Los sondeos otorgan una leve ventaja a Schr?der en su primer debate con Stoiber
Es la primera vez en la historia alemana que un canciller acepta un cara a cara en televisi¨®n
No fue, ni mucho menos, una victoria clara: el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, s¨®lo logr¨® ayer una leve ventaja sobre su contrincante conservador, Edmund Stoiber, en el primer debate televisivo de la historia alemana entre dos candidatos con opci¨®n de gobernar el pa¨ªs, en este caso tras las elecciones del pr¨®ximo 22 de septiembre. Los primeros sondeos realizados por varios institutos de opini¨®n indicaban anoche que la mayor¨ªa de los espectadores consider¨® m¨¢s convincente, cualificado y simp¨¢tico al pol¨ªtico socialdem¨®crata.
A veces se habla en Alemania de un ser ¨²nico, Schroiber, y las declaraciones finales de ambos pol¨ªticos parec¨ªan dar raz¨®n a esta tesis. Mientras que el canciller postul¨® como sus principales metas un "camino pac¨ªfico" para Alemania (en referencia a su rechazo a un eventual ataque a Irak), una gran reforma del mercado laboral y el mantenimiento de la solidaridad demostrada durante las riadas, Stoiber postul¨® la necesidad de "salvaguardar la paz" (sin excluir del todo un ataque a Sadam Husein), la "superaci¨®n del paro" y la reducci¨®n de las diferencias que persisten entre ambas Alemanias. Un segundo debate televisivo se realizar¨¢ el pr¨®ximo 8 de septiembre.
Un lance de alto riesgo para el canciller
El debate de ayer fue acordado poco despu¨¦s de que Stoiber fuese escogido como candidato a la canciller¨ªa a nombre de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y su hermanada Uni¨®n Social Cristiana (CSU), que ¨¦l preside, en enero pasado. Hasta entonces, ning¨²n canciller en ejercicio (y mucho menos Helmut Kohl, que gobern¨® entre 1982 y 1998) hab¨ªa accedido a asumir el riesgo de medir argumentos, personalidades, aspecto f¨ªsico y lenguaje corporal en un encuentro televisivo con su contrincante.
Tras ser retado quiz¨¢s de una manera algo ret¨®rica por los conservadores, Schr?der acept¨® de buena gana: aunque ayer se le notaba deslucido, uno de sus principales fuertes ha sido siempre lo bien que da en c¨¢mara y su despiadada agilidad ret¨®rica en el cara a cara. "Rechazar el debate no hubiera sido mi estilo", recordaba el canciller esta semana en una reuni¨®n con la prensa extranjera.
Fue tanta la confianza de Schr?der en su encanto medi¨¢tico que sus asesores llegaron a proponer que los debates se realizasen en los ¨²ltimos d¨ªas antes de las elecciones, cuando ya hubiese sido demasiado tarde para su contrincante intentar corregir en la opini¨®n p¨²blica una eventual imagen desfavorable.
A diferencia de lo que sucede con el canciller, Stoiber es un hombre al que le cuesta hablar con soltura y formular frases cortas y tajantes para los televidentes. A veces, llega a ser confuso. En c¨ªrculos pol¨ªticos de la capital alemana es legendaria su aparici¨®n, a inicios de a?o, en un importante programa de debates televisivos, en el que alcanz¨® a dirigirse a la conocid¨ªsima presentadora Sabine Christiansen diciendo "Se?ora Merkel...", como si estuviese conversando con la presidenta de la CDU, Angela Merkel.
Desde entonces, sin embargo, tras un presumiblemente intenso entrenamiento por parte de sus asesores, Stoiber ha mejorado mucho en sus comparecencias p¨²blicas, como demostr¨® claramente ayer.
En este sentido, su punto de partida previo al primer debate televisivo era incluso mejor que el del canciller, seg¨²n algunos expertos: mientras que Schr?der, desde su pedestal de monstruo televisivo, s¨®lo pod¨ªa perder, Stoiber s¨®lo pod¨ªa ganar, y mucho, en la percepci¨®n de los televidentes y potenciales votantes.
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