UNA BENDITA RUTINA
El rey de la regularidad refuerza su defensa e intenta subir un pelda?o m¨¢s en Europa
Si los corredores de apuestas buscan valores estables, que compren ya boletos del Deportivo. Otros equipos habr¨¢n reunido m¨¢s galardones y alcanzado cimas m¨¢s altas, pero a este equipo nadie le gana ni en regularidad ni en fidelidad a un m¨¦todo.
Mientras sus rivales se daban a los placeres y novedades de la vida extrema, el Depor prefer¨ªa la tranquilidad de lo ya conocido y del trabajo constante. Las pruebas saltan a la vista en el banquillo, en el que Javier Irureta cumple su quinta temporada, y en la plantilla, cuyos ¨®rganos vitales tampoco se han tocado en tres a?os.
Despu¨¦s de ganar en 2000 su primer t¨ªtulo de Liga, el Deportivo ha encadenado dos subcampeonatos, dos meritorias campa?as en Europa y la ¨²ltima y resonante Copa del Rey, que gan¨® en el estadio Bernab¨¦u ante el Madrid. No es el mejor curr¨ªculo del f¨²tbol espa?ol en ese periodo, pero s¨ª el m¨¢s estable, un factor que valoran mucho los que predicen el futuro, pitonisos, economistas o apostantes.
El bloque gallego da la impresi¨®n de que podr¨ªa montar un rondo en un cuarto a oscuras
Los agostos de Riazor se han convertido para el deportivismo en la repetici¨®n de una escena gratamente mon¨®tona. La gente acude a ver c¨®mo le han sentado las vacaciones a su equipo y se vuelve a casa con la tranquilizadora sensaci¨®n de que all¨ª todo sigue en su sitio. El presidente, C¨¦sar Augusto Lendoi-ro, vigila desde el palco; Irureta se mesa el pelo en el banco y, en el terreno de juego, Mauro Silva, Fran, Donato, Naybet, Djalminha o Romero intentan desmentir sus fechas de nacimiento. Junto a ellos, otras caras se han vuelto tambi¨¦n familiares: V¨ªctor, Makaay, Scaloni, C¨¦sar, Molina, Valer¨®n, Trist¨¢n... Entregarles la pelota de nuevo a estos jugadores es como dar cuerda a un mecanismo apagado por alg¨²n tiempo: tras unos titubeos iniciales, todo empieza a funcionar con la puntualidad y la sincronizaci¨®n de la ¨²ltima vez.
Resulta inevitable que los equipos se acaben pareciendo a sus entrenadores. Y el caso de Irureta, hombre de modales discretos, costumbres met¨®dicas y aficiones estad¨ªsticas, no es una excepci¨®n. El Depor ha ido madurando como un equipo concienzudo, atento, solidario y fiel a un m¨¦todo. Puede que no sea el conjunto m¨¢s potente de la Liga, pero dif¨ªcilmente se encontrar¨¢ otro mejor acabado. Ahora bien, fijarse s¨®lo en la solidez del grupo podr¨ªa llevar a conclusiones equ¨ªvocas. Aunque su funcionamiento haya alcanzado una precisi¨®n casi mec¨¢nica, no est¨¢ proscrita la est¨¦tica. Y no s¨®lo porque ser¨ªa imposible abolir la creatividad de gente como Valer¨®n, Fran, Djalminha o Trist¨¢n.
La inmensa mayor¨ªa de los futbolistas del Deportivo vive m¨¢s de sus condiciones t¨¦cnicas que de sus aptitudes f¨ªsicas y han tenido mucho tiempo para conocerse bien y empaparse de un gui¨®n casi inalterable. El resultado es que hay pocos equipos capaces de elaborar el f¨²tbol toque a toque con la rapidez, la insistencia y la destreza que exhibe el cuadro de Irureta. A fuerza de memorizar sus movimientos, el Depor da la impresi¨®n de que podr¨ªa montar un rondo en una habitaci¨®n a oscuras. Lo demostr¨® en algunos memorables partidos de la pasada campa?a, en Riazor, en Manchester, en Londres o en Madrid, y lo ha vuelto a insinuar este verano, especialmente en la ida de la Supercopa ante el Valencia.
