'NO SOY UNA MUJER DE SUERTE, SOY DE TRABAJO'
Podr¨ªa contarnos su vida en 25 l¨ªneas, por favor?
R. Nac¨ª en Madrid, de padre madrile?o y madre italiana. Estudi¨¦, muy bien, en la Scuola italiana. Hasta que me cambiaron a un colegio espa?ol. Ah¨ª me desubiqu¨¦: no me gustaba nada, s¨®lo te ense?aban a memorizar, no a pensar. Creo que, por la influencia literaria que hab¨ªa en casa, empec¨¦ a defenderme de ese mundo leyendo y escribiendo, buscando no el arte, sino la imaginaci¨®n. Antes de acabar el instituto me met¨ª en el teatro y lo dej¨¦ todo. Con 16 o 17 a?os me fui de casa. Y no por amor. Recuerdo que le dije a mi padre: 'La gente no se va de casa s¨®lo por amor'. Y a los dos meses me fui. A hacer La estanquera de Vallecas con Alonso de Santos en el Mart¨ªn, que ya no existe. All¨ª me di cuenta de que no sab¨ªa nada y me puse a formarme; hice la Escuela de Arte Dram¨¢tico compagin¨¢ndola con la vida: camarera, posar para pintores, escribir...
'Mi abuelo era muy libre de pensamiento. Con ¨¦l decid¨ª que quer¨ªa ser otras personas'
'Actuar es jugar. Y para jugar hay que creerse el juego. Si no, te traicionas. Disimular es ser mediocre'
P. ?Publicaba?
R. No. Me presentaba a premios. Pero nunca gan¨¦ ninguno.Bueno, uno de peque?a, aunque mi abuelo dec¨ªa que los premios no estaban bien. Pero ten¨ªa que mantenerme, porque quer¨ªa tener mi espacio, mi refugio. Alquilaba cuartos, pero era mi refugio.
P. ?Y ya no volvi¨® a casa?
R. No, pero siempre me he llevado bien. No fue una ruptura dr¨¢stica. Mis padres siempre han sido muy libres. Era un reto: no puedes contar historias de los dem¨¢s sin vivir la tuya. Y quer¨ªa tener mis problemas y mis maravillas.
P. Sola.
R. S¨ª. Eso hace que tengas altos y bajos, pero lo que siempre me ha salvado es la disciplina para volver a tocar tierra y saber qu¨¦ me importa: mi profesi¨®n y estar entera, ser yo misma, no perderme en cosas que me pod¨ªan sacar del camino.
P. ?Cosas como las drogas?
R. S¨ª. Disciplina es una palabra fea, pero hay que tener claro que hace falta para ser feliz... Yo no soy una mujer de suerte, soy de trabajo. Y eso por una parte me gusta y por otra me cuesta. Pero, por lo menos, cuando consigo una cosa, s¨¦ que ha sido por lucha, no por azar. Dentro de eso, siempre he buscado trabajar con gente diferente, y creo que eso me ha permitido no estar encasillada: ni el teatro comercial, ni el de vanguardia... He intentado ser libre y vivir fuera del gremio, ver a otra gente, a los puros y a los menos puros, porque me aburre hablar de la profesi¨®n todo el rato: prefiero salir, respirar, no mirarme mucho el ombligo, y...
P. ?Hablar?
R. S¨ª, me gusta hablar, pero tambi¨¦n escuchar.
P. ?C¨®mo era de ni?a?
R. Supongo que un poco rara. Era muy ni?o, s¨®lo me gustaban los juegos masculinos, el pelo corto, los caballos, leer. Viv¨ªa en mi mundo, en lo que le¨ªa, en Salgari, Verne, y en el mar, que me fascinaba. Italia era lo mejor: el salvajismo, las rocas, la soledad y la familia italiana, muy cari?osa.
P. ?Y su abuelo, don Jos¨¦ Bergam¨ªn?
R. Ten¨ªamos una relaci¨®n muy especial. Lo respetaba mucho, y lo admiraba. Era tan verdadero... Nunca trataba de ense?ar nada, todo lo que aprend¨ªa con ¨¦l lo aprend¨ªa porque formaba parte de la normalidad. Hubo una ¨¦poca maravillosa, dura para ¨¦l, cuando se rompi¨® la cadera y estuvo recuper¨¢ndose en casa. Nos vimos mucho. Yo quer¨ªa ser escritora, me fascinaba la palabra, y ¨¦l me dec¨ªa que ten¨ªa que leer cuentos de hadas, no literatura seria, y le¨ªamos unos libros ingleses maravillosos, de circo, y de teatro, y poes¨ªas. ?l era muy libre de pensamiento, y con ¨¦l decid¨ª que quer¨ªa ser otras personas y contar muchas historias. Pero me pudo lo f¨ªsico. Necesitaba utilizar el cuerpo, no s¨®lo la cabeza. La lucha ha sido fundir la voz y el cuerpo. Aparte de eso, no fue una infancia muy feliz. No volver¨ªa a ser ni?a. No s¨¦ por qu¨¦. Tengo que investigarlo.
P. ?Y qu¨¦ le pasa al teatro, que nadie lo quiere?
R. Uf. Hace falta actualizarlo, conectar mejor con la sociedad y las inquietudes de la gente. Es una pena, porque siempre ha estado muy ligado a lo social, as¨ª naci¨®. Tal vez es culpa de Madrid, que es una ciudad muy opaca. Eso se nota mucho en el teatro.
