Maradona prepara un programa de entrevistas en Argentina

De Diego Armando Maradona se recuerda un grito lleno de rabia a la c¨¢mara de televisi¨®n tras marcar un gol en el Mundial de f¨²tbol de Estados Unidos de 1994. Ahora se coloca de nuevo frente al objetivo, esta vez desde un plat¨®. El ex astro argentino del bal¨®n presentar¨¢ a partir del pr¨®ximo mes Maradona show, un programa de entrevistas donde, seg¨²n la productora, intentar¨¢ emular al legendario David Letterman, maestro de los late night desde su espacio de la cadena CBS.

El Pelusa est¨¢ m¨¢s que acostumbrado a la televisi¨®n y a ser entrevistado. Ahora salta al otro lado: 'Les voy a preguntar a todos de todo', promete. Maradona -que en octubre cumplir¨¢ 42 a?os, los cuatro ¨²ltimos alejado de la pr¨¢ctica profesional del f¨²tbol- mostr¨® en su ¨²ltima aparici¨®n en p¨²blico, en la final del Mundial de Jap¨®n y Corea, una figura gigantesca, un caminar pesado y su tradicional verborrea pol¨¦mica y no siempre coherente. Alterna en la actualidad su vida en Argentina con estancias en la Cuba de su amigo Fidel Castro, adonde lleg¨® en 2000 para ser tratado de su en¨¦sima reca¨ªda en su adicci¨®n a las drogas.

Ahora anuncia el comienzo de una nueva etapa como estrella de la televisi¨®n. Y como Letterman, Maradona recibir¨¢ en cada programa a un personaje famoso. Para su debut conf¨ªa en contar con el propio Castro. Si no lo consigue, el siguiente en la lista es Marcelo Tinelli, uno de los principales presentadores y empresarios de la televisi¨®n argentina, ex propietario del espa?ol equipo de f¨²tbol Badajoz. Diego sue?a con llevar a Susana Gim¨¦nez y Moria Cas¨¢n -divas de la televisi¨®n local-, al ex presidente Carlos Menem -otro de sus amigos-, la show-woman brasile?a Xuxa y el m¨²sico Mick Jagger.

El programa, adem¨¢s de la entrevista principal, contar¨¢ con una tertulia. En el llamado Bar Do -en la jerga porte?a 'bardo' significa 'l¨ªo'-, Maradona conversar¨¢ con su amigo inseparable y representante,Guillermo Coppola, el m¨²sico Fabi¨¢n Quintiero y tres invitados que ir¨¢n cambiando cada semana. El grupo de Quintiero se encargar¨¢ de poner m¨²sica en directo a Maradona Show e incluso se baraja la posibilidad de que el Pelusa cierre las emisiones cantando. No en vano ya ha probado suerte en el mundo de la m¨²sica junto al d¨²o Pimpinela y Andr¨¦s Calamaro, entre otros. Por ¨²ltimo, habr¨¢ juegos con los espectadores, que podr¨¢n ganar dinero en efectivo -tan necesario en tiempos de crisis econ¨®mica y ahorros acorralados- o camisetas con el aut¨®grafo del astro.

Detr¨¢s de este nuevo proyecto de Diego Armando est¨¢n Coppola y Sebasti¨¢n Rainelli, productor del libro Yo soy el Diego. Los tres crearon MD Entertainment Productions, que coproducir¨¢ el programa junto a uno de las cuatro principales canales de Buenos Aires, Am¨¦rica. MD tambi¨¦n gestionar¨¢ marcas deportivas, entre ellas la del propio Diego, que hasta el a?o pasado estaba en manos de la empresa Dodici, que suspendi¨® pagos.

La productora tambi¨¦n pondr¨¢ en marcha un programa de golf conducido por Maradona, que se ha convertido en un aut¨¦ntico fan¨¢tico de los hoyos desde que dej¨® el bal¨®n. Adem¨¢s, MD estudia la posibilidad de asociarse con la mexicana C&E para grabar un musical sobre la vida del futbolista, despu¨¦s de que hace tres a?os la productora Pol-Ka intentara filmar una pel¨ªcula sobre el astro que nunca se plasm¨® en el celuloide.

El Pelusa ha intentado m¨²ltilples negocios antes y despu¨¦s de retirarse de la cancha de juego, pero hasta ahora no ha alcanzado los mismos ¨¦xitos que con su pie izquierdo. Entren¨® por poco tiempo a dos clubes argentinos, Mandiy¨² y Racing. Unas golosinas ya desaparecidas llevaron su nombre. La Casa de la Moneda de Argentina acu?¨® hace dos a?os 1.700.600 piezas con su imagen con la intenci¨®n de ganar cinco millones de d¨®lares, pero termin¨® perdiendo 1,5 millones. Diego pondr¨¢ ahora al servicio de la televisi¨®n su extraordinario poder de convocatoria, el mismo que el a?o pasado reuni¨® en su partido de despedida a Pel¨¦, Eric Cantona, Hristo Stoichkov y Lothar Matthaus.