Los Mossos liberan en Banyoles a dos j¨®venes marroqu¨ªes retenidos por la mafia que les trajo

El peligroso viaje en patera hacia la tierra prometida de Europa acab¨® para ellos en un s¨®rdido secuestro urdido por la misma red que organiz¨® su desplazamiento clandestino. Los Mossos d'Esquadra liberaron el pasado martes a dos j¨®venes marroqu¨ªes, de 17 y 20 a?os, que permanec¨ªan secuestrados en un piso de Banyoles (Pla de l'Estany) desde finales de agosto, a los pocos d¨ªas de llegar a Espa?a. Despu¨¦s de pagar unos 1.300 euros para cruzar el Estrecho, los inmigrantes cayeron en manos de otro eslab¨®n de la mafia que exigi¨® un nuevo pago a sus familiares a cambio de su vida.

En el caso del secuestrado m¨¢s joven, la nueva cantidad exigida era de 1.000 euros. La polic¨ªa pudo detener en la operaci¨®n al matrimonio marroqu¨ª formado por Mustapha O., de 29 a?os, y Souad A., de 22, inquilinos del piso en el que los j¨®venes permanecieron secuestrados; y a Mohamed J., de 27 a?os, y Mohamed B., de 38, todos ellos vecinos de Banyoles. Se les acusa de detenci¨®n ilegal, secuestro y un delito contra el derecho de los trabajadores.

Los indicios hallados en la vivienda apuntan a la existencia de otros posibles secuestros que no han sido denunciados por temor a que el perjudicado acabe expulsado de Espa?a debido a que se encuentra en situaci¨®n irregular.

En este caso resuelto por los Mossos fue el hermano mayor del adolescente, establecido legalmente en Girona, quien inform¨® a la polic¨ªa auton¨®mica de una llamada an¨®nima de tintes amenazadores en la que se le exig¨ªa el pago de dinero a cambio de la vida del menor. El denunciante ignoraba que su hermano hubiera cruzado el Estrecho, por lo que reclam¨® hablar con ¨¦l para cerciorarse de la veracidad de la amenaza. Los secuestradores les permitieron un breve contacto y entonces comprob¨® que sus temores se hab¨ªan hecho realidad.

Los dos j¨®venes secuestrados hab¨ªan llegado a C¨¢diz en patera el pasado 26 de agosto. La organizaci¨®n clandestina les proporcion¨®, antes de abandonarles en la costa, un tel¨¦fono m¨®vil desde el que recibir¨ªan instrucciones. As¨ª ocurri¨®, y tres d¨ªas m¨¢s tarde, Mustapha O., uno de los detenidos, les cit¨® en Algeciras. All¨ª les recogi¨® y les traslad¨® en un veh¨ªculo directamente a su casa de Banyoles. En esa vivienda permanecieron encerrados a cal y canto en una habitaci¨®n. La polic¨ªa asegura que les dispensaron buen trato, aunque durante los cuatro d¨ªas de secuestro soportaron vigilancia y amenazas constantes para evitar que gritaran o intentaran fugarse. La vivienda, situada en los bajos de un edificio con mayor¨ªa de poblaci¨®n inmigrante, no despert¨® las sospechas del vecindario.

La polic¨ªa pudo desbaratar el secuestro tras el operativo desplegado en el momento de realizar el pago exigido. La entrega no lleg¨® a consumarse pero se pudo detener, en las inmediaciones de la zona de la transacci¨®n, a tres de los secuestradores y, a trav¨¦s de ellos, llegar a la vivienda. La presencia de un segundo reh¨¦n sorprendi¨® a la polic¨ªa, que s¨®lo esperaba hallar al hermano del denunciante. Hasta el momento no se ha podido confirmar si la familia del joven de 20 a?os recibi¨® la llamada de los secuestradores, aunque la polic¨ªa tiene fundadas sospechas de que se trata de un caso similar y que pudiera ser que no se denunciara.

Durante el registro efectuado en las dos viviendas de los detenidos se hallaron diversos carn¨¦s de identidad marroqu¨ªes y argelinos, todos aut¨¦nticos, adem¨¢s de fotocopias de otros documentos. Este hecho hace suponer a los investigadores que los dos secuestros desbaratados no son un caso aislado y que podr¨ªan haber existido m¨¢s v¨ªctimas an¨®nimas. Los Mossos han informado de los hechos al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, que es el que tiene las competencias en temas de extranjer¨ªa y crimen organizado. Los dos j¨®venes secuestrados, que no disponen de documentaci¨®n, han sido puestos a disposici¨®n de este cuerpo policial.

La denuncia ante la polic¨ªa de este tipo de secuestros constituye una verdadera excepci¨®n, puesto que los familiares temen que si act¨²an as¨ª acaben expulsados. No obstante, la colaboraci¨®n de los inmigrantes cuyo testimonio permita desmantelar las redes mafiosas de este tipo de tr¨¢fico puede suponerles la regularizaci¨®n en Espa?a, seg¨²n la Ley de Extranjer¨ªa.