Uni¨®n ante la Corte
Los miembros de la Uni¨®n Europea han de mantenerse firmemente unidos en defensa de la Corte Penal Internacional (CPI). La reuni¨®n informal este fin de semana en Elsinor (Dinamarca) de los titulares de Exteriores de los Quince deber¨ªa producir una clara se?al en tal sentido. Est¨¢ en juego la viabilidad de este tribunal para juzgar cr¨ªmenes de guerra, de lesa humanidad y de genocidio cometidos por individuos, y la propia credibilidad de Europa. Por ello, los Quince no pueden firmar acuerdos bilaterales con Washington para inmunizar a los soldados estadounidense frente a esta nueva legislaci¨®n. Washington no se ha conformado con una exenci¨®n de un a?o, prorrogable anualmente por el Consejo de Seguridad de la ONU, sino que aspira a aislarse completamente del alcance de esta nueva jurisdicci¨®n internacional. Ya ha logrado acuerdos de este tipo con Israel, Tayikist¨¢n y Rumania, y los pretende con Colombia, entre otros, lo que ha generado fundadas cr¨ªticas del presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, contra la actitud insolidaria de Bucarest.
La UE ha sido uno de motores de este proyecto que finalmente entr¨® en vigor, aunque la Corte como tal no echar¨¢ a andar hasta el a?o pr¨®ximo. Las presiones de Washington sobre los europeos han sido expresadas directamente a trav¨¦s de cartas del secretario de Estado, Colin Powell, y de amenazas de que, en caso de no obtener satisfacci¨®n, cambiar¨ªa el papel de EE UU en la OTAN. De ceder, los europeos echar¨ªan por la borda los esfuerzos de varios a?os en favor de una nueva justicia internacional que Clinton suscribi¨® antes de dejar la Casa Blanca pero que la Administraci¨®n de Bush decidi¨®, en un gesto sin precedentes, desfirmar.
La UE debe honrar su compromiso p¨²blico de 'fomentar el mayor apoyo internacional posible a la CPI'. Algunos informes jur¨ªdicos que se barajan en Bruselas indican que tales acuerdos bilaterales ser¨ªan ilegales, aunque EE UU se aferra al art¨ªculo 98 del Estatuto de la CPI que prev¨¦ esta posibilidad, no pensada para blindar a ning¨²n pa¨ªs. Espa?a indica la l¨ªnea correcta a seguir al mostrarse contraria a derogaciones de un estatuto que contiene suficientes salvaguardias para que no pueda ser manipulado con fines pol¨ªticos contra Estados Unidos ni contra ning¨²n otro pa¨ªs.
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