EDIMBURGO SE LLENA DE TITIRITEROS Y M?SICOS

Afortunadamente, sabemos convivir con la lluvia', dec¨ªa ayer un escoc¨¦s en la cola de los taxis del aeropuerto de Edimburgo. Espa?oles, alemanes, japoneses pon¨ªan cara de circunstancias, como si hubieran esperado el milagro de un sol que saliera a agradecerles la visita. Pero no importa. Dentro de un rato, nada m¨¢s dejar las cosas en el hotel, siga lloviendo o no, volver¨¢n todos a verse las caras en las repletas calles de la Old Town, entre tragafuegos, titiriteros, mimos y cantantes de ¨®pera sin orquesta y probablemente tambi¨¦n sin porvenir. O en cualquiera de los escenarios del Fringe, que este a?o presume de que va a vender m¨¢s entradas que nunca, de que ha agotado los cartelitos de 'sold out' -no hay billetes- precisamente en una edici¨®n, cuyo calentamiento previo por parte de algunos diarios inclu¨ªa la pregunta de si no ser¨ªa ya demasiado festival durante demasiado tiempo. A la vista de c¨®mo est¨¢n las calles de la capital escocesa, no lo parece.

La pol¨¦mica de turno ha llegado por la acusaci¨®n de apolog¨ªa de pedofilia contra Stephen Fry y su 'Latin'

El caso es que el mayor encuentro de las artes y las letras vuelve a abrir sus puertas un verano m¨¢s. De un lado, el Festival Internacional, que inaugur¨® ayer la Orquesta Philharmonia, dirigida por Christoph von Dohn¨¢nyi, con obras de Lutoslawski -Concierto para orquesta- y Berlioz -Te Deum-. De otra parte, el Fringe -que empez¨® oficialmente el 4 de agosto y terminar¨¢ el 26-, la suma de espect¨¢culos teatrales que naci¨® como una alternativa y que hoy se lleva la parte del le¨®n de la suma de m¨²sica, teatro, danza, cine, fotograf¨ªa y libros de que se compone la oferta completa. Aquella vieja idea de hacer un teatro diferente en lugares diferentes se va plegando a la realidad. Los ojeadores de las cadenas de televisi¨®n acuden hoy al Fringe a la busca y captura de las j¨®venes promesas -casi siempre del lado c¨®mico- que puedan seguir nutriendo a ese monstruo que todo lo devora. Tan es as¨ª que, este a?o, nada menos que cuatro premios dedicados a los nuevos talentos de la comedia, tres de ellos directamente patrocinados por medios de comunicaci¨®n -BBC, Daily Telegraph y Channel 4-, el cuarto por las hojas de afeitar Wilkinson, se suman al mayor de todos: el Perrier Award, que ¨²ltimamente ha reca¨ªdo tambi¨¦n en espect¨¢culos c¨®micos. Seguramente no era ¨¦se el esp¨ªritu fundacional. Por supuesto, el Fringe da oportunidades a los nuevos talentos, pero restringe demasiado su horizonte hacia aquello que promete una buena carrera comercial, sobre todo en la televisi¨®n.

De los 1.491 espect¨¢culos que este a?o dar¨¢n en el Fringe 619 compa?¨ªas con un total de 20.342 representaciones en 183 lugares distintos -de teatros a pubs-, uno destaca por la doble v¨ªa de la emoci¨®n de su asunto y el glamour de sus protagonistas. Se trata de The Guys, de Anne Nelson, una obra inspirada en una conversaci¨®n entre su autora y uno de los bomberos que participaron en el rescate de los atrapados en las Torres Gemelas el 11 de septiembre. Susan Sarandon y Tim Robbins ser¨¢n los protagonistas, en el Lyceum, de las dos ¨²nicas representaciones -en oto?o se estrenar¨¢ la pel¨ªcula con Sigourney Weaver y Anthony LaPaglia-.