El Deportivo va tan a su aire que ni siquiera se ha contagiado del p¨¢nico ahorrador que ha acometido a la mayor¨ªa de los clubes, lo que no deja de resultar chocante porque los n¨²meros de la entidad gallega son tambi¨¦n abultadamente rojos:una deuda de unos 150 millones de euros.
Pero a Lendoiro le gusta el riesgo y ha vuelto a permitirse algunos gastos. El m¨¢s sorprendente, el del centrocampista paraguayo Acu?a, un gran jugador, aunque no figuraba en la relaci¨®n de necesidades m¨¢s perentorias de Irureta. El t¨¦cnico hab¨ªa insistido sobre todo en la necesidad de reforzar la defensa, lo m¨¢s flojo del equipo en la ¨²ltima campa?a. Lendoiro le trajo al internacional portugu¨¦s Andrade, un central joven y r¨¢pido, de 24 a?os, para apuntalar una l¨ªnea que anda algo sobrada de kilos y a?os.
Si fortalece la defensa y el resto del equipo mantiene su rendimiento, ?por d¨®nde puede flaquear el Deportivo? Irureta seguir¨¢ con el plan de repartir juego entre toda la plantilla, en la que no hay puesto para el que no concurran por lo menos un par de aspirantes. Hasta ahora, las rotaciones se han revelado eficaces, pero constituyen siempre un arma de doble filo y entra?an el riesgo de ofender los egos del vestuario. Cierto que, en caso de conflicto, el Depor lo sofoca actuando como si no hubiese pasado nada, y ah¨ª est¨¢ el caso de Djalminha para atestiguarlo.
Hay tambi¨¦n otras inc¨®gnitas y peligros: la edad de algunos jugadores dif¨ªciles de sustituir, como Fran o Mauro Silva, y la tentaci¨®n de concentrar los esfuerzos en la Liga de Campeones, que el club y los jugadores se?alan con insistencia como la ¨²ltima cima a escalar. Tampoco son amenazas que no haya enfrentado antes.
El Depor pisa terreno conocido y vive en una bendita rutina, a su propio ritmo, desafiando los cambiantes vientos de la ¨¦poca.
LAS CARAS
ANDRADE: EL ANSIADO DEFENSA Javier Irureta hab¨ªa acuciado a C¨¦sar Augusto Lendoiro para que le fichase un defensa y el presidente volvi¨® a tirar del mercado portugu¨¦s, que tan f¨¦rtil le ha resultado. Central del Oporto en las dos ¨²ltimas campa?as, las primeras impresiones que ha dejado Andrade en A Coru?a son bastante convincentes. Defiende bien por alto y, sobre todo, es muy r¨¢pido. No es torpe, pero debe mejorar en el manejo de la pelota.
MANUEL PABLO: EL ESPERADO RETORNO Tras una temporada casi en blanco por una grav¨ªsima lesi¨®n, puede ser el mejor fichaje. Su convalecencia ha sido m¨¢s larga de lo que se anunci¨® e Irureta no ha querido forzar su recuperaci¨®n. De momento, no ha jugado contra rivales de primer nivel. Su futuro es una inc¨®gnita. Siempre destac¨® por un f¨ªsico exuberante y, si no recobrase su plenitud, le faltar¨ªan otras cualidades a las que agarrarse.
ACU?A: M?S COMPETENCIA Ha tenido que esperar a los 30 a?os para que su liderazgo en la selecci¨®n paraguaya y en el Zaragoza hayan despertado la codicia de los grandes. Excelentes cualidades para dirigir el juego y mucha precisi¨®n en el pase largo. Prefiri¨® el Depor al Atl¨¦tico porque quer¨ªa conocer la Copa de Europa. En su puesto - medio centro o volante de enganche- hay una enorme competencia.
VALER?N: EL T?MIDO GENIAL No se puede decir que fracasara en el pasado Mundial, pero casi. En su descargo quedar¨¢n las obligaciones defensivas que le impuso el seleccionador, Jos¨¦ Antonio Camacho. En la pretemporada ha vuelto donde sol¨ªa, a la media punta, y all¨ª sigue haciendo maravillas. Depende mucho de las condiciones ambientales y en el Depor ha encontrado un entorno muy hospitalario que le permite romper su timidez natural.
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