Jeremy Rifkin: 'La privacidad se puede convertir en una reliquia en el mundo en red'
El soci¨®logo norteamericanoafirma que la idea de Internet es m¨¢s parecida a la cultura oral que a la impresa
Jeremy Rifkin es un activista profesional, un soci¨®logo que colabor¨® con el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore durante la Administraci¨®n Clinton. Si en la d¨¦cada de 1960 hablaba de los cr¨ªmenes de guerra de su pa¨ªs en Vietnam, ahora combate la biotecnolog¨ªa y la invasi¨®n que supone de la intimidad de las personas.
Jeremy Rifkin es un activista profesional, un soci¨®logo que colabor¨® con el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore durante la Administraci¨®n Clinton. Si en la d¨¦cada de 1960 hablaba de los cr¨ªmenes de guerra de su pa¨ªs en Vietnam, ahora combate la biotecnolog¨ªa y la invasi¨®n que supone de la intimidad de las personas.
'El capitalismo actual y la econom¨ªa de mercado y su modelo institucional son demasiado lentos para la revoluci¨®n digital y quedar¨¢n colapsados'
'En los mercados reales, la propiedad se intercambia f¨ªsicamente; en el mundo en red, las transacciones han de ser distintas'
PREGUNTA. 'La tecnolog¨ªa no es ni buena, ni mala ni neutra'. ?Est¨¢ de acuerdo?
RESPUESTA. La tecnolog¨ªa refleja la condici¨®n humana. La tecnolog¨ªa es poder, y el poder nunca es neutral. Cuando uno lo ejerce siempre hay ganadores y perdedores, sean estos animales, plantas o humanos. Cada tecnolog¨ªa crea una extensi¨®n de nosotros, una amplificaci¨®n. La neutralidad de la ciencia y de la tecnolog¨ªa es un gran mito que se ha creado, probablemente, por la comunidad de ingenieros.
P. ?Qui¨¦n se beneficia y qui¨¦n es la v¨ªctima con las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n?
R. Ha habido tres revoluciones tecnol¨®gicas en el siglo XX, en las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, en la biotecnolog¨ªa y en la energ¨ªa. Ahora tenemos tecnolog¨ªas que permiten conectar el sistema nervioso de cada ser humano con el de cualquier otro, 24 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana a la velocidad de la luz. Esto es un extraordinario cambio en las comunicaciones. El capitalismo actual y la econom¨ªa de mercado y su modelo institucional son demasiado lentos para esta revoluci¨®n digital y quedar¨¢n colapsados.
P. ?Qu¨¦ pasa con la gente desconectada?
R. La econom¨ªa de la red cubre el 20% de la poblaci¨®n del mundo. El problema es que crea una profunda divisi¨®n. El 63% de la poblaci¨®n nunca ha hecho una llamada telef¨®nica. Tenemos mil millones de personas conectadas a la velocidad de la luz, movi¨¦ndose en un modelo comercial en red, y en la parte inferior tenemos al resto de la sociedad desconectada, marginada y sin progresar, pegada a la geograf¨ªa. La divisi¨®n es incluso mayor que entre quien tiene y quien no.
P. ?No hay una oportunidad para esa gente?
R. Creo que s¨ª hay esperanza. Tenemos que comenzar con una proposici¨®n central: ?estamos preparados para esta tecnolog¨ªas?, ?c¨®mo van a beneficiar a la gente? y ?c¨®mo nos aseguramos de que lo antiguo no est¨¢ amenazado? particularmente si hablamos de la revoluci¨®n biotecnol¨®gica. Si las j¨®venes generaciones se enfrentan a esto pueden cambiar el futuro. La revoluci¨®n biotecnol¨®gica se est¨¢ centrando principalmente en cuestiones como c¨®mo debe ser usada, qui¨¦n se beneficia, qui¨¦n sufre los riesgos. La revoluci¨®n en la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n tuvo el camino despejado, s¨®lo unos cuantos libertarios se han preocupado.
P. Algunas discogr¨¢ficas han insertado piezas de software en sus CD para evitar el plagio, ?an¨¢logo a lo genes terminator dise?ados por Monsanto para impedir la copia de las semillas?
R. En estos casos hay un desplazamiento en el concepto de propiedad. En los mercados la propiedad se intercambia entre compradores y vendedores; en el mundo en red esas transacciones son demasiado lentas, en ¨¦l los procesos son continuos. Pensemos en Amazon, que sigue un modelo cl¨¢sico de mercado; vas a la velocidad de la luz en la web y entonces paras en el intercambio f¨ªsico cuando te env¨ªan el CD a casa. En otros sitios de m¨²sica, te descargas una copia del archivo sin llegar a ser su propietario, s¨®lo tienes derechos a usarlo.
Monsanto es un ejemplo de una red mala. Cuando Monsanto entrega las semillas a los agricultores no las vende realmente, es un acuerdo de uso, que permite a los agricultores usar las semillas y su ADN una sola vez. Y dependen por el resto de su vida de Monsanto. Esto es poder. Las compa?¨ªas van a crear vastas redes entre suministradores y usuarios, para monopolizar el poder a la velocidad de la luz. Habr¨¢ buenas redes forzadas a un desarrollo sostenible y malas redes que monopolicen el poder, y la mayor parte de ellas ser¨¢n globales. Necesitamos un mecanismo global que nos permita tratar con ellas, porque toda la legislaci¨®n transnacional est¨¢ basada en mercados, no en redes.
P. Estamos viendo esta lucha entre redes en Internet con el software libre.
R. Linux es el sistema bueno; Microsoft es un mal sistema. Linux es una cultura abierta y comprtida, como era Internet en sus inicios. En el caso de la biotecnolog¨ªa, ?deber¨ªa ser un bien p¨²blico o privado? La cuesti¨®n es si la informaci¨®n debe ser de libre acceso. La gente conectada en la web ?por qu¨¦ no deber¨ªa compartir m¨²sica, ideas, pensamientos, su actividad? La idea detr¨¢s de Internet es m¨¢s parecida a la de la cultura oral que a la cultura impresa, compartir entre pares. Los derechos de autor, las marcas registradas, etc. impiden que el sistema funcione en todas sus posibilidades, que es compartir cualquier cosa con cualquiera, como la cultura oral. En el caso de la biolog¨ªa la cuesti¨®n es si el acervo gen¨¦tico deber¨ªa ser un bien p¨²blico.
P. El an¨¢lisis gen¨¦tico o la monitorizaci¨®n en Internet invaden la privacidad, ?nos encaminamos hacia una ¨¦poca en la que libertad y privacidad estar¨¢n restringidas?
R. La privacidad es una criatura de la revoluci¨®n industrial. Hoy, la generaci¨®n puntocom s¨®lo quiere estar conectada. Inconscientemente define la libertad como inclusi¨®n, y nuestra generaci¨®n define la libertad como exclusividad (privacidad y autonom¨ªa). La privacidad se est¨¢ perdiendo, porque no puedes estar conectado constantemente y al mismo tiempo mantener tu privacidad. Creo que puede ser una reliquia en el mundo en red. Lo que necesitamos son nuevos reg¨ªmenes reguladores.
El soci¨®logo activista
El norteamericano Jeremy Rifkin fue un activista comprometido de izquierda en su juventud y a finales de la d¨¦cada de 1970 comenz¨® a interesarse por la tecnolog¨ªa y su entramado social y econ¨®mico, su labor durante los ¨²ltimos 30 a?os ha sido responder a una pregunta esencial sobre tecnolog¨ªas inmaduras. 'S¨®lo porque lleguen a nosotros no significa que tengan que ser usadas; algunas tecnolog¨ªas aportan m¨¢s valor que otras, algunas deber¨ªan ser utilizadas y otras no'. Esto le ha llevado a Rifkin por derroteros muy diversos a analizar el impacto que las nuevas tecnolog¨ªas han producido en el trabajo, El fin del trabajo, la revoluci¨®n en el mundo de los genes, El siglo de la biotecnolog¨ªa o el cambio del mundo acarreado por La era del acceso. En estas obras muestra una visi¨®n extremadamente cr¨ªtica, que carga las tintas sobre los peligros y el control que ejercen estas tecnolog¨ªas sobre nosotros, lo que le ha valido en ocasiones la calificaci¨®n de agitador, anticient¨ªfico y ludita moderno: un activista profesional. Rifkin rechaza las cr¨ªticas: 'Yo no me opongo a la tecnolog¨ªa. Mi intenci¨®n es ser m¨¢s maduro y sofisticado en el estudio de las tecnolog¨ªas y plantear las principales cuestiones con franqueza'.
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