Aquellos maravillosos meses

?rase una ¨¦poca en la que WorldCom era 'una compa?¨ªa de redes aparentemente irrelevante', Netscape acababa de salir a Bolsa y las palabras digital, Internet o puntocom significaban una oportunidad de oro para algunos y nada de nada para otros. Era el a?o 1994, y fue entonces cuando este libro comenz¨® a escribirse. Muchas cosas han cambiado. Nada de lo que ocurr¨ªa en aquella ¨¦poca o se pensaba que pod¨ªa ocurrir tiene que ver con lo que sucede ahora, tras el crash burs¨¢til y financiero de las compa?¨ªas tecnol¨®gicas. Por eso, algunas de las afirmaciones que contiene este libro -como la referida a la tristemente c¨¦lebre WorldCom- suenan lejanas, extra?as. Las relacionadas con el cambio que supone la digitalizaci¨®n de la informaci¨®n para la econom¨ªa y las empresas, sin embargo, ten¨ªan sentido entonces y lo siguen teniendo ahora.

Don Tapscott, el coordinador de este libro, es uno de los gurus tecnol¨®gicos m¨¢s conocidos de Estados Unidos y ha escrito media docena de libros relacionados con este asunto. Tapscott fund¨® la consultora Alliance for Converging Technolgies -ahora se llama Digital 4Sight-, que en 1994 comenz¨® a realizar una investigaci¨®n sobre c¨®mo afectaba el trabajo en red a sus clientes. El resultado es este libro, que incluye 23 reflexiones realizadas por otros tantos miembros de Alliance -General Motors, Hewlett-Packard, Kodak, Nortel, Oracle, Banco de Montreal- sobre el impacto de la nueva era digital en la gesti¨®n de sus negocios.

La obra se estructura en cuatro partes. La primera, llamada Las nuevas reglas de la competencia, hace referencia a c¨®mo deben dise?arse la empresa digital y las comunidades virtuales. La segunda parte se centra en explicar el impacto de la Red -o 'la Net', como dice pedantemente el libro- en industrias concretas. Algunos cap¨ªtulos, los m¨¢s interesantes, est¨¢n dedicados a las empresas cuya materia prima de trabajo es la informaci¨®n -editoras de libros, peri¨®dicos o m¨²sica; banca e intermediarios financieros; industria fotogr¨¢fica-. El libro apunta correctamente que estas compa?¨ªas son las m¨¢s afectadas por la transformaci¨®n digital, ya que el coraz¨®n de su negocio es ahora, tan s¨®lo, un manojo de bytes. La tercera parte de la obra hace referencia a las herramientas para lograr esta transformaci¨®n, y la cuarta aventura, el futuro del gobierno digital.

Dejando a un lado que muchas de las personas que escriben ya no est¨¢n en sus puestos o no trabajan en estas compa?¨ªas, el libro refleja los intereses y actitudes de estas grandes empresas ante un futuro incierto como el que representaba la nueva era digital. Es interesante comprobar c¨®mo algunas de las cosas que se apuntan en el libro se han cumplido. En uno de sus cap¨ªtulos se habla, por ejemplo, de que las compa?¨ªas competidoras terminar¨¢n uni¨¦ndose en plataformas comunes para negociar, de forma tambi¨¦n com¨²n, contratos m¨¢s ventajosos con determinados proveedores, y as¨ª ha ocurrido en industrias como la construcci¨®n o el autom¨®vil. Otras, como el continuo fluir de capital hacia el para¨ªso digital, concluyeron abruptamente. Pero lo apasionante es releer la promesa de cada uno de estos gestores de compa?¨ªas tradicionales de que su empresa se estaba volcando en Internet, algo que vend¨ªa entonces y ahora es una lacra. El inter¨¦s de este libro es que nunca se podr¨¢ repetir.