Mar¨ªa Pita, contra la fealdad
Como uno m¨¢s de los miles de ciudadanos coru?eses, me congratulaba de lo hermosa que hab¨ªa quedado la plaza de Mar¨ªa Pita despu¨¦s de su remodelaci¨®n. Uno se situaba en el centro de la misma, especialmente cuando no hab¨ªa muchedumbre, y observaba pl¨¢cidamente las preciosas arcadas y las magn¨ªficas galer¨ªas de los edificios all¨ª existentes. Constitu¨ªa unos gratos momentos de paz y serenidad la contemplaci¨®n del bello recinto. Pues bien, todo eso se ha acabado 'gracias' a la colocaci¨®n de unas aberrantes terrazas de material plastificado situadas en las cafeter¨ªas que circundan la plaza. Es incre¨ªble que la autoridad municipal (?el Ayuntamiento est¨¢ ubicado all¨ª mismo!) haya dado consentimiento a semejante atrocidad urban¨ªstica.
Imaginando un di¨¢logo entre Quevedo y Mar¨ªa Pita, aqu¨¦l le dir¨ªa a la hero¨ªna coru?esa lo que todos sabemos: 'Poderoso caballero Don Dinero...'. Sobran m¨¢s explicaciones.
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