motivo. No ten¨ªa sentido bombardearlo'. A?ade Djukic: 'Paseo por aqu¨ª todos los d¨ªas. Vengo y veo lo que construyen y pienso cu¨¢ndo estar¨¢ terminado. Este puente era un punto de contacto para Novi Sad. Al otro lado est¨¢ el parque natural de Kamenica para pasear y ahora no podemos llegar all¨ª a disfrutarlo'. Djukic vive de una jubilaci¨®n mensual de 10.000 dinares (165 euros) y dice que con esa cantidad 'se vive m¨¢s o menos'. 'El pa¨ªs mejora y se reconstruye. Como aqu¨ª', agrega.
En los restos del puente, sobre las paredes y hierros protectores de las v¨ªas que lo cruzaban, se acumulan las pintadas. Llama la atenci¨®n el escaso n¨²mero de textos con contenido pol¨ªtico. La mayor¨ªa se refieren a grupos musicales o a chico ama a chica. Cuesta trabajo encontrar referencias al d¨¦spota que hoy d¨ªa se sienta en el banquillo de los acusados del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en La Haya, Slobodan Milosevic: '?Sloba traidor!'; '?Viva Tito, muri¨® Sloba!'; 'Serbia eres libre. 5-10-2000', el d¨ªa en que cay¨® Milosevic, o 'La OTAN mata a Europa'. Una de las pintadas recoge un di¨¢logo existencial sobre una pared que da al r¨ªo: '?Me tiro o no?'. 'Me tirar¨¦'. 'T¨ªrate de una vez, ?a qui¨¦n co?o le importa?'.
En una barraca, al borde del Danubio, se encuentra la oficina de la empresa Mostogradnja (Constructora de puentes) que ahora se ocupa del dragado del r¨ªo, de extraer los escombros y restos que cayeron tras los bombardeos. Arsen Pribic es un veterano ingeniero de la empresa al que le falta poco para su jubilaci¨®n y ahora dirige los trabajos bajo el destruido puente Sloboda. Mostogradnja sembr¨® de puentes toda la antigua Yugoslavia: en Croacia, Eslovenia, Montenegro, en Mostar y en Sarajevo. Como si se tratase de trofeos deportivos, las fotos de los puentes construidos adornan las paredes del barrac¨®n donde trabaja Pribic, que habla con un cierto toque de nostalgia y melancol¨ªa de los puentes que construy¨® su empresa, en especial del de Krk, en Croacia, que con un arco de 390 metros, seg¨²n Pribic, es el mayor del mundo. Muchos trabajadores de Mostogradnja que ahora dragan el Danubio en Novi Sad ya estaban all¨ª entre 1976 y 1981, cuando se construy¨® el puente Sloboda, ahora en ruinas. Pribic recuerda aquellos d¨ªas en que tuvieron que romper el hielo del r¨ªo para instalar los andamios de la construcci¨®n.
Hasta 1990 Mostogradnja fue una empresa p¨²blica, y ese a?o se convirti¨® en una sociedad an¨®nima privatizada, en la que los asalariados adquirieron m¨¢s del 70% de las acciones. La venta de las acciones al personal y los jubilados se hizo con limitaciones para impedir que los jefes se apoderasen de la empresa. Las participaciones se entregaron en parte gratis y otras con descuentos del sueldo. Un 20% de Mostogradnja pertenece al Gobierno de Serbia, que lo puede vender. Se habla de que una empresa francesa ha mostrado inter¨¦s en la compra. Seg¨²n Pribic, Mostogradnja no tiene p¨¦rdidas, pero tampoco reparte dividendos: 'Tenemos muchos jubilados y sueldos bajos. Si repartisen dividendos se reducir¨ªa el fondo para los jubilados'.
El ingeniero Pribic explica con detalle la destrucci¨®n de los tres puentes de Novi Sad por las bombas de la OTAN: 'Al puente de Zezelj, construido entre 1957 y 1961, le dieron cuatro veces en varios bombardeos. Qued¨® destruido y cay¨® al Danubio y es un obst¨¢culo grave que impide la navegaci¨®n. Estamos todav¨ªa dragando en colaboraci¨®n con una empresa holandesa'. Contin¨²a la relaci¨®n de bajas con el puente de Varadin: 'Qued¨® destruido y hundido, pero ya est¨¢ reconstruido y abierto al tr¨¢fico, aunque falta completar el dragado. Lo dragamos en parte en 2000, lo que obstaculizaba la navegaci¨®n, y ahora estamos concluyendo el dragado. Ya no hay obst¨¢culos para navegar'.
