La rebeli¨®n del modesto

Jos¨¦ Ignacio Ramos sustituy¨® al lesionado Juan Mora. Acostumbrado a las corridas duras, Jos¨¦ Ignacio Ramos, ayer, tuvo la ocasi¨®n de demostrar que tambi¨¦n sabe hacer el toreo bueno. No en su primero, que no val¨ªa. Fue en su segundo, cuarto de la tarde, cuando puso la firma de dos largas cambiadas nada m¨¢s salir el toro. Hizo un quite por delantales. Banderille¨® aceptablemente. Inici¨® la faena con ayudados por alto. A continuaci¨®n, dio dos series cortas de derechazos muy bien trazados, que fueron rematados por pases por alto. Al citar al natural tuvo la cualidad de darle mucha distancia al toro y, meti¨¦ndole la muleta abajo, teji¨® dos series de naturales largos, profundos y muy bien llevados. Sigui¨® con dos tandas de derechazos muy seguro y entregado, remat¨® con tres circulares de gran ejecuci¨®n, y de propina, unas manoletinas muy ajustadas. Despu¨¦s se llev¨® el toro hasta el centro mismo de la plaza y se tir¨® a matar. Primero pinch¨® en hueso; no importaba, porque la ejecuci¨®n la hizo cabal. Despu¨¦s cobr¨® una estocada que rod¨® el toro sin puntilla. La oreja se la mereci¨® en buena ley. Sin duda, ayer Ramos atesor¨® toda la simpat¨ªa que siempre damos a lo que simboliza la honda de David.

De V¨ªctor Puerto destacamos que dominara a su primero, un toro con genio, como si fuera un gatito, gracias al temple que puso en su mu?eca en las series de derechazos, preferentemente. Val¨ªa la pena ver la inteligencia con que domin¨® a ese rabiosillo toro.

Eugenio de Mora puso una gran voluntad, y en alg¨²n momento, cierto empaque muletero. Le reprochamos que en su primer toro le iba bien d¨¢ndole distancia, mas en las series siguientes se la cort¨®. Y ah¨ª la cosa no funcionaba tan bien.