?Y si Dios fuera una mujer?
La b¨²squeda de un lenguaje inclusivo, masculino y femenino, sobre Dios es una de las principales tareas de la teolog¨ªa feminista, cuyos cimientos puso la sufragista norteamericana Elisabeth Cady Stanton en su obra La Biblia de la mujer, publicada en 1895 (C¨¢tedra, 1997). Uno de los problemas que plantea dicha b¨²squeda es si la realidad de la mujer puede ser una met¨¢fora adecuada para hablar de Dios. Se trata de un tema que trasciende el plano del lenguaje en su aspecto formal y entra en cuestiones de fondo como el predominio de las im¨¢genes masculinas en el discurso sobre Dios, las estructuras patriarcales que se sustentan en las im¨¢genes androc¨¦ntricas de Dios y de la forma de pensar que se esconde tras esas im¨¢genes, la disposici¨®n jer¨¢rquica del mundo y de la 'patriarqu¨ªa' eclesi¨¢stica. Implica, tambi¨¦n, cambios profundos en la comprensi¨®n de lo divino y en la visi¨®n del mundo.
LA QUE ES. EL MISTERIO DE DIOS EN EL DISCURSO TEOL?GICO FEMINISTA
Elisabeth A. Johnson. Traducci¨®n de V¨ªctor Morla Asensio Herder. Barcelona, 2002 369 p¨¢ginas. 25,90 euros
La que es, de la te¨®loga nor-
teamericana Elisabeth A. Johnson, es una de las investigaciones m¨¢s rigurosas en este campo. Seg¨²n ella, el lenguaje a trav¨¦s del que se expresa el misterio de la divinidad ha cambiado seg¨²n los tiempos y las culturas. Pero dicho misterio trasciende toda representaci¨®n imaginable y se resiste a ser encerrado en cualquier registro conceptual o mental. 'Si comprendes, no es Dios', dice san Agust¨ªn. Por ende, los conceptos para hablar de Dios deben ser abiertos y no tienen por qu¨¦ restringirse a los que emplea la Escritura o a los acu?ados por la tradici¨®n. Sin embargo, esos conceptos son en su mayor¨ªa masculinos y se han empleado de manera exclusiva, en su sentido literal y en perspectiva patriarcal, porque se considera la masculinidad constitutiva del ser divino.
A. Johnson empieza por deconstruir ese lenguaje, que est¨¢ en el sustrato del sexismo, y busca nuevas im¨¢genes que enriquezcan el discurso sobre Dios, poniendo el acento en las que surgen desde abajo a partir de la experiencia de las mujeres. A continuaci¨®n lleva a cabo el proceso de reconstrucci¨®n del nuevo lenguaje sobre Dios, que se inicia en el t¨ªtulo mismo de la obra, La que es, traducci¨®n en femenino del Nombre de Dios que se revela a Mois¨¦s cuando le encarga la tarea de liberar a los hebreos de la esclavitud de Egipto: '?hyeh ¨¢sher ¨¦hyeh' (Ex 3, 14), y que todas las Biblias lo traducen en masculino: 'Yo soy el que soy'. A. Johnson considera su traducci¨®n en femenino 'ling¨¹¨ªsticamente posible, teol¨®gicamente leg¨ªtima, existencial y religiosamente necesaria'. Con ella pretende quebrar el car¨¢cter androc¨¦ntrico de la versi¨®n masculina, prestar atenci¨®n a un elemento esencial del bienestar de toda la creaci¨®n, seres humanos y naturaleza, y confirmar a las mujeres en su lucha por la dignidad, el poder y la val¨ªa.
A. Johnson se sit¨²a en la misma l¨ªnea de Naomi Janowitz y Maggie Weng, que osan reelaborar la oraci¨®n del Shabbat en estos t¨¦rminos: 'Bendita sea Ella, que habl¨® y el mundo existi¨®... / Bendita sea ella, que dio a luz en el principio / Bendita sea Ella, que dice y hace. / Bendita sea Ella, que proclama y cumple. /Bendita sea Ella, cuyo seno cubre la tierra. / Bendita sea Ella... / Bendita sea ella, que redime y salva. Bendito sea Su Nombre'.
Coincido con Elisabeth John-
son en la necesidad de introducir s¨ªmbolos femeninos para enriquecer el mundo de las im¨¢genes de Dios y responder a la idolatr¨ªa de la masculinidad vigente en la concepci¨®n teol¨®gica sobre Dios. Pero soy contrario, como ella, a las estrategias de asignar a Dios cualidades tenidas por 'femeninas', rasgos que se han asociado a las funciones maternas de las mujeres como la amabilidad y la dulzura, la compasi¨®n y el cuidado de las personas necesitadas. Esa estrategia, que aparece en te¨®logos cr¨ªticos y en te¨®logas feministas, siguen operando con el estereotipo de 'lo masculino' y 'lo femenino' y da por buena la distribuci¨®n de roles dise?ada por el patriarcado en beneficio de los varones.
La obra de A. Johnson es una de las m¨¢s emblem¨¢ticas de la teolog¨ªa feminista, junto con La Biblia de la mujer, de Elisabeth Cady Stanton, ya citada, En memoria de ella. Una reconstrucci¨®n teol¨®gico-feminista de los or¨ªgenes del cristianismo, de E. Sch¨¹ssler Fiorenza, y Sexismo y hablar de Dios, de R. Radford Ruether. Las cuatro ofrecen una s¨®lida fundamentaci¨®n de dicha teolog¨ªa en clave interdisciplinar.
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