Salvad a la rana de Mar¨ªa Jos¨¦

La evasi¨®n de un preso etarra de una c¨¢rcel francesa (por el m¨¦todo que practicaron Uma Thurman y Kim Basinger en An¨¢lisis final) ha demostrado que todos, incluso los peores, somos sustituibles por un ser similar. Y somos, adem¨¢s, prescindibles (sobre todo, los peores).

Da igual que George Bush Jr. no se persone en la Cumbre Mundial del Desarrollo Sostenible que se va a celebrar en Johanesburgo. Puede reemplazarle cualquiera de sus hermanos. O su padre. O su madre. El tipo de postura oficial que Estados Unidos mantiene sobre el asunto ha sido sintetizado por el C¨¦sar en una frase maestra ('Que talen los bosques'), como soluci¨®n a los incendios forestales. A este paso, va a ordenar a la poblaci¨®n que detenga las inundaciones bebi¨¦ndose las aguas conforme vayan llegando. Bush (cualquier Bush) cree que el medio ambiente es la mitad de un bar de gays (algo habr¨¢ hecho) y cuando se le rebela cita a los cl¨¢sicos. Concretamente, a Ner¨®n.

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar tampoco tiene un plan para el medio ambientazo y tampoco acudir¨¢. Hay que aplaudir, no obstante, la coherencia con que ha elegido al sustituto, pues ser¨¢ el ministro Jaume Matas, famoso especialista en t¨²neles, quien reemplace al m¨¢s c¨¦lebre reventador de puentes dial¨¦cticos que ha conocido Espa?a desde que se inaugur¨® la democracia.

Pero hay sustituciones que la prensa del coraz¨®n ve como temibles suced¨¢neos del amor verdadero. La lectura, por ejemplo. Algunas revistas muestran una razonable preocupaci¨®n por el hecho de que Francisco Rivera siga separado de Eugenia de Alba y haya sido visto leyendo, horas antes de una corrida y con gafas. Hay que recordar, en descargo de las revistas, que lo de Bush Jr. empez¨® precisamente cuando sustituy¨® la bebida por la Biblia. 'Melanc¨®lico y solitario', 'pensativo y triste', deducen del pintoresco comportamiento de Fran los cronistas. Semana llega m¨¢s lejos que sus colegas, no s¨®lo porque aventura que el torero, por el simple hecho de sentarse a leer, se dispone a 'dar rienda suelta a sus pensamientos', sino porque complementa la informaci¨®n con otra en la que aparece Eugenia leyendo tambi¨¦n (esto empieza a ser desesperante), aunque en su caso el objeto de su atenci¨®n (la etiqueta de la botella de champ¨¢n con que se dispone a botar un barco) no parece peligroso, por lo que el redactor no duda en adjudicarle 'un continuo disfrute de la playa' y una 'silueta envidiable'. Como el t¨ªtulo del libro (ninguna cr¨®nica lo nombra) parece no importarle a nadie tanto como las consecuencias del acto de leer, y a m¨ª s¨ª me ha invadido un sano horror a que pueda tratarse del Antiguo Testamento, me he lanzado sobre las fotos provista de una lupa, con resultados negativos y un ataque de flato. Eso s¨ª, a modo de avance intelectual o pr¨®logo, puedo casi garantizar que la frase estampada en la camiseta que luce el bello mozo es: 'Jo¨¦, qu¨¦ cal¨®'.

Conveng¨¢moslo: el amor verdadero es insustituible, tienen raz¨®n las revistas, y deber¨ªa figurar entre las especies a conservar por cualquier organizaci¨®n ecologista rigurosa. Y m¨¢s a¨²n que el amor, la rana con cuyas sustancias se ha hecho el test de maternidad Mar¨ªa Jos¨¦ de Ubrique, que a los 22 d¨ªas de haberse casado, ni uno m¨¢s ni uno menos, afirma con total seguridad que est¨¢ embarazada (la informaci¨®n es de ?Hola!, que tiene la exclusiva del pack Jesul¨ªn: insiste en que la joven 'est¨¢ de una sola falta' y en que la criatura 'nacer¨¢ en primavera'). Ayer me detuve a comentarlo con unas comadres que tomaban sus ca?as habituales en el bar de la esquina y, estad¨ªsticas en mano, examinando los datos de que disponemos, estamos en condiciones de asegurar que los jesulines han tenido al equipo habitual de ?Hola! en turnos de nocturnos y diurnos durante esos fat¨ªdicos 22 d¨ªas, con lo que creo que nos encontramos ante el primer caso de rana reportera de la historia de la humanidad.

Habr¨ªa que organizar otra cumbre para salvarla, y a ¨¦sa s¨ª deber¨ªa asistir George Bush Jr. Quiz¨¢ con un beso de tornillo por parte de la rana, el presidente volver¨ªa a los viejos y buenos tiempos en que s¨®lo era alcoh¨®lico.