Un inmigrante enfermo se niega a ir al hospital por temor a ser detenido
Los argelinos siguen en el campus pese a la acuciante falta de comida
Los problemas de salud entre los inmigrantes encerrados en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) se est¨¢n acentuando en los ¨²ltimos d¨ªas, propiciados por su precariedad alimentaria. Un argelino, en aparente estado grave, se neg¨® ayer a ser trasladado en ambulancia a un hospital por temor a una posterior detenci¨®n policial. Otras seis personas estaban tumbadas con signos evidentes de malestar. La falta de comida es acuciante.
La despensa del pabell¨®n deportivo donde los inmigrantes guardan los alimentos ofrec¨ªa el viernes una imagen penosa. Una caja de patatas, 18 litros de leche, un manojo de puerros, un saco de az¨²car y otro de garbanzos, cebollas, algunos repollos, 20 litros de aceite, bolsitas de t¨¦, sal y harina. Y nada m¨¢s. Unas reservas exiguas para m¨¢s de 150 personas (los inmigrantes aseguran que son 340), que salvaron el almuerzo del viernes con medio bollo de pan y lechuga. Las reservas, ayer martes, eran a¨²n m¨¢s exiguas, tanto que se suprimi¨® el almuerzo del mediod¨ªa. El d¨ªa anterior s¨®lo hab¨ªan tomado unos garbanzos y pan, seg¨²n relataron ayer en el campus.
La p¨¦sima alimentaci¨®n est¨¢ debilitando a los inmigrantes a marchas forzadas. Al menos siete argelinos permanec¨ªan ayer tumbados en el pabell¨®n cubierto de la UPO con signos de molestias y dolores. El caso m¨¢s preocupante, sin embargo, era el de un inmigrante con temblores, que llevaba tres d¨ªas sin probar bocado, seg¨²n sus compa?eros. A pesar de su estado, el argelino se neg¨® a ser trasladado en una ambulancia de Emergencias Sanitarias hasta el hospital por temor a ser detenido por la polic¨ªa al recibir el alta.
La negativa a salir del campus hacia el hospital contrasta, sin embargo, con las frecuentes idas y venidas de algunos encerrados entre los barrios de las cercan¨ªas y el recinto universitario. 'Ellos pueden salir corriendo', dec¨ªa ayer un inmigrante para subrayar la diferencia entre ambas situaciones.
El cierre de la cafeter¨ªa del campus donde antes los inmigrantes que a¨²n disponen de dinero pod¨ªan adquirir bocadillos, bebidas y tabaco ha favorecido las salidas y entradas del campus para comprar comida. La entrada de alimentos, que antes enviaban organizaciones y administraciones, se ha ido reduciendo progresivamente debido a la duraci¨®n del encierro (el pr¨®ximo 10 de agosto cumplir¨¢n dos meses) y tambi¨¦n por el comienzo de las vacaciones, que dejan a las organizaciones humanitarias y a las instituciones que han colaborado con los inmigrantes bajo m¨ªnimos, aunque el Ayuntamiento de Alcal¨¢ de Guada¨ªra sigue fiel con env¨ªos diarios de remesas de pan (250 bollos).
Los inmigrantes se quejan de la escasez de comida y de la reducci¨®n de servicios, como el cierre de retretes port¨¢tiles (ahora s¨®lo disponen de los ubicados en el interior de uno de los pabellones), pero casi todos los consultados siguen aferrados a la idea de mantenerse en la UPO contra viento y marea. 'Vamos a seguir hasta la muerte', dice uno de ellos con una sonrisa, como para quitarle hierro a la frase. Ya en serio, matizaba que proseguir¨¢n en el campus hasta lograr la regularizaci¨®n o un permiso de trabajo, dos demandas que parecen imposibles de cumplir a la vista de la negativa del Gobierno de acceder a las reivindicaciones de los encerrados. 'Si el Gobierno quiere que regresemos a Argelia que nos mande a la polic¨ªa, y si no esperaremos aqu¨ª, ?ad¨®nde vamos sin trabajo ni papeles? ?a robar? Yo no puedo robar', expon¨ªa otro.
'La polic¨ªa no respeta el pase'
Juan Carrique, integrante de la red de apoyo a los encerrados en la UPO, critic¨® ayer que el salvoconducto entregado por el Defensor del Pueblo andaluz a quienes abandonan el campus 's¨®lo sirva para trasladarse a otras ciudades y no para circular internamente', informa Europa Press. Carrique se?al¨® que la polic¨ªa no puede saber, si detiene a alguien con este escrito, 'si ha salido a comprar algo o va a la estaci¨®n a coger un autob¨²s'. 'Nos lo vendieron como un acuerdo t¨¢cito entre la Delegaci¨®n del Gobierno y el Defensor para que no se produzcan detenciones de inmigrantes, pero la polic¨ªa no lo est¨¢ respetando', asegur¨® Carrique. De momento, ning¨²n inmigrante ha sido expulsado tras dejar el campus, aunque a dos se les abri¨® el mi¨¦rcoles 30 un procedimiento sancionador que puede culminar en una orden de expulsi¨®n tras ser detenidos en Dos Hermanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.