El puente Sloboda era un punto de uni¨®n entre m¨¢s de 200.000 habitantes de Novi Sad que vivi¨¢n en la ribera izquierda del Danubio y unos 50.000 del otro lado. Los primeros tiempos fueron muy duros. La gente ten¨ªa que cruzar el r¨ªo en barcazas. Ahora la situaci¨®n casi se ha normalizado con la construcci¨®n de un puente provisional entre el de Varadin y el Sloboda. Con orgullo, explica Pribic: 'En tres meses lo proyectamos y lo construimos. Tiene unas compuertas que se abren tres veces por semana para dar paso a los barcos. Ahora se navega. Abrimos el puente para que se pueda navegar, aunque con ciertos riesgos. No pueden pasar todo tipo de barcos. El dragado busca lograr una navegaci¨®n sin riesgo'.
La reconstrucci¨®n en Serbia comenz¨® nada m¨¢s terminada la guerra, en los ¨²ltimos meses de Gobierno de Milosevic, bajo el impulso de entonces creada Direcci¨®n para la Reconstrucci¨®n del Pa¨ªs. Sostiene Pribic que se llev¨® adelante 'una gesti¨®n eficaz': 'Ten¨ªamos que distanciarnos de la pol¨ªtica y ser conscientes de la importancia de esos objetos que reconstru¨ªamos. En Novi Sad la gente se desmayaba de calor y no se les pod¨ªa suministrar agua, porque los tubos de abastecimiento iban por dentro de la estructura del puente Sloboda y hab¨ªan quedado cortados. Se hicieron obras, se han construido nuevas conducciones y ahora hay agua sin restricciones'.
Al principio 'la situaci¨®n era dif¨ªcil', dice Pribic, 'sin patetismo, pero muchos lloraron por la destrucci¨®n de los puentes'. No encuentra el ingeniero justificaci¨®n para el bombardeo de los puentes de Novi Sad: 'S¨®lo una mente trastornada podr¨ªa concebir algo as¨ª, un profesional que s¨®lo hace su trabajo, sin pensar ni preguntar. [Wesley] Clark es un asceta. Su trabajo era hacer planes. Muchos eran estrategas que pensaban tal vez que iban a venir tropas de tierra. No s¨¦ por qu¨¦ destruyeron los puentes. Estuve en Ingenieros en el Ej¨¦rcito y all¨ª nos ense?aron que se destruye para realizar una operaci¨®n auxiliar. Destruir objetos de esa forma, la herencia civilizadora de un pueblo y de una ¨¦poca, s¨®lo se le ocurre a una mente trastornada'.
Antes de empezar con el dragado del Danubio, especialistas militares rastrearon el fondo del r¨ªo en busca de bombas sin explotar. Se encontraron tres y alguna de la II Guerra Mundial. Casi con un supiro, Pribic comenta: 'No somos unos demonios para merecer algo as¨ª. Austria es un pa¨ªs con grandes ingresos por el turismo, por sus monta?as y los monumentos importantes. Si cada 25 a?os los destruyeran, no tendr¨ªan lo que tienen. Vivimos en un ¨¢rea que siempre ha sido destruida'. Reconoce Pribic que hoy, tras la ca¨ªda de Milosevic, hay m¨¢s orden. Adem¨¢s, ahora la reconstrucci¨®n se hace con la ayuda internacional, financiada a trav¨¦s de la Comisi¨®n del Danubio en Budapest, donde est¨¢n representados los pa¨ªses ribere?os.
El concurso para reconstruir el Sloboda se realiz¨® a trav¨¦s de la UE, que aporta los fondos. Mostogradnja no gan¨® la licitaci¨®n para reconstruir el puente y ha tenido que conformarse con el dragado, iniciado el 20 de abril y que deber¨¢ concluir el 20 de septiembre.