P. ?No ser¨¢ que no puede competir con el f¨²tbol y la tele?
R. No. El teatro es un juego de contacto directo, y no puede competir, ni debe, con las im¨¢genes. Es otro mundo, y hay que preservarlo para la gente que va a verlo y para los que lo hacemos, porque nunca puedes salir a medias; si lo haces, lo haces a muerte, y si no, ded¨ªcate a otra cosa. Por eso hay que procurar hacerlo s¨®lo cuando te gusta, porque, si no, te agota, no entras en ese otro mundo en el que te trasformas. Nieva, por ejemplo, en los ensayos insist¨ªa mucho en que habl¨¢ramos entre nosotros, potencia mucho la parte humana, la calidez que no encuentras en el cine o en la tele, siempre pidiendo resultados. Eso es nefasto. Pedir resultados a la cultura. Hay cosas que hay que defender y subvencionar, que no tienen que dar beneficios, que existen porque existen. Lo importante es nunca, un poquito s¨ª pero no del todo, hacerte da?o, obligarte a hacer proyectos que te den verg¨¹enza. Porque, si t¨² no te lo crees, es imposible que nadie se lo crea.
P. Actuar no es disimular.
R. Nooo. Es jugar. Y para jugar hay que creerse el juego. Si no, te traicionas a ti mismo y a tus compa?eros. Es como el p¨®quer: apuestas y te la juegas. Disimular es ser mediocre. Los ni?os, cuando juegan a piratas, se convierten en piratas. Interpretrar es hacerse consciente. Tampoco te puedes volver loco, no puedes traspasar la barrera. Jos¨¦ Luis G¨®mez dice que hay que tener siempre una sombra que te mira, sentir que eres libre pero que algo te controla. Si no, no ser¨ªas actor, ser¨ªas un enfermo. Pero, claro, tambi¨¦n juega lo cotidiano: hay d¨ªas que te cuesta m¨¢s, te duele la tripa, tienes la regla. Todo influye, pero est¨¢ bien que influya.
P. Y c¨®mo es que escribe poemas, con ese apellido...
R. Escrib¨ª un libro el a?o pasado, estaba muy encendida.
P. ?Me dice su mejor poema?
R. No me s¨¦ ninguno, no me los aprendo. Pero te lo mando por e-mail. De todos los lugares / en los que me he escondido / no he encontrado ninguno / mejor / ni m¨¢s seguro / que el silencio'].
P. ?Qu¨¦ poetas le gustan?
R. Cernuda, Valente, gente loca como Panero...
P. ?Y su abuelo?
R. Tengo una mezcla. Por un lado me siento absolutamente apropiada de sus palabras, las reconozco; por otro, creo que me falta mucho tiempo para entenderle.
P. ?Qu¨¦ poema suyo prefiere?
R. ?se s¨ª me lo s¨¦. 'Si alguna vez sintieras todav¨ªa, / cuando yo me haya muerto, / arder como una llama temblorosa / en tu alma mi recuerdo, / piensa que m¨¢s all¨¢ de los espacios infinitos, / perdido entre las llamas infernales / yo te sigo queriendo'.
P. ?Se parec¨ªa ¨¦l a su poes¨ªa?
R. Mucho. Siempre dec¨ªa 'amigo que no me lee, amigo que no es mi amigo'. Estaba completamente implicado. En eso y en todo. Y le gustaban mucho las mujeres; si eran extranjeras, mejor.
P. ?Y usted se implica?
R. Procuro. No milito, pero lucho sin miedo. Es casi obligatorio; esto consiste en decir palabras de gente que piensa, en hacerlas tuyas, en meterte en otras pieles, en comprender a los dem¨¢s: asesinos, terroristas o v¨ªctimas.
P. ?Y su vena Arniches?
R. De ah¨ª me viene el teatro, no lo puedo negar. Y me gusta mucho su lenguaje y su humor. En contra de lo que podr¨ªa parecer, lo considero un creador como Valle-Incl¨¢n. Siendo alicantino, se invent¨® a los madrile?os.
LA PALABRA
He aqu¨ª una mujer con labia. Pues menuda noticia, dir¨¢n algunos. Y m¨¢s siendo nieta de Jos¨¦ Bergam¨ªn y biznieta de Carlos Arniches. Ya, pero es que Beatriz Bergam¨ªn (Madrid, 1968) tiene una de esas labias raras: no dice vaguedades, no vende motos, y las frases le salen como escritas, con puntuaci¨®n y todo. Las que se incluyen aqu¨ª, eso s¨ª, son s¨®lo un resumen somero de lo mucho que dijo la otra noche ante un pollo al ajillo y una ensalada ilustrada (demasiado) en una terraza de Las Vistillas (Madrid), cerca del teatro La Latina, donde esta pelirroja de larga melena y ojos verde pardo interpreta a una princesa tunecina (en la obra de Paco Nieva para el CDN Manuscrito encontrado en Zaragoza), y s¨®lo unos metros por encima de la Muralla ?rabe, donde a esa hora resonaban los di¨¢logos que escribi¨® su bisabuelo para La venganza de la Petra. Quiz¨¢ no sea labia, sino pura fascinaci¨®n por la palabra. De hecho, escribe poemas (pero no los publica); es columnista en El Correo de Andaluc¨ªa y en AR, y reportera en la revista de la Uni¨®n de Actores. Como actriz ha trabajado con La Fura dels Baus, Jes¨²s Cracio, P¨¦rez de la Fuente, Jos¨¦ Carlos Plaza, Alonso de Santos y Narros; ha participado en cuatro pel¨ªculas ('el cine es mi asignatura pendiente') y en series como M¨¢s que amigos, Siete vidas, El Comisario, Compa?eros o Manos a la obra.
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