Gal¨¢pagos, un mundo perdido
Traves¨ªa por el archipi¨¦lago que inspir¨® la teor¨ªa de la evoluci¨®n
El pecio de la proa del petrolero Jessica emerge unos 10 metros sobre el agua a poco m¨¢s de un kil¨®metro de los muelles de Puerto Barquerizo Moreno, capital de la isla de San Crist¨®bal, del archipi¨¦lago Col¨®n, nombre oficial de las ecuatorianas islas Gal¨¢pagos. El casco, verdoso y batido por un oleaje suave y pertinaz, recuerda el derrame de petr¨®leo aquel fat¨ªdico 16 de enero de 2001, que angusti¨® por d¨ªas a una humanidad que se sinti¨® culpable de un crimen de lesa ecolog¨ªa. Hoy se antoja un aviso del peligro que corre este encadenamiento de islas volc¨¢nicas, ¨²nicas en el mundo por su fauna, dentro y fuera del mar.
Cuando el dominico espa?ol fray Tom¨¢s de Berlanga las descubri¨®, el 10 de marzo de 1535, habl¨® de ellas en t¨¦rminos poco amables. '(...) Muchos lobos marinos, iguanas, gal¨¢pagos y muchas aves de las de Espa?a, pero tan bobas que no sab¨ªan huir (...); pero en toda la isla no hay donde se pudiese sembrar una fanega de ma¨ªz (...)'. Charles Darwin escribi¨® tres siglos despu¨¦s en El viaje del Beagle: 'Nada hay menos atractivo que ver por primera vez estas islas'. Una opini¨®n que pronto se tornar¨ªa en entusiasmo al descubrir una riqueza de especies cuyo an¨¢lisis le inspir¨® la teor¨ªa de la evoluci¨®n.
Durante lustros, Gal¨¢pagos fue refugio y arc¨®n de piratas, un lugar de paso obligado de balleneros por este laberinto de 19 islas y 42 islotes emergentes en medio del Pac¨ªfico a 1.000 kil¨®metros de la costa continental. Tambi¨¦n de exc¨¦ntricos pioneros al amparo de los escritos de Darwin. Hasta 1959, cuando se tom¨® conciencia cient¨ªfica y ecol¨®gica del valor de las Gal¨¢pagos. Hoy, los visitantes del parque nacional (el 97% de la tierra firme y de su plataforma marina) est¨¢n sometidos a un estricto control de su equipaje de mano (prohibidas las semillas, alimentos y otros productos).
?sta es una descripci¨®n de algunas de las islas que pueden visitarse partiendo desde la de Santa Cruz en un crucero.
Isla de Santa Cruz
La m¨¢s poblada del archipi¨¦lago y donde se encuentra la estaci¨®n biol¨®gica Darwin. Mediante lanchas, o pangas, por utilizar el lenguaje aut¨®ctono, se llega a la bah¨ªa Conway, vigilada por el cerro del Drag¨®n. Se trata de un picacho cuyas laderas serradas asemejan el torso de una iguana cuando los perfiles se recortan al contraluz de un sol rojizo p¨¢lido. Las peque?as playas se esconden entre bloques de enormes esponjas p¨¦treas, recuerdos de lejanas y virulentas erupciones volc¨¢nicas. Por entre las rocas culebrean decenas de iguanas marinas. A pocos metros de la costa, en una peque?a laguna, un grupo de flamencos escarba en el lodo en busca de larvas de camar¨®n, su base alimenticia.
Las aves llegaron por una fuerte corriente a¨¦rea procedente de Bahamas, y desde entonces permanecen aqu¨ª como especie end¨¦mica -t¨¦rmino que denomina las especies aut¨®ctonas- de las islas. Hacia el interior, el tono negruzco de la lava petrificada se torna en polvo rojizo ferroso que envuelve los cactus y miles de ¨¢rboles resecos de palosanto, guarida y alimento de las iguanas terrestres.
Isla Espa?ola
La m¨¢s meridional de las islas Gal¨¢pagos, y una de las m¨¢s peque?as, hechiza desde el mismo momento que se desembarca, en el inmenso arenal de talco de bah¨ªa Gardener, guardado por decenas de leones marinos que sestean agrupados en camadas, indiferentes a la nueva especie que llega. Si alg¨²n aventurado fot¨®grafo cruza el invisible cord¨®n territorial de la manada, el enorme macho marino yergue su voluminoso corpach¨®n y ladra para advertir al intruso. ?se es todo el peligro. Resulta el momento ideal para disfrutar de la relajaci¨®n tumbado en la arena o nadando sin prisas en las c¨¢lidas aguas. Si desea una raci¨®n mayor de fauna, puede sumergirse en las aguas del islote Tortuga, frente a Gardener, para contemplar una fiesta de colores y formas en los peces o tener un ascenso de adrenalina si pocos metros m¨¢s abajo aparece alg¨²n peque?o tibur¨®n.