La pol¨¦mica de turno ha llegado por la acusaci¨®n de apolog¨ªa de la pedofilia que un concejal conservador, James Gilchrist, ha lanzado contra Stephen Fry y su Latin!, una s¨¢tira de sus tiempos de colegial en la que aparece la relaci¨®n entre un profesor y su alumno adolescente. En lo m¨¢s cl¨¢sico, el International Festival apuesta a caballo ganador con compa?¨ªas y obras de primera. Ro de Rotterdam presenta Macbeth, de Shakespeare - en holand¨¦s-; Ubu, de Montreal, un montaje con v¨ªdeo sobre Maeterlinck; el Burgtheater de Viena; Mar¨ªa Estuardo, de Schiller, y el Tatoo, de Toulouse, La cocina, de Mladen Materic y Peter Handke.

La m¨²sica, en sus grandes manifestaciones -¨®pera, orquestas sinf¨®nicas y grandes recitales-, tiende a parecerse demasiado a lo que ofrecen otros festivales. El Parsifal wagneriano ya visto en Salzburgo ser¨¢ dirigido por Claudio Abbado -quien dar¨¢ un concierto con la Joven Orquesta Gustav Mahler y la siempre deseada Martha Argerich-. La Scottish Opera sigue su Tetralog¨ªa wagneriana con Sigfried, dirigida por Richard Armstrong y con puesta en escena de Tim Albery. Daniel Harding dirigir¨¢ La vuelta de tuerca, de Britten, con la gran Mireille Delunsch como Gobernanta. La Canadian Opera se presentar¨¢ con un doble programa Stravinski: Edipo Rey y una escenificaci¨®n de la Sinfon¨ªa de los Salmos. Sir Charles Mackerras presenta una versi¨®n de concierto de Maria Stuarda, de Donizetti. Con el mismo formato, Cristian Mandeal dirigir¨¢ Edipo, de Enesco. Un grupo de campanillas -Sitkovetski, MacGregor, Malvicino, Console y Grabb- dedicar¨¢n una sesi¨®n a Astor Piazzolla. Los recitales son de lujo: el tenor Ian Bostridge, la mezzosoprano Veselina Kasarova, los pianistas Richard Goode y Alfred Brendel, el violonchelista Pieter Wispelwey, el violinista Christian Tetzlaff, el Hilliard Ensemble y un nombre espa?ol adorado en Edimburgo: Carles Santos., que, al piano, ofrecer¨¢ una sesi¨®n con el t¨ªtulo de No to No. La Filarm¨®nica de Los ?ngeles debutar¨¢ en el festival con su titular, Esa-Pekka Salonen al frente, mientras Andr¨¢s Schiff, el gran pianista h¨²ngaro, seguir¨¢ en sus trece de meterse a director con la Orquesta de C¨¢mara de Europa. La Orpheus act¨²a sin nadie a su frente. El pianista americano Richard Goode ser¨¢ su solista en obras de Mozart. Menos mal que sus solistas son otra cosa: Dmitri Sitkovetski y el gran Nikolai Luganski, uno de los mejores pianistas j¨®venes. Un oratorio de Dvor¨¢k, Santa Ludmila, y la Sinfon¨ªa Fausto, de Liszt, ser¨¢n buenas piedras de toque para la Nacional de Escocia con dos excelentes maestros: el checo Jiri Belohl¨¢vec y el ruso Gennadi Rozhdestvenski.

Tambi¨¦n el Book Festival tirar¨¢ la casa por la ventana, con la presencia de Joyce Carol Oates, Harold Pinter, Ian McEwan, Amos Oz, Doris Lessing, Alan Bennet, Louis de Bernieres, Irvine Welsh o Nicola Barker. Los llenos -pagando- est¨¢n garantizados. Hay, tambi¨¦n, lecturas gratuitas, como la que organiza este a?o Amnist¨ªa Internacional a favor de los escritores encarcelados o las sesiones de cuentacuentos para ni?os dentro del maravilloso Children's Book Festival.