Bandas colombianas copan la delincuencia m¨¢s violenta
Los sicarios acaparan los atracos a joyer¨ªas, robos en domicilios, secuestros y asesinatos por encargo
Un sicario colombiano mat¨® el pasado lunes al jefe de Homicidios de Madrid e hiri¨® a los otros dos polic¨ªas que iban a detenerle. La noticia, que abri¨® todos los telediarios en Espa?a, apenas hubiera ocupado unos segundos en un noticiero colombiano. All¨ª mueren cada a?o 350 polic¨ªas en enfrentamientos con delincuentes, mientras que aqu¨ª la media es de dos. Si a esto se le a?ade que el sicario llevaba s¨®lo 15 d¨ªas en Espa?a, dispon¨ªa ya de tres pistolas y era buscado por un brutal asesinato cometido nada m¨¢s llegar, se obtiene la confirmaci¨®n de que la delincuencia colombiana, una de las m¨¢s violentas del mundo, ha aterrizado en Madrid y ya acapara los atracos a joyer¨ªas, asaltos a domicilios, secuestros con extorsi¨®n y asesinatos por encargo.
S¨®lo esta semana, la polic¨ªa ha detenido a 13 colombianos, integrantes de tres bandas distintas, acusados de dos asesinatos y otros tantos secuestros. Un delincuente m¨¢s, el asesino del polic¨ªa, cay¨® abatido por las balas de los agentes. Son los ¨²ltimos datos de un a?o especialmente cruento. Ya el 9 de febrero, Willian Fernando Hern¨¢ndez, un colombiano de 39 a?os, fue asesinado a tiros por dos de sus compatriotas en la puerta de su casa. 'Aquel', cuenta el polic¨ªa que lo investig¨®, 'fue un crimen tipo. Parec¨ªa que, en vez de en Madrid, est¨¢bamos en cualquier ciudad de Colombia. Los sicarios eran adolescentes, llegaron en una motocicleta y dispararon a su v¨ªctima con una pistola del calibre 22. As¨ª, a cara descubierta, a la vista de todos los vecinos'. Un mes despu¨¦s -y tomando como ejemplo s¨®lo Madrid- otro colombiano muri¨® degollado en su garaje. No ser¨ªa el ¨²ltimo. En junio y julio dos m¨¢s resultaron muertos de sendos tiros en la sien.
La situaci¨®n lleg¨® a ser tal que la comunidad colombiana lleg¨® a sentir miedo de s¨ª misma. El Gobierno de Bogot¨¢, de acuerdo con el espa?ol, resolvi¨® enviar a Madrid a un destacamento de la polic¨ªa judicial que empez¨® a trabajar con un dato escalofriante sobre la mesa: entre 1999 y 2000, murieron ajusticiados en Madrid 14 colombianos. Un a?o despu¨¦s, la cifra ascendi¨® a 17. Quedaba por tanto claro que las principales v¨ªctimas del llamado c¨¢rtel de Madrid eran sus propios compatriotas.
O al menos eso era as¨ª hasta el pasado lunes. 'Por lo que yo s¨¦', explica un alto oficial de la Polic¨ªa Nacional de Colombia, 'los delincuentes espa?oles no se atreven a volver sus armas contra la autoridad, se atienen a ciertas normas no escritas. ?sa es la verdadera diferencia entre los delincuentes de uno u otro pa¨ªs. All¨ª, en Colombia, la vida vale tan poco que no respeta nada'.
Algunos colombianos que asistieron el pasado martes al funeral por el polic¨ªa asesinado estaban en verdad sorprendidos por la solemnidad del acto, presidido por el minsitro del Interior. 'En nuestro pa¨ªs', dice un diplom¨¢tico, 'har¨ªa falta un ministro solamente dedicado a ir de entierro en entierro, tenga usted en cuenta que all¨ª pr¨¢cticamente matan a un agente cada d¨ªa'. 'La polic¨ªa espa?ola', tercia el mando policial, 'tendr¨¢ que replantearse su manera de combatir la delincuencia que procede de pa¨ªses como el nuestro, donde primero se dispara y luego se pregunta'.
El polic¨ªa colombiano dice que la degradaci¨®n de su pa¨ªs es tanta que ya viaja a trav¨¦s de sus fronteras: 'Fig¨²rese un pa¨ªs donde se producen 35.000 muertes violentas al a?o, un pa¨ªs roto donde ya los hijos no entierran a los padres sino justo lo contrario; hay lugares donde la muerte se ha convertido en un asunto cotidiano y ya hace tiempo que vivir es un deporte de riesgo'.
Por si fuera poco, la escalada de la violencia no ha podido llegar en peor momento. Tanto el ministro del Interior como el director de la Polic¨ªa acaban de aterrizar en sus puestos y han optado por el silencio como respuesta. Los sindicatos dudan de que ning¨²n plan apresurado pueda paliar un problema de tanta magnitud. 'Aznar', dice Jos¨¦ Mar¨ªa Benito, dirigente del Sindicato Unificado de Polic¨ªa, 'ha prometido 20.000 agentes m¨¢s, cuando sabe que eso es imposible, porque en formar un polic¨ªa se tarda tres a?os y en la academia s¨®lo caben 1.500. Faltan medios, faltan polic¨ªas y falta sobre todo que se vuelva a hacer m¨¢s labores de investigaci¨®n y menos de relaciones p¨²blicas'.
La preocupaci¨®n por los ¨²ltimos cr¨ªmenes no s¨®lo ha llegado a la polic¨ªa espa?ola. Tambi¨¦n el embajador de Colombia, ?lvaro Villegas, anda angustiado por la mala fama que sus compatriotas empiezan a tener en Espa?a. 'Hace cuatro a?os', explica, 'aqu¨ª s¨®lo hab¨ªa 21.000 colombianos y hoy barajamos una cifra de 240.000. De estos, 90.000 est¨¢n en Madrid. Le puedo decir que el 85% procede de zonas poco conflictivas pero pobres, regiones donde la tasa de desocupaci¨®n es del 25%, campesinos que vieron c¨®mo se arruinaban sus negocios de caf¨¦ o de ca?a'.
Pocos que hacen mucho da?o
'La mayor¨ªa de esa gente ha venido ac¨¢ con su familia, con un deseo de asentarse. Son gente buena, de entre 30 y 45 a?os, algunos de ellos con estudios. Aqu¨ª en Madrid puede usted encontrar a ingenieros y arquitectos colombianos que est¨¢n sirviendo mesas en los restaurantes. Y, claro, tambi¨¦n vienen algunos, muy pocos, que son los malos, los desechos... ?Cu¨¢ntos pueden ser? ?Quinientos quiz¨¢s? Es mucho el da?o que hacen'.
Tal es preocupaci¨®n del Gobierno que ha encargado a la Universidad Aut¨®noma de Madrid y a la de Comillas un estudio universitario, valorado en 50.000 euros, para conocer la situaci¨®n exacta de los colombianos afincados en Espa?a. Y, como terapia de choque, ha destinado en Madrid al coronel Germ¨¢n Gustavo Jaramillo, un experto en inteligencia al mando de ocho oficiales -uno de ellos el ex jefe de Interpol en Colombia- que ya se han puesto a disposici¨®n de la polic¨ªa espa?ola.
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