SKA-P DESCARGA SU FURIA POL?TICA EN EL POPKOMM DE COLONIA
Con las canciones izquierdistas y antiautoritarias del grupo espa?ol arranca la feria internacional de la m¨²sica pop en un clima de crisis y preocupaci¨®n por el estado de un sector amenazado por las nuevas armas de la pirater¨ªa
La feria internacional de la m¨²sica pop PopKomm abre sus puertas un a?o m¨¢s, desafiando a la incertidumbre que vive el sector en todo el mundo. La recesi¨®n de las ventas de discos es real en todas partes y se refleja en el 4,9% menos de empresas que han solicitado instalar este a?o una caseta en el Koln Messe (centro de ferias y convenciones de la ciudad de Colonia), as¨ª como en cierto despiste a la hora de seleccionar las tendencias musicales que han de verse reflejadas en esta feria, que cerrar¨¢ sus puertas hoy, s¨¢bado 17 de agosto.
Hay 797 casetas que reflejan la actividad de los diversos sectores implicados en el devenir del pop, y 450 grupos musicales de 27 pa¨ªses han actuado estos d¨ªas en 37 salas de aforos diversos. Entre las propuestas musicales que m¨¢s inter¨¦s han despertado ha sido el concierto de varios grupos que presenta la SGAE bajo el t¨ªtulo Barcelona, zona bastarda. Esta velada del mestizaje, en la que actuar¨¢n, entre otros grupos, Macaco y Ojos de Brujo, ha suscitado reportajes en publicaciones mayoritarias como la revistas Focus, Der Spiegel y el importante diario Sudde¨¹tsche Zeitung. Al p¨²blico alem¨¢n le fascina la idea de una ciudad como Barcelona, en la cual puede llevarse un estilo de vida laboral a la alemana y a la vez tener al lado la playa y las ventajas del estilo de vida mediterr¨¢neo. En lo musical, el inter¨¦s viene suscitado por la mancha de m¨²sicas mestizas extendida por todo el mundo por Manu Chao, si bien Dani Carbonell, cantante de Macaco, ha declarado en m¨¢s de una ocasi¨®n que fue Chao el que viaj¨® a Barcelona para aprender sus m¨²sicas, y no al rev¨¦s.
Para inaugurar el PopKomm, nada mejor que una m¨²sica activa y din¨¢mica como el ska, cargada adem¨¢s con la fuerza reivindicativa que supieron insuflarles sus creadores jamaicanos y que se ha visto incrementada con la carga pol¨ªtica de la tribu de j¨®venes skatal¨ªticos que apoyan su particular idiosincrasia en todo el mundo. De Espa?a se han presentado dos propuestas bien diferentes y unas m¨¢s heterodoxas que otras, ambas en la Sala Stollwerck de Colonia, que es un buen sal¨®n de actos para conciertos situados en uno de los edificios estudiantiles de la ciudad.
Primero, los mostolenses Skarlatines, que despu¨¦s har¨ªan de banda soporte para uno de los artistas cl¨¢sicos del g¨¦nero -el octogenario jamaicano Laurel Aitken-, dieron una buena muestra de su estilo rocksteady y dejaron las tablas bien calientes para la irrupci¨®n de los vallecanos Ska-P. A sala llena y con una legi¨®n de espectadores que hubiera necesitado algunos galones de desodorante para descargar el ambiente del recinto -en Colonia est¨¢ haciendo treinta y tantos grados de temperatura y el sol pega por las ma?anas como en Espa?a-, Ska-P saltaron a las tablas apelando a lo que mejor saben hacer: crear una verbena revolucionaria de marcado car¨¢cter antiautoriario e izquierdista.
Como adem¨¢s su m¨²sica posee ritmo y el poder¨ªo de un tren de mercanc¨ªas a toda marcha, las huestes de Pul-pul, guitarrista y cantante, y Pipi, animador, corista y performer disfrazado, no tuvieron problema alguno para hacerse con un p¨²blico al que s¨®lo hab¨ªa que hacerle un mero gui?o para que empezaran a bailar a salvajes empujones, que es como los rude boys de todo el mundo disfrutan con el ska en directo.
La cuesti¨®n idiom¨¢tica y el posible desconocimiento acerca de la m¨²sica del grupo que pudiera tener el p¨²blico alem¨¢n no fue, sin embargo, obst¨¢culo, debido a las claras se?ales que los de Vallecas iban enviando en cada tema. Puede que los alemanes no sepan lo que es una empresa de trabajo temporal, pero seguro que al ver a Pipi disfrazado de Papa, de polic¨ªa antidisturbios o de condenado a muerte con, silla el¨¦ctrica incluida, el mensaje de esta banda espa?ola, que consigue aunar comercialidad e ideolog¨ªa pol¨ªtica nada correcta en los tiempos que corren, les lleg¨® con una nitidez tan evidente que, al final del concierto, los espectadores alemanes gritaban a coro '?resistencia!' como si en realidad vivieran todos en los alrededores del campo del Rayo Vallecano. Tanto el grupo, que era la primera vez que actuaba en Alemania, como el p¨²blico asistente y los organizadores del PopKomm consideraron un tremendo acierto este concierto por lo alto que ha puesto el list¨®n.
?Qui¨¦n arregla los problemas de esta industria?
En una primera recepci¨®n a los participantes del PopKomm, Julian Nida-R¨¹mmelin, ministro alem¨¢n de Coordinaci¨®n para Asuntos Culturales, comenz¨® su salutaci¨®n diciendo: 'Bienvenidos y gracias por venir. Pero lo primero que quiero decirles es que yo no voy a darles soluciones. Este es su negocio'. Claro como el agua. Este a?o hasta las multinacionales del disco tienen una caseta propia, lo cual quiere decir que piden ayuda a gritos. Si les fueran bien las cosas, no se dignar¨ªan a aparecer por la feria. Pero es que todo en la m¨²sica son ahora inc¨®gnitas por despejar. A los consabidos problemas internacionales que genera la pirater¨ªa, la falta de inversi¨®n en nuevos talentos, el desplome de las p¨¢ginas de Internet dedicadas a la m¨²sica -en el PopKomm s¨®lo hay cuatro representadas-, el retraso de algunos pa¨ªses con respcto al desarrollo de la m¨²sica en la Red -aqu¨ª se calcula que Espa?a lleva un a?o y medio de retraso con respecto a Alemania- o las quejas por la falta de apoyo a nuevos talentos que implica la pol¨ªtica de radiof¨®rmulas y cadenas estrictamente comerciales, se une ahora el nuevo fen¨®meno de la creaci¨®n y desarrollo de artistas a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Las Operaciones Triunfo y los Pop Stars brotan en todo el mundo como setas, aunque, como explica Hans Jurgen Ploenes, coordinador del ¨¢rea latina, 'en Espa?a ha sido donde lo han hecho de manera m¨¢s desorbitada y haciendo un da?o casi irreparable a la infraestructura y la creaci¨®n en otros ¨¢mbitos musicales m¨¢s arriesgados. Aqu¨ª intentaremos no cometer los mismos errores', porque si no Europa entera probar¨¢ los rigores del 'plato ¨²nico en m¨²sica. Lo ideal para hacerla a¨²n menos interesante de lo que ya es'.
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