No muy lejos de Gardener, el paisaje de Espa?ola, la primera isla que emergi¨® en el archipi¨¦lago, cambia por completo.
Punta Su¨¢rez es el reino de las iguanas marinas, los pel¨ªcanos y las aves piqueros de pata azul. El litoral es una sucesi¨®n de acantilados de lava, esculpidos por el mar hasta convertirlos en un enorme grader¨ªo donde se acomodan las distintas especies. En lo m¨¢s alto de los escarpados anida la reina absoluta del archipi¨¦lago, el depredador dominante en el aire y la tierra: el ¨¢guila de Gal¨¢pagos.
Isla San Crist¨®bal
Aqu¨ª, la mano del hombre ha cambiado de manera m¨¢s evidente el entorno, aunque nuevos proyectos buscan la repoblaci¨®n de tortugas y la eliminaci¨®n de especies no abor¨ªgenes. Es la segunda isla en poblaci¨®n, y acoge desde hace tiempo a excursionistas dedicados a hacer surf en playas cercanas a Puerto Barquerizo. La visita a Puerto Grande comienza en el mismo lugar al que arrib¨® Darwin para admirar los altos farallones, lugar seguro para decenas de especies.
Las Gal¨¢pagos tienen un poderoso enemigo en la propia naturaleza. El fen¨®meno El Ni?o es una tragedia. Se calcula que perecen el 20% de leones marinos y el 30% de iguanas a consecuencia de la eliminaci¨®n de algas y peces, el sustento de esas especies.
El peligro que el ser humano pudiera suponer para las islas est¨¢ conjurado con el l¨ªmite de visitas y un reglamento que se cumple a rajatabla. La norma para todo visitante es: 'De Gal¨¢pagos solamente te llevas los recuerdos, en Gal¨¢pagos solamente dejas tus huellas en la playa'.
GU?A PR?CTICA
- El n¨²mero de visitantes a las islas se ha limitado a 70.000 al a?o. Habitantes: 18.000. Moneda: d¨®lares de Estados Unidos. Prefijo telef¨®nico: 00 593.
- Iberia (902 40 05 00). Vuelos diarios, desde Madrid hasta Quito. Ida y vuelta, 924 euros con tasas. - KLM (902 22 27 47). Todos los d¨ªas. Desde Madrid, v¨ªa Amsterdam, hasta Quito. Ida y vuelta, 875 euros m¨¢s tasas. - Tame (22 50 93 75). Aerol¨ªnea ecuatoriana, con vuelos desde Quito hasta Gal¨¢pagos. Ida y vuelta, 338 euros. - Viaje a las Gal¨¢pagos en barcos mercantiles. Zarpan de Guayaquil con una cierta irregularidad. Es necesario contactar con la capitan¨ªa mercante en la ciudad portuaria ecuatoriana. El pasaje cuesta unos 203 euros.
- Great World Adventures (22 50 22 03); www.galapagosislands.com. Paquetes de cruceros a Gal¨¢pagos. Cinco d¨ªas, con billete de ida y vuelta, comidas y entrada al parque. Desde 1021 euros. - Cruceros Canodros (42 28 57 11). Cuatro d¨ªas con comidas y visitas, entre ellas al Centro de Interpretaci¨®n en San Crist¨®bal. Desde 798 euros. - Ofertas de cruceros y de hoteles en www.discovergalapagos.com. Tambi¨¦n se pueden alquilar habitaciones en casa de los habitantes de Santa Cruz.
Los meses c¨¢lidos van de diciembre a junio, y se aconseja ropa confortable y zapatos c¨®modos para caminar por senderos de lava, alpargatas playeras y un efectivo protector solar. El resto de los meses, uso de impermeable y chaquetas ligeras para la noche. Entre las normas exigidas para la visita: no tocar ni alimentar a los animales; seguir los senderos designados; no llevarse nada de las islas - conchas, piedras, coral...-. La entrada al parque cuesta 101,6 euros a los extranjeros.
- Oficina del Parque Nacional de las Gal¨¢pagos. Santa Cruz (05 52 61 89). San Crist¨®bal (05 52 01 38). - C¨¢mara de Turismo de Gal¨¢pagos. (05 52 62 06).
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