Una mujer en el 800
Mayte Mart¨ªnez consigue una plata de extraordinario valor para el atletismo femenino espa?ol
Jolanda Ceplak es una eslovena intransigente y mec¨¢nica. Es muy rubia, muy blanca de piel, muy fuerte y muy r¨¢pida. Muy suya. Es la anti-Borzakovski o la anti-Wottle, un par de cracks del 800, como ella. Pero mientras los dos hombres, el norteamericano antes, en los 70, y el joven ruso despu¨¦s, en el siglo XXI, acostumbraban a correr solos, dejando a todo el pelot¨®n de ochocientistas, dedicados a tomar ventaja y pelearse, codazos, clavos, patadas, a gusto para remontarlos en los ¨²ltimos 150 metros, media curva y una recta, la insolente Ceplak, a la que tambi¨¦n le gusta correr sola, sin sentir la claustrofobia del grupo jadeante y sudoroso, prefiere destacarse por delante. As¨ª que en cuanto la carrera pasa a la calle libre, ya est¨¢ la rubia corriendo que se las pela, pasando su 400 en menos de 58 segundos y aguantando todo lo que le venga por detr¨¢s, que no suele ser mucho.
Es una t¨¢ctica definida y clara que les viene bien a sus rivales, a las que pelean por la plata, y que le vino anoche, en la fresquita y h¨²meda M¨²nich -aunque no llovi¨®-, de perlas a Mayte Mart¨ªnez. La vallisoletana consigui¨®, tras Ceplak, una plata que tiene un valor extraordinario para el atletismo femenino espa?ol, que no cesa de conquistar nuevos territorios. El del fondo, el tradicional, ya est¨¢ alcanzado por el coraje y la calidad de Marta Dom¨ªnguez; el de la marcha, por una tradici¨®n que comenz¨® hace m¨¢s de diez a?os; el de los 800 metros y el de las dem¨¢s pruebas complicadas, para las que se necesita, adem¨¢s de resistencia y capacidad de sacrificio y trabajo, calidad pura, clase, t¨¦cnica y entrenamientos especializados, es otro cantar; es el territorio en el que ayer se atrevi¨® a avanzar la lanzada pucelana, que corre con un estilo espl¨¦ndido, con una zancada poderosa y cada vez m¨¢s fluida y, como si no tuviera cuello, con la cabeza rozando los hombros. Gan¨® la plata y lo hizo con su mejor marca, 1m 58,86s, ya de nivel mundial.
Cuando Ceplak, como todo el mundo esperaba, lanz¨® la carrera, la brit¨¢nica Holmes y la portuguesa Semedo fueron las m¨¢s valientes. Se lanzaron a su estela y aclararon el panorama. No habr¨ªa pelot¨®n, no habr¨ªa ca¨ªdas ni codazos. Ser¨ªa una carrera limpia. 'Detr¨¢s de Ceplak, cada una intent¨® jugar su baza', dijo Mart¨ªnez, que disputaba su segunda gran final tras su magn¨ªfico paso por los Mundiales de Edmonton 2001. 'Intent¨¦ colocarme la cuarta o la quinta para estar atenta a lo que pasaba', explic¨®. Se coloc¨® la cuarta, tras la brit¨¢nica y la portuguesa, y esper¨® la acci¨®n. Mart¨ªnez es fr¨ªa como el hielo en carrera, se mueve con lucidez y experiencia. Vio a Holmes cambiar a los 250 metros y tom¨® la gran decisi¨®n. Super¨® a la portuguesa como quien lava y entr¨® en la ¨²ltima curva detr¨¢s de la brit¨¢nica. 'Sab¨ªa, porque me lo dice todo mi novio y entrenador, Juan Carlos Granado, que yo de atletismo no estoy tan puesta como ¨¦l, que a la inglesa le gusta seguir a la liebre. As¨ª que yo la he utilizado a ella como liebre. Y ha sido una liebre estupenda', dijo; 'yo ya hab¨ªa decidido arriesgarme e ir al ataque desde lejos. Prefer¨ªa ser la quinta despu¨¦s de haber intentado ir a por todo y fallar que serlo por haberme reservado hasta el final'.
Entr¨® tras la brit¨¢nica, una veterana luchadora que se cre¨ªa poseedora de la plata y en la curva se mantuvo, aguant¨® su explosi¨®n, se reserv¨® para la ¨²ltima recta. All¨ª fue fuerza y zancada. 'He hecho m¨¢s pesas este invierno y se me ve m¨¢s fuerte porque tambi¨¦n he perdido tres kilos', declar¨® la segunda atleta espa?ola que consigue un metal en la pista de unos Campeonatos de Europa tras el bronce de Marta Dom¨ªnguez en los de Budapest 98. 'Pero es que necesito hacer fuerza, porque tengo poca capacidad aer¨®bica y si no saco la velocidad de la fuerza no la saco de ninguna parte', aclar¨®. La sac¨® de donde hac¨ªa falta para volar en la ¨²ltima recta, superar a la estupefacta Holmes y correr a por la inalcanzable Ceplak, a por la plata. 'Ahora me tomar¨¦ una cerveza de un litro', concluy¨®; 'creo que ya puedo, ?no?'
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