En una oficina del centro de Belgrado se encuentra la representaci¨®n de la Agencia Europea para la Reconstrucci¨®n. En las paredes un pasqu¨ªn anuncia en ingl¨¦s con optimismo: 'Construyendo un futuro m¨¢s brillante. Serbia'. Al frente de la oficina de Belgrado de la Agencia se encuentra Michael Zink, un alem¨¢n de la Selva Negra, funcionario de la UE. Zink cuenta que nunca se sent¨® en un despacho en Bruselas y siempre trabaj¨® en pa¨ªses del Tercer Mundo, a los que se ufana de traerles suerte. Se muestra orgulloso Zink de la ayuda que presta la UE a la reconstrucci¨®n de Serbia. A trav¨¦s de la Comisi¨®n del Danubio, pero finaciado por la UE, se reconstruye el puente de Sloboda en Novi Sad, para el que se destinan 40 millones de euros.
Adem¨¢s, para el dragado del Danubio, que concluir¨¢ en septiembre, la Uni¨®n Europea pagar¨¢ 20 millones de euros. Explica Zink que Estados Unidos aporta 'mucho menos que la UE'. Serbia querr¨ªa recibir m¨¢s y se considera peor tratada que otros pa¨ªses. Extrae Zink del ordenador las cifras que la UE paga a Serbia, que ponen de manifiesto la evoluci¨®n antes y despu¨¦s de la ca¨ªda de Milosevic. En 1998, la UE s¨®lo destin¨® a Serbia 6,95 millones de euros, para apoyar a los medios de comunicaci¨®n democr¨¢ticos opuestos al r¨¦gimen. En 2001, tras la ca¨ªda de Milosevic, esa ayuda aument¨® hasta 193,8 millones de euros, que han bajado a 170,7 este a?o. Zink est¨¢ convencido de que hay que abrir las puertas de Europa a Serbia y mostrarse generosos en la concesi¨®n de visados para fomentar el contacto.
El ingl¨¦s Geoffrey Barrett es el embajador de la UE en Yugoslavia. En sus oficinas de un barrio residencial de Belgrado, no lejos de la casa de Milosevic, Barrett expone que la recuperaci¨®n del Danubio es un inter¨¦s prioritario para la UE, 'porque es el primer y m¨¢s importante medio de tr¨¢fico en la regi¨®n y hay que hacerlo navegable de nuevo. Est¨¢ en marcha otro proyecto para sacar los restos del puente y que se pueda utilizar el r¨ªo al 100%. Ya se abren los pasos tres veces por semana y eso basta por ahora, pero no hay resistencia de las autoridades de Novi Sad para abrirlos m¨¢s veces en caso necesario'. Insiste Barrett en que la recuperaci¨®n del Danubio para la navegaci¨®n 'es un problema europeo'. 'No se puede saber cu¨¢ntas empresas que recurrieron a otros medios volver¨¢n al Danubio, pero la navegaci¨®n fluvial es el medio de transporte m¨¢s barato y hay que recuperarlo'.
El embajador Barrett tampoco tiene una explicaci¨®n de por qu¨¦ la OTAN bombarde¨® los puentes de Novi Sad, pero salta, cual picado por un t¨¢bano, ante la objeci¨®n 'primero los bombardeamos y ahora los reconstruimos'. Sostiene Barrett: 'La UE no bombarde¨® a nadie'.
No todo es reconstrucci¨®n o angustia por la contaminaci¨®n del r¨ªo. El Danubio es una atracci¨®n y lugar de diversi¨®n. En el restaurante Reka (R¨ªo), en las afueras de Belgrado al lado del r¨ªo, dos mujeres llevan adelante un establecimiento que se llena hasta los topes cada noche. M¨¢s de un pol¨ªtico y alg¨²n que otro embajador europeo acabaron a altas horas de la madrugada bailando encima de las mesas. Miljana, la cantante del grupo Bla Bla, anima al p¨²blico: 'Ustedes pueden cantar, pueden bailar toda la noche, subirse a las sillas o a las mesas. Todo vale. Aqu¨ª se pasa fenomenal'.
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