Reglas para la clandestinidad

El documento policial que ha servido de base a la actuaci¨®n del juez Baltasar Garz¨®n dedica un apartado especial a la preocupaci¨®n por la seguridad. Los investigadores detallan los procedimientos y claves para enmascarar actividades y relaciones.

En sus comunicaciones internas, ETA y las dem¨¢s estructuras del llamado Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco (MLNV) utilizan sistem¨¢ticamente una serie de claves y c¨®digos para evitar nombrarse directamente y poder as¨ª preservar ante las miradas ajenas tanto el conjunto del entramado como la naturaleza de las relaciones existentes entre los distintos colectivos.

Esas claves, que a?os atr¨¢s consist¨ªan s¨®lo en la asignaci¨®n de un n¨²mero a cada organizaci¨®n, han sido modificadas peri¨®dicamente y haci¨¦ndose m¨¢s complejas, de forma que algunos textos, previamente desencriptados, parecen un verdadero galimat¨ªas.

'Algunos materiales ('Irrintzi') son para leer; una vez le¨ªdos, hay que quemarlos'

Los ¨²ltimos c¨®digos descubiertos por la polic¨ªa en uno de los archivos inform¨¢ticos incautados contienen un total de 103 claves para designar otras tantas estructuras que van desde la propia ETA (A-3), KAS (A), Herri Batasuna (B), Jarrai (A-4), hasta la Coordinadora para la Alfabetizaci¨®n de Adultos, AEK (A-M), el diario Egin, antecesor de Gara (E-P), el peri¨®dico en euskera Euskaldunon Egunkaria (EE-P), las empresas Ganeko (G-S) y Aulki (A-S), pasando por una pl¨¦yade de organismos internos como la Comisi¨®n de Propaganda (PBA-B) o determinadas formas de actuaci¨®n contra el sistema como la lucha de masas semilegal (Erdi).

El documento Kodigo berriak (Nuevos c¨®digos), incorporado al sumario como elemento de prueba de las conexiones entre las distintas organizaciones, est¨¢ encabezado por unas l¨ªneas de advertencia en euskera: 'Nota muy importante. Siempre se han utilizado claves. A veces, una frase pone al descubierto lo que nosotros queremos ocultar. En estos casos es in¨²til utilizar las claves, porque nosotros mismos las quemamos. Para identificar una provincia podemos ponerla entre par¨¦ntesis. Por ejemplo, para decir Asamblea de Mujeres de Vizcaya: HA/A-2. Se propone utilizar iniciales y min¨²sculas: a, b, g, n'.

La preocupaci¨®n por la seguridad es una constante que aflora en las comunicaciones internas, aunque tampoco puede hablarse de una obsesi¨®n permanente y, de hecho, tampoco faltan textos y comportamientos que aparentemente vulneran las normas b¨¢sicas de la clandestinidad y de la necesaria separaci¨®n estanca entre las distintas estructuras.

El Irrintzi, publicaci¨®n interna de KAS, estructura dirigente del MLNV considerada como 'expresi¨®n legal de la oficina pol¨ªtica de ETA', correspondiente a junio de 1998 ofrece un cat¨¢logo elemental de las medidas de seguridad a adoptar por los militantes. Entre estas medidas destaca la negaci¨®n, pura y simple, de la existencia de KAS.

'- Dizkrezioa (discreci¨®n): ¨¦sta es la medida m¨¢s preciada. SIEMPRE nos ser¨¢ de gran ayuda no saber m¨¢s de lo necesario, principalmente si nos toca visitar lugares no precisamente recomendables. En una palabra, no debemos meter el morro ni la oreja donde no nos corresponde. Por lo tanto, no importa qui¨¦n hace esto o lo otro. Tenemos suficiente con cumplir con nuestras obligaciones.

- Mucha precauci¨®n en LOS BARES Y LUGARES P?BLICOS. Hablad donde hay que hacerlo y en ning¨²n sitio m¨¢s. (...) De lo que no sabemos nada se puede decir. Para que el SECRETO siga siendo secreto no debe tener amigos. Cuidado, porque cada amigo tiene un amigo. Debemos cuidar el coche y la forma de vestir. Sobre todo cuando andamos fuera de nuestro pueblo. A menudo nosotros mismos nos delatamos (las pegatinas del coche, colgantes, camisetas...).

- MATERIAL: el material no es para coleccionar. Algunos son para leer (Irrintzis, actas de reuniones...); as¨ª pues, una vez le¨ªdos hay que quemarlos o utilizar la destructora. Otros son para colocar o repartir en alg¨²n sitio (carteles, octavillas...); despu¨¦s de hacerlo quemadlos o eliminadlos mediante destructora. Los escritos, n¨²meros de tel¨¦fono o diferentes listados no deben estar en papel; tenemos que archivarlos en disquetes (la letra de ordenador no se puede distinguir). Ser¨ªa conveniente que cada pueblo trabajara su propio archivo (en un lugar limpio). Cada uno de nosotros no tiene por qu¨¦ tener un archivo, nuestras casas no se pueden convertir en archivo. En casa no podemos tener material ilegal. Si algo ocurre se llevar¨¢n todo y, por supuesto, ser¨¢ utilizado contra nosotros.

- Utilizar el TRANSPORTE P?BLICO para mover material, son m¨¢s seguros que los coches. La entrega de los materiales se debe hacer de manera impersonal; hay que indicar para qui¨¦n son pero no debemos saber ni decir de d¨®nde proceden.

- ORDENADORES. Tenemos que utilizar la t¨¦cnica y los ordenadores pero sin olvidar que los que han inventado estas m¨¢quinas saben c¨®mo sacar todo lo que hay en ellos. (...) Al terminar un trabajo hay que guardarlo en DISQUETE y luego esconderlo.

- TEL?FONO. Sirve para convocar o desconvocar citas entre nosotros. Las llamadas hay que hacerlas desde cabinas p¨²blicas para que no se nos sit¨²e con tanta facilidad

- A (letra que en el c¨®digo de claves internas de ETA corresponde a KAS): lo que no est¨¢ en la mente de cada uno no existe. Somos miembros del movimiento o de B (Herri Batasuna, seg¨²n el c¨®digo de claves). En la medida en que nos convenzamos de esto evitaremos muchas situaciones desagradables.

- DETENCI?N. Si hacemos todo lo mencionado, nos encontraremos en buena situaci¨®n. Cada uno sabe en qu¨¦ anda, a qui¨¦n conoce y qu¨¦ es lo que hacen sus conocidos. Debemos hacer un esquema m¨ªnimo para estas situaciones: cuando llegue el momento no estaremos para tonter¨ªas, es mejor prepararlo de antemano.

- REUNIONES. Cualquier sitio no vale para hacer cualquier reuni¨®n. Hay varias clases de reuniones y debemos saber diferenciarlas. Todo el pueblo no tiene por qu¨¦ saber qu¨¦ es lo que hacemos ni qui¨¦nes ni d¨®nde nos reunimos'.

El cat¨¢logo de seguridad de KAS termina con la m¨¢xima: 'No es la represi¨®n lo que aplasta los procesos de liberaci¨®n, sino los errores propios'.