Si la econom¨ªa va a la guerra...
'No, el terrorismo no ha detenido una econom¨ªa global de 32 billones de d¨®lares que ya estaba boqueando. Pero ha expuesto algunas grietas que ponen de relieve fundamentos muy precarios en esta recuperaci¨®n. Tampoco ha permitido unir a un mundo muy fragmentado. Un a?o m¨¢s tarde, todos queremos cicatrizar. Pero lo fundamental es que la burbuja tiene un coste. Y la factura a¨²n est¨¢ por pagar', cree Stephen Roach. Este economista, jefe del servicio de estudios del banco de inversiones Morgan Stanley, vaticina que la econom¨ªa norteamericana puede experimentar una segunda ca¨ªda recesiva, lo que hist¨®ricamente se conoce como un double dip. Hace un a?o, Roach estaba m¨¢s solo que la una; hoy, con raz¨®n o sin ella, sus adeptos son legi¨®n.
El ataque del 11 de septiembre de 2001 fue identificado enseguida con los bombardeos de Pearl Harbour, desparramando analog¨ªas con la Segunda Guerra Mundial. George W. Bush lanz¨® despu¨¦s la teor¨ªa de los ejes del mal. Y la figura de Hitler es sin¨®nimo, ahora, de Sadam Husein.
?Existe alg¨²n rasgo econ¨®mico, salvadas las enormes distancias, alg¨²n paralelismo, entre la situaci¨®n econ¨®mica actual y aquella existente en v¨ªsperas de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial?
En aquellos a?os hab¨ªa pasado una d¨¦cada desde el inicio de la Gran Depresi¨®n de 1929, pero la econom¨ªa norteamericana -como ha ocurrido con Jap¨®n desde su ca¨ªda en 1990- no terminaba de levantar cabeza. Los grandes economistas de la ¨¦poca sostuvieron grandes debates, en los a?os treinta, sobre la salida de la recesi¨®n. Pero ninguno dio con la clave. Y la hubo.
Fue, precisamente, la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial lo que acab¨® con el debate y, eficazmente, con la recesi¨®n. La guerra ech¨® las bases de una colosal expansi¨®n de la econom¨ªa norteamericana.
Ahora, Estados Unidos est¨¢ sufriendo una recesi¨®n que, medida en t¨¦rminos hist¨®ricos, ha sido suave. Pero est¨¢ pendiente de ver las consecuencias de la burbuja (inflaci¨®n especulativa del precio de los activos). En casi tres a?os de ca¨ªda, entre 2000, 2001 y 2002, casi seis billones de d¨®lares se han evaporado en el valor de las acciones del mercado tecnol¨®gico, el Nasdaq. Las bolsas mundiales siguen hoy d¨ªa por debajo del 10 de septiembre de 2001.
Pero he aqu¨ª lo relevante: lo que parec¨ªa una recuperaci¨®n en flecha -algunos expertos llegaron a negar la existencia misma de la recesi¨®n- ha comenzado a exhibir su debilidad. Los economistas que ahora vaticinan una larga fase de estancamiento -stagnation- hacen sentir su voz.
?Cabe la posibilidad de que una guerra contra Irak resuelva el debate y ofrezca la soluci¨®n?
La Administraci¨®n de Bush ha incrementado en 50.000 millones de d¨®lares los gastos de defensa de Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001. Pero con ello, los gastos de defensa est¨¢n a gran distancia de lo que pudo suponer la pol¨ªtica de 'armas y mantequilla' de Lyndon B. Johnson o la gran expansi¨®n de la ¨¦poca de Ronald Reagan. Los gastos de defensa pueden ayudar en una medida m¨ªnima a resolver la debilidad de la econom¨ªa post-burbuja.
Los peligros subyacentes de una guerra contra Irak, en cambio, son considerables. Es lo que piensa, por ejemplo, Roach. 'Podr¨ªa f¨¢cilmente representar la c¨¢scara de pl¨¢tano por la que se desliza una econom¨ªa mundial en crisis', sostiene. La analog¨ªa con la guerra del Golfo que George Bush, el padre del actual presidente de EE.UU, llev¨® adelante en 1991 no puede ser m¨¢s evidente. 'Una econom¨ªa gripada fue alcanzada por la subida del petr¨®leo en un periodo breve y la recesi¨®n lleg¨® enseguida', recuerda.
Cuando la econom¨ªa abandonando su convalescencia, pues, se vuelve a una situaci¨®n de riesgo. Hay una matizaci¨®n de Roach que hace sentido. 'Hoy d¨ªa la econom¨ªa global es m¨¢s intensiva en comercio y m¨¢s centrada en Estados Unidos. Si EE UU sufre una reca¨ªda, el resto del mundo carece de la inmunidad c¨ªclica que evitar¨ªa una recesi¨®n mundial. Un double dip en EE UU puede convertirse en un double dip del resto del mundo'.
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