Ventajas e inconvenientes de vivir en el campo
La poblaci¨®n del medio rural sufre menos c¨¢ncer y m¨¢s infartos mortales que la de las ciudades
Uno de cada cuatro espa?oles vive en localidades de menos de 10.000 habitantes, en un ambiente rural, menos contaminado que el de las ciudades, pero m¨¢s alejado de los grandes hospitales. ?Influye este hecho en el estado de salud de la poblaci¨®n rural? ?Resultan sus habitantes perjudicados por su lejan¨ªa de los hospitales? ?Es m¨¢s saludable vivir en el campo?
Una investigaci¨®n llevada a cabo por la Sociedad Espa?ola de Medicina General responde afirmativamente a estas preguntas. Algunos factores ambientales del campo parecen jugar a favor de sus habitantes, que sufren menos casos de c¨¢ncer, padecen menos hipertensi¨®n y desarrollan menos trastornos psicol¨®gicos, como ansiedad y depresi¨®n. Por el contrario, vivir en el campo hace a sus habitantes m¨¢s vulnerables a las enfermedades infecciosas y a las crisis cardiovasculares agudas, sobre todo por lo que tardan los servicios de emergencia en atenderles.
Uno de cada cinco infartos en el campo es mortal porque llega tarde la ambulancia
Unos factores favorecen al campo y otros a la ciudad, y juntos se compensan
Al final, estos factores no afectan a los grandes valores que ilustran el estado de salud de una poblaci¨®n, como la esperanza de vida y la tasa de mortalidad. 'Unos factores favorecen a la poblaci¨®n rural y otros a la urbana, as¨ª que unos y otros se compensan', explica Fernando P¨¦rez Escanilla, director de la investigaci¨®n.
El estudio ya ha concluido su primera fase, que se ha centrado en el estado de salud de los habitantes de 25 localidades de 11 comunidades aut¨®nomas, con una poblaci¨®n total de 37.813 habitantes. La investigaci¨®n, la m¨¢s ambiciosa realizada hasta la fecha sobre la salud de la poblaci¨®n rural, fue presentada en el reciente congreso de la Sociedad Espa?ola de Medicina General, celebrado en Madrid el pasado mes de junio. A partir de ahora, los investigadores extender¨¢n su trabajo a otros 200 pueblos espa?oles.
Lo primero que ha puesto de manifiesto este trabajo es que la poblaci¨®n rural est¨¢ m¨¢s envejecida que la urbana. As¨ª, el porcentaje de habitantes del campo de m¨¢s de 65 a?os era en 1997 del 22,64%. La media nacional ese a?o era siete puntos m¨¢s baja, el 15,5%. Por ello, aunque la tasa de mortalidad era en 1997 un punto m¨¢s elevada en el campo (el 9,86 por 1.000, mientras que la media espa?ola era del 8,85 por 1.000), esta diferencia 'se explica por la mayor edad de la poblaci¨®n rural', afirma el autor.
Los investigadores han seguido dos l¨ªneas de trabajo. La primera ha consistido en monitorizar la prevalencia de 13 enfermedades o factores de riesgo en la poblaci¨®n rural. La segunda, en analizar las causas de los 2.575 fallecimientos registrados en los pueblos estudiados entre 1991 y 1997. Estos resultados han sido comparados con las respectivas medias nacionales.
Las dolencias estudiadas (c¨¢ncer de pulm¨®n, mama y pr¨®stata; diabetes; hipertensi¨®n; infarto de miocardio; toxicoman¨ªas; cuadros depresivos-ansiosos; asma; brucelosis; gastroenteritis, y tuberculosis) han sido elegidas porque 'todas ellas ilustran h¨¢bitos de vida o carencias sanitarias que inciden en el estado de salud de la poblaci¨®n rural', seg¨²n P¨¦rez Escanilla. La primera conclusi¨®n importante ha sido que los habitantes rurales tienen el 10% menos de posibilidades de morir de c¨¢ncer. As¨ª, mientras que el 25,2% de las muertes registradas en Espa?a cada a?o se deben al c¨¢ncer, entre los pueblos estudiados este porcentaje se reduce al 22,69%.
No todos los c¨¢nceres, sin embargo, afectan por igual en el campo y en la ciudad, ya que mientras que algunos (como los de colon, est¨®mago y pr¨®stata) presentan tasas de mortalidad muy similares en los dos medios, en otros las diferencias son abismales. El porcentaje espa?ol de mortalidad por c¨¢ncer de mama, el 5%, es el doble del registrado en los pueblos estudiados, el 2,41%. La diferencia a¨²n es mayor en el c¨¢ncer de pulm¨®n: el 2,4% en el campo por el 7,9% de media nacional.
'Son muchos los factores que influyen en la aparici¨®n y el desarrollo de un c¨¢ncer, pero sin duda algunos de ellos son ambientales, como la exposici¨®n a sustancias contaminantes o el distinto ritmo de vida que se da en una ciudad y en un pueblo. De estos datos, hay que concluir que los factores ambientales que influyen en el c¨¢ncer juegan a favor de la poblaci¨®n rural', afirma P¨¦rez Escanilla.
Vivir en el campo, sin embargo, tiene sus inconvenientes. Uno de ellos es el retraso de los servicios de emergencia cuando una persona sufre una crisis cardiovascular aguda. Un solo dato lo ilustra: el 45,98% de los fallecidos en el campo mueren por un infarto de miocardio o cerebral o por una trombosis, 7,5 puntos m¨¢s que la media nacional (un 37,5%).
'?sta es una de las grandes asignaturas pendientes de la sanidad p¨²blica espa?ola', asegura P¨¦rez Escanilla. 'Estos datos quieren decir que una de cada cinco personas que sufren crisis cardiovascular en el campo morir¨¢ porque la ambulancia llegar¨¢ demasiado tarde a atenderle'. El tiempo de intervenci¨®n medio de los servicios de emergencias en los 25 pueblos estudiados es de 48 minutos, frente a los 10 minutos registrados en Madrid, seg¨²n el estudio.
La incidencia de las enfermedades infecciosas tambi¨¦n es notablemente superior en el campo. As¨ª, el 15% de los fallecidos en el ¨¢mbito rural mueren por una infecci¨®n respiratoria, mientras que en el urbano ese porcentaje es de casi la mitad.Esta proporci¨®n se mantiene tambi¨¦n en la prevalencia de las enfermedades infecciosas estudiadas (tuberculosis, brucelosis y gastroenteritis). 'Varios factores lo explican. Primero est¨¢ la mayor exposici¨®n a las inclemencias meteorol¨®gicas y a todo tipo de focos infecciosos que se da en el campo, en comparaci¨®n con un medio urbano, que est¨¢ m¨¢s contaminado pero es m¨¢s as¨¦ptico.Tambi¨¦n influye el mayor consumo de agua de pozos y manantiales y el de alimentos sin ning¨²n tipo de control sanitario, con el l¨®gico riesgo de contaminaci¨®n bacteriol¨®gica. Finalmente, est¨¢n las peores condiciones de habitabilidad de muchas viviendas rurales', explica P¨¦rez Escanilla.
La investigaci¨®n apunta que el asma afecta a la mitad de habitantes rurales que urbanos (el 2,58% por el 5%), pero que la mortalidad por dolencias renales en el campo duplica la que se registra en la ciudad (el 3% por el 1,48%). En cambio, no hay diferencias significativas en la prevalencia de la diabetes, en torno al 5% en ambos grupos de poblaci¨®n.
Terminada la primera fase de la investigaci¨®n, los autores del estudio se muestran convencidos de que 'el m¨¦todo utilizado ha demostrado su validez para conocer el estado de salud de la poblaci¨®n rural'. Los dos objetivos principales son 'conocer las carencias sanitarias que afectan a la poblaci¨®n rural, lo que permitir¨¢ a las autoridades dar prioridad a las inversiones en estas zonas, y dotar a los m¨¦dicos rurales de una gu¨ªa para atender las necesidades de la poblaci¨®n', afirma P¨¦rez Escanilla.
Menos ansiedad, los mismos ansiol¨ªticos
?Sufre la poblaci¨®n rural menos trastornos psicol¨®gicos, como ansiedad o depresi¨®n, asociados a veces a la agitada vida urbana? Los primeros datos del estudio no ofrecen, por el momento, datos concluyentes. As¨ª, el n¨²mero de casos diagnosticados en la poblaci¨®n rural es mucho menor que entre la poblaci¨®n urbana: 'S¨®lo el 5% de los habitantes de los pueblos estudiados tienen diagnosticado un caso de ansiedad o depresi¨®n, cuando la cifra que se maneja en las ciudades se multiplica por tres, hasta el 15% o el 20%', seg¨²n P¨¦rez Escanilla. Pero la cosa cambia si se mira el consumo por habitante de ansiol¨ªticos, antidepresivos u otras medicinas psicoactivas. Aunque la cifra es ligeramente menor en el ¨¢mbito rural, 'el consumo tiende a equipararse con el de las ciudades y en cualquier caso est¨¢ muy por encima de lo que corresponder¨ªa por el n¨²mero de diagn¨®sticos', afirma P¨¦rez Escanilla. ?Qu¨¦ conclusiones deben sacarse de esta disparidad? 'Hay varios factores que pueden influir en ello, pero antes habr¨ªa que confirmar si es cierto que la poblaci¨®n rural sufre en realidad menos trastornos psicol¨®gicos o que lo que est¨¢ pasando es que ¨¦stos se diagnostican menos', dice P¨¦rez Escanilla. La menor presencia de especialistas en salud mental en el medio rural podr¨ªa explicar esta diferencia. Tambi¨¦n pueden influir aspectos culturales, 'como la mayor aceptaci¨®n de estos trastornos en los ¨¢mbitos urbanos, mientras que en los pueblos pueden estar vistos bajo otras perspectivas y hay cierta resistencia a vincularlos a todo lo que es la psicolog¨ªa o la psiquiatr¨ªa', seg¨²n los investigadores. Los autores del estudio apuntan igualmente la posibilidad de que en el ¨¢mbito rural exista una mayor automedicaci¨®n. Tambi¨¦n destacan que 'la relaci¨®n entre m¨¦dico y paciente en un pueblo es m¨¢s estrecha, por lo que puede ser que los m¨¦dicos prescriban psicof¨¢rmacos a pacientes en los que sospechan un trastorno psicol¨®gico, aunque ¨¦ste no haya sido diagnosticado como tal'.
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