Somarriba da con un hueso
Stahurskaia, la l¨ªder, no acalla las sospechas sobre su fabulosa condici¨®n f¨ªsica
Cuando un ciclista no sube, suele decirse de ¨¦l que 'se queda hasta en los pasos a nivel'. La rusa Zinaida Stahurskaia, corpulenta y veloz, se descolgaba a la vista de un paso a nivel. Eso era en 2000, poco antes de perder diez kilos de peso en un plazo r¨¦cord, a tiempo de ganar el Giro 2001. Parec¨ªa una s¨ªlfide. Sospechoso. Tanto que se demostr¨® su afici¨®n a los diur¨¦ticos, parte del milagro de su nueva condici¨®n. Se qued¨® sin el t¨ªtulo en el Giro y cumpli¨® una sanci¨®n de seis meses. Ahora, Stahurskaia encabeza el Tour, sigue estando delgad¨ªsima y escala como los ¨¢ngeles. Adem¨¢s, se interpone entre Joane Somarriba y la que deber¨ªa ser la tercera victoria consecutiva de la espa?ola en la ronda francesa.
El pelot¨®n alucina con la rusa, cada d¨ªa m¨¢s fuerte y completa aunque incapaz de sujetar su temperamento ciclot¨ªmico. Camino de Courchevel, el s¨¢bado, Stahurskaia se puso a gritar, fuera de s¨ª, cada vez que Somarriba le ped¨ªa un relevo. La vasca se aferra a los altibajos de su rival para mantener la esperanza: las p¨¢jaras an¨ªmicas de la rusa son proverbiales, pero, de momento, la l¨ªder mantiene la cabeza fr¨ªa en una carrera constantemente regada por la lluvia y las temperaturas invernales. Una cruz para Somarriba, que pide calor, mucho calor.
La etapa reina de la prueba se apropi¨® ayer de la Madeleine y del Glandon, dos puertos ligados a la leyenda del Tour. El fr¨ªo, la niebla y la lluvia acompa?aron a Somarriba en su 30? cumplea?os y desparramaron el pelot¨®n. Fue una jornada terrible, de nuevo con diferencias abismales; un foso entre el pelot¨®n y las cuatro que sobreviv¨ªan en cabeza. Somarriba no pudo descolgar a Stahurskaia a la primera y ya no volvi¨® a intentarlo. La rusa Polkhanova, sin posibilidades en la clasificaci¨®n general, aprovech¨® este marcaje para adjudicarse la etapa que deber¨ªa haber catapultado a Somarriba. Ahora todo queda pendiente del humor de Stahurskaia.
Triunfo del italiano Frigo
Dario Frigo fue, el s¨¢bado, el peor entre los mejores en la llegada de la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n. Un disgusto para un tipo que busca con desesperaci¨®n triunfos que rehabiliten su imagen, m¨¢s que afeada por su expulsi¨®n del Giro 2001 por un evidente caso de dopaje. El italiano deseaba la Cl¨¢sica, pero pinch¨® en el hueso del franc¨¦s Laurent Jalabert, as¨ª que Urkiola le pareci¨® ayer un consuelo suficiente. No se anduvo con remilgos en la ascensi¨®n definitiva. Se fue por el inesperado Garc¨ªa Quesada, que se iba con desparpajo; le atrap¨® y tuvo que admitir cierto nerviosisimo cuando su compatriota Di Luca les dio alcance.
Se anunciaba un desenlace lleno de dudas, pero en cuesta, y Frigo lanz¨® su andanada desde lejos, muy lejos, ansioso por descubrir qu¨¦ pod¨ªa dar de s¨ª el tal Quesada y el poderoso Di Luca. Nada de nada. Frigo no habr¨ªa soportado perder dos veces seguidas.
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