Un indultador llamado Antonio Ferrera
Al final lo consiguieron, se salieron con la suya, el p¨²blico espl¨¦ndido, un Ferrera todo entrega, y un soponemos que feliz ganadero. Consiguieron el sue?o dorado e incierto de indultar un toro. Despu¨¦s vendr¨¢ la pol¨¦mica, las tertulias y que si el reglamento. Lo cierto y verdadero, es que Antonio Ferrera estuvo hecho un se?or torero, muy brillante, completo en los tres tercios, generoso, torer¨ªsimo. Y el quinto toro de la tarde, factoria de Alcurruc¨¦n, terciado, c¨®modo y superior en la muleta, fue indultado.
Antonio Ferrera ha firmado, pues, una p¨¢gina de oro en su curr¨ªculo torero. Ayer tarde en la entra?able tercera, a un tiro de piedra y sue?o de Madrid. En su primero hab¨ªa brindado un tercio discreto de banderillas, y estado muy seguro, valiente y templado, con un toro parado en la muleta. Pero en el quinto se sali¨®, que se dice, con capote en ver¨®nicas templadas y mecidas de saludo, un tercio de banderillas de esc¨¢ndalo por el mando y el poder¨ªo, en un tercer par al quiebro, para a continuaci¨®n realizar una faena de muleta al nob¨ªlisimo ejemplar, al que solo dieron un puyazo, tan variada y bella que alcanz¨® la cota de la fantas¨ªa torera, tanto en redondo sobre la derecha, como al reventar el natural hondo y puro. Los adornos fueron una borracher¨ªa, y en connivencia con p¨²blico y taurinos, empez¨® a solicitar el indulto. Discutible por las condiciones del toro...
Alcurruc¨¦n / Fundi, Ferrera, Vicente
Toros de Alcurruc¨¦n, desigualmente presentados, de juego irregular, el 5? fue indultado. El Fundi: ovaci¨®n, oreja y oreja. Antonio Ferrera: oreja y dos orejas y rabo simb¨®lico. Iv¨¢n Vicente: silencio, pas¨® a la enfermer¨ªa y no pudo torear su segundo por lesi¨®n. Plaza de San Sebasti¨¢n de los Reyes, 28 de agosto, 3? de feria. Un cuarto de entrada.
El Fundi hubo de lidiar tres toros por lesi¨®n de Iv¨¢n Vicente, que s¨®lo pudo matar a su primero y que result¨® un mulo descarado, con el que estuvo digno y elegante. Pero el de Fuenlabrada, m¨¢s que bien lo encontramos con sus tres bureles, y dio una tarde completa con capote, banderillas y una muleta enjundiosa y templada. Am¨¦n de matar de soberbia estocada a su segundo. ?Este Fundi!.
Al terminar el pase¨ªllo se guard¨® un minuto de silencio en el aniversario de Manolete.
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