Festival goyesco

El contenido art¨ªstico de la corrida goyesca ha sido pobre este a?o, quiz¨¢ porque tocaban vacas flacas y toros anovillados, o tal vez porque al diestro mejor dotado para el arte la cosa le cogi¨® mayor. De todas formas, es posible que la goyesca pase a la cr¨®nica de sociedad, pues daba la impresi¨®n de que muchos personajes hab¨ªan pasado directamente desde la boda a los toros.

As¨ª, todo qued¨® en un amable festival, con los diestros ataviados de opereta, a la manera en que el teatro tradicional disfrazaba la ¨¦poca de Goya.

En el quinto toro se produjo el primer triunfo, propiciado por Rivera Ord¨®?ez tras un extra?o tercio de banderillas, en el que se las ofreci¨® a El Juli y las pidi¨® Curro V¨¢zquez, que, de primera intenci¨®n, se llev¨® un topetazo, y despu¨¦s dej¨® un solo palo al cuarteo. El Juli fue por los adentros, y Rivera quebr¨® en el platillo y dej¨® los palitroques en la paletilla; faltaron los enanitos. El n¨²cleo de la faena se compuso de series lentas con buen son, con el ¨²nico problema de torear en Ronda estando en Arriate, localidad serrana pr¨®xima. La estocada fue excelente.

El Juli, en el sexto, fue dando distintos capotazos a destiempo desde la contraquerencia hasta chiqueros. Picado feamente, el tercio de banderillas cont¨® con la colaboraci¨®n de Rivera, que puso ambos palos tras pasar sin clavar y quedarse clavado, como una virgen necia en mitad de una autopista. De poco sirve colocarse bien el cite si no se adelanta, plana, la muleta, sino ¨²nicamente el pico mientras el resto se retrasa: as¨ª, en una de las muchas, El Juli qued¨® al descubierto y el toro, manso, quedado y parado, lo vio y lo prendi¨®; menos mal que s¨®lo fue el susto. Enrabietado, oblig¨® en una serie y luego tir¨® de efectos y pirotecnia. Mat¨® como suele, ech¨¢ndose fuera.

Los dos primeros toros de Rivera y El Juli acabaron en chiqueros, tras una faena en la que Ord¨®?ez puso tierra por medio y otra en la que el madrile?o no cuaj¨® una serie, siempre a base de pases sueltos de aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato.

Curro V¨¢zquez aprovech¨® para componer actitudes postineras, siempre desde la l¨ªnea del horizonte. Fue bonito verle abrirse de capa en el cuarto, aunque no llegara a consumar ni un lance. Dotado naturalmente de empaque, lo aprovech¨® para torear por redondos de incierto destino y oscura finalidad; los naturales fueron todav¨ªa menos claros, incluyendo una fuga precipitada con ca¨ªda final del torete.

Como nota adicional, hay que se?alar que al segundo se le cay¨® parte de la vaina del cuerno izquierdo, digo yo que posiblemente mermada, dejando al descubierto la zona maciza del pit¨®n, que se rompi¨® tras un derrote y qued¨® colgando como bald¨®n sangrante. Si esto se puede considerar prueba de afeitado, es de suponer que el resto de la corrida tampoco estar¨ªa completamente ¨ªntegra. El precio de las entradas iba de 50 a 105 euros.