Reto al machismo de Augusta
Organizaciones femeninas exigen el derecho de admisi¨®n en el m¨ªtico club de golf
El golf tiene una larga tradici¨®n de deporte masculino y un punto racista, y la historia del sur de Estados Unidos va de la mano de la discriminaci¨®n y el machismo. Ambas corrientes coinciden con virulencia en el Club Nacional de Golf de Augusta, el de la preciada chaqueta verde, que ha decidido plantar cara a la exigencia de que admita mujeres hasta el extremo de renunciar al patrocinio millonario para el Masters, su cl¨¢sico torneo seguido por los aficionados de todo el mundo, para evitar que la mujeres de Estados Unidos presionen a los anunciantes y ¨¦stos al club.
Augusta est¨¢ acostumbrado a los n¨²meros uno y, a lo que se ve, a despedirlos si hace falta. El verano caliente en el prestigioso club de Georgia acaba de hacer crisis con su decisi¨®n de prescindir del Citigroup, el primer grupo bancario del mundo, de IBM y de Coca-Cola como patrocinadores del torneo que cada a?o concita la m¨¢xima atenci¨®n.
El club prescinde de los patrocinadores ante la presi¨®n de un grupo que engloba 160 entidades
El Consejo Nacional de Organizaciones de Mujeres (NCWO, que agrupa a unas 160 entidades de variado tipo en Estados Unidos) reclam¨® en junio que el club renunciara a su pol¨ªtica discriminatoria y aceptara socias. El presidente del club, William Johnson, con cierta fama de liberal, respondi¨® a la carta de Martha Burk diciendo que la pol¨ªtica de admisiones es asunto interno y no algo que se pueda imponer desde fuera y por la fuerza. Nuevos cruces de misivas fueron echando le?a al fuego hasta que Johnson dio un golpe en la mesa y manifest¨® que bajo ninguna circunstancia el club se iba a dejar amedrentar, amenazar e intimidar.
Como en otras ocasiones en Estados Unidos, ante la intransigencia de Johnson, Burk cambi¨® el punto de mira hacia los patrocinadores, pero, antes de que soltara su primera salva, el presidente respondi¨® al ¨®rdago anunciando que el Masters renunciaba a sus tres patrocinadores. 'El Nacional de Augusta es el verdadero objetivo del NCWO; por tanto, ser¨ªa injusto hacer que los patrocinadores del Masters tuvieran que hacer frente a la presi¨®n', se?al¨® el pugnaz presidente.
Citigroup, IBM y Coca-Cola se ocultan tras el generoso escudo de Johnson para no pronunciarse sobre el caso. La no menos combativa Burk apunta ya a la cadena CBS. 'Esperamos tener una conversaci¨®n con CBS', se?ala. 'Ser¨¢ sobre si quieren transmitir un torneo que se celebra en un lugar que discrimina a la mitad de la poblaci¨®n y lo que eso dice de la CBS'. La compa?¨ªa de televisi¨®n, de momento, no dice nada.
El torneo de Augusta comenz¨® en 1934 y se transmite por televisi¨®n, con espl¨¦ndidos datos de seguimiento, a todo el mundo desde 1956 en un acuerdo singular que se renueva cada a?o y en el que s¨®lo entran la CBS y el propio club. Seg¨²n informaciones de prensa especializada, hace cuatro a?os la CBS pag¨® cinco millones de d¨®lares por los derechos de transmisi¨®n, en llamativo contraste con los 10 abonados por el torneo de la PGA y los 13 millones que la NBC pag¨® por llevar a sus pantallas el Open de Estados Unidos. Otra peculiaridad de la cobertura es que s¨®lo hay cuatro minutos de publicidad por cada hora de retransmisi¨®n.
El club guarda silencio sobre c¨®mo va a financiar el torneo del pr¨®ximo mes de abril. El ganador de 2002 ha sido Tiger Woods, que ha logrado conquistarlo tres veces en seis a?os, y enchaquetarse de verde y llevarse la mayor de las tajadas de los 5,5 millones de d¨®lares en premios. Augusta no se abri¨® a los jugadores negros hasta 1975 y hoy d¨ªa apenas llegan a la media docena, entre 300, sus socios afroamericanos. Las mujeres s¨®lo pueden jugar si acuden acompa?adas de titulares, pero tienen vetado el acceso a la titularidad.
El camino de entrada es secreto. Nadie patrocina a un socio, ni nadie puede pedir serlo. Es el club el que cursa la invitaci¨®n. 'Alg¨²n d¨ªa se invitar¨¢ a las mujeres a sumarse al club', dice Johnson, 'pero ser¨¢ cuando nosotros lo decidamos y no a punta de bayoneta'.
Un portavoz del club replic¨® a su vez a las organizaciones femeninas diciendo que 'en Estados Unidos hay muchos colegios, clubes y organizaciones de Girl Souts s¨®lo para mujeres'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.