Las inundaciones se extienden a zonas del oeste de Alemania

Tras m¨¢s de una semana de devastar las localidades a las orillas de los r¨ªos en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), las riadas alcanzaron ayer el oeste del pa¨ªs. En Schnackenburg, sobre la antigua frontera entre las dos Alemanias, las aguas del Elba subieron ayer a 7,51 metros, menos de lo temido, pero bastante m¨¢s de los 2,80 normales. Cerca de all¨ª, en las inmediaciones del vertedero nuclear de Gorleben -que no corre ning¨²n peligro-, se rompi¨® un dique que aneg¨® el pueblo de Laasche. Sus 40 habitantes, sin embargo, ya hab¨ªan abandonado sus casas.

Con una altura de 1,50 metros, las aguas inundaron tambi¨¦n las casas de madera de Hitzacker, que no cuenta con diques de protecci¨®n. Entre los expertos hay desacuerdo sobre cu¨¢nto durar¨¢ la crecida del r¨ªo en este tramo del Elba, que desemboca en el mar del Norte. Los m¨¢s pesimistas temen que si se prolongan varios d¨ªas, muchos diques, improvisados con sacos terreros, podr¨ªan ablandarse y ceder a la presi¨®n de las aguas.

Esto es precisamente lo que viene sucediendo en las riberas de Alemania del Este, donde, en los ¨²ltimos d¨ªas, muchas zonas bajas fueron completamente anegadas y decenas de miles de personas tuvieron que abandonar a contrarreloj sus casas. Ayer, nuevas evacuaciones masivas tuvieron lugar en los Estados federados de Mecklemburgo-Antepomerania y Brandeburgo.

Tan s¨®lo en Brandeburgo y Sajonia Anhalt -otro Estado federado-, en los ¨²ltimos d¨ªas han sido amontonados 11 millones de sacos terreros, la mayor¨ªa de ellos por voluntarios. El canciller Schr?der, reiter¨® ayer su gratitud por las m¨²ltiples ayudas internacionales recibidas. En las riberas est¨¢n trabajando, entre muchos otros, soldados brit¨¢nicos, buceadores estadounidenses y expertos rusos.