Musharraf se arroga nuevos poderes antes de las elecciones de Pakist¨¢n
El general Pervez Musharraf, que tom¨® el poder en Pakist¨¢n tras un golpe de Estado en octubre de 1999, se arrog¨® ayer nuevos poderes. Disolver la C¨¢mara baja del Parlamento, elegir a los jefes de las Fuerzas Armadas forman parte desde ahora de sus competencias. Esos cambios 'entran en vigor inmediatamente', precis¨® ayer en Islamabad, la capital.
Para ello, Musharraf enmend¨® ¨¦l mismo la Constituci¨®n. 'No necesito la aprobaci¨®n de la Asamblea', asegur¨® con un tono airado. El Parlamento podr¨¢ deshacer los cambios. Pero 'es un asunto importante que los llevar¨¢ a enfrentarse a m¨ª y al Consejo de Seguridad Nacional. Entonces decidir¨¦ si renunciar¨¦ yo o si se ir¨¢n ellos', advirti¨®.
El Consejo de Seguridad Nacional se compone de tres oficiales y ocho civiles. Debe ser dirigido por Musharraf, quien oficializ¨® ayer su creaci¨®n. Para responder a las cr¨ªticas que ven en el nuevo ¨®rgano un refuerzo de la presencia militar en la pol¨ªtica nacional, Musharraf asegur¨® que no intervendr¨¢ en asuntos gubernamentales. 'Digo que si quer¨¦is mantener a los militares fuera, ten¨¦is que tenerlos dentro'. Para ¨¦l, la presencia de oficiales en el Consejo excluye que se produzcan otros golpes de Estado, como los tres ocurridos en apenas m¨¢s de medio siglo de historia, desde la independencia en 1947. 'Las tomas de poder militares no ser¨¢n posibles porque tendremos [en el seno del Consejo] a aquellos que pudieran tomar decisiones inconsideradas', explic¨®.
El papel de los militares
Los nuevos poderes de Musharraf se mantendr¨¢n incluso despu¨¦s de las elecciones generales previstas para el 10 de octubre. Esa reforma es denunciada por la oposici¨®n, que la considera ilegal. 'Un individuo no tiene derecho a enmendar la Constituci¨®n. ?sa es una prerrogativa exclusiva del Parlamento', protest¨® Raza Rabbani, secretario general del Partido Popular de Pakist¨¢n de la ex primer ministra Benazir Bhutto. 'Es inoportuno que la nueva Asamblea, antes de llegar a existir, est¨¦ bajo una amenaza de disoluci¨®n', lament¨®.
Otras proposiciones de reforma constitucional, anunciadas en junio, han sido abandonadas, en particular la que hubiera permitido al presidente nombrar y destituir al primer ministro elegido y despedir al Gabinete. Una concesi¨®n sin real importancia, puesto que al arrogarse el derecho a disolver el Parlamento, Musharraf puede obtener lo mismo por otra v¨ªa.
Las ¨²ltimas enmiendas pretenden 'hacer la democracia sostenible', observ¨® el presidente. 'Es una transici¨®n, desde la dictadura democr¨¢tica -aunque no llamar¨ªa esto una dictadura- hacia una democracia... elegida'. En abril pasado, Musharraf extendi¨® su mandato presidencial por cinco a?os tras un refer¨¦ndum, cuyo resultado controvertido le concedi¨® un 97% de los votos, seg¨²n el Gobierno. Considerado como un dictador a partir de 1999, es ahora uno de los aliados claves de EE UU en su guerra contra el terrorismo